Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbarego).- El tratamiemto de la obesidad y las enfermedades que se derivan de la misma no sólo afectan a las finanzas del sistema de salud sino también al bolsillo de las personas que presentan sobrepeso, ya que sus ingresos son 18% inferiores que los del resto de la población, según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), citados por el gobierno federal en la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, lanzada a finales del año pasado.
De acuerdo con estos datos, una persona con sobrepeso también gasta 25% más en servicios de salud.
El 15 de octubre del año pasado se dio a conocer que el costo total de tratar enfermedades relacionadas con sobrepeso y obesidad asciende a 80 mil millones de pesos en nuestro país, el cual, ascendería a los 150 mil millones en 2017, así lo indicó Francisco Javier Fernández Clamont, Diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), durante la inauguración de la exposición fotográfica “Obesidad y refrescos, el rostro de una epidemia”.
La gastronomía de México, el ritmo de vida, y la situación económica que enfrentan los ciudadanos son factores que han conducido al país a obtener el primer lugar en obesidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su informe de 2013 “The State of Food and Agriculture ” informó que México es el país con más obesidad en el mundo, con un porcentaje de 32.8 de adultos con este problema, arriba de Estados Unidos con un 31.8%.
La jornada alimentaria de un mexicano comienza regularmente con un pan dulce, luego de levantarse. Al llegar a su trabajo, probablemente ya esté pensando en comer un tamal– porque en casi todas las esquinas de nuestro país hay un puesto donde se venden– al medido día puede llegar a ingerir cualquier tipo de alimento alto en carbohidratos, como galletas o botanas. Más tarde, cuando se sienta a comer, habrá consumido una serie de grasas saturadas, que más tarde, a la hora de la cena, refrescará con un café acompañado de otro pan dulce.
En un intento por frenar la epidemia, a partir de marzo de 2014 quedará prohibida la venta de alimentos chatarra en las escuelas, anunció el año pasado Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en la Secretaría de Salud (SSA). ” Hubo una modificación del Artículo 3 Constitucional, donde claramente queda establecida la prohibición de proporcionar a los educandos alimentos que no tengan contenido adecuado nutricional; hay un término legal que vence en marzo”, dijo durante la presentación del programa “Nado x Mi Corazón 2014”.
El 31 de octubre de 2013, la Cámara de Diputados aprobó un gravamen extra a los refrescos, de un peso por litro, y en la comida chatarra se impone un impuesto de 8% a la enajenación o importación de de alimentos con alta densidad calórica, entendidos como aquellos que tengan 275 kilocalorías por cada 100 gramos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había registrado en 2010 que 73. 6 por ciento de los hombres y el 73.0 de las mujeres padecen obesidad.
A tres meses de que terminara el 2013, el gobierno federal lanzó la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, donde se delinearon las diversas acciones que se realizarían en el país para combatir la enfermedad que puso a México en el primer lugar como el país con más “gorditos”.
Las cifras presentadas en dicho informe documentan que entre los hombres mayores de 20 años de edad, 42.6% presentan sobrepeso y 26.8%, obesidad; mientras que en las mujeres estas cifras corresponden a 35.5 y 37.5%, respectivamente. Por otra parte, en la población escolar (5-11 años) la prevalencia de sobrepeso es de 19.8 y la de obesidad de 14.6%, según estadísticas retomadas por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2012.
De acuerdo un artículo publicado por Radio France Internacional, y titulado La obesidad, un peso excesivo para México, la epidemia representa hoy en día gastos por 10 mil millones de euros (unos 181 mil millones de pesos). “Si no se lleva a cabo ningún tipo de acción en los próximos cinco años, la suma podría alcanzar los 15.000 millones de euros (272 mil millones de pesos), una suma astronómica para la estructura sanitaria del país”.
En 2008, datos del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria (ANSA), informaron que dar atención médica a pacientes con enfermedades asociadas a la obesidad tuvo un costo de 42 mil 246 millones de pesos, lo que representó un tercio del presupuesto federal destinado al sector salud.
Por su parte, la OCDE destaca que los egresos hospitalarios por enfermedades no transmisibles representan 43.5%, así, las enfermedades cardiovasculares, cerebrales y la hipertensión arterial, son las principales en los egresos hospitalarios, y son la segunda causa de muerte dentro del grupo de las enfermedades no transmisibles.
El documento informa que “ los niveles actuales de sobrepeso y obesidad en la población mexicana representan una amenaza a la sustentabilidad de nuestro sistema de salud, por su asociación con las enfermedades no transmisibles y por el uso de recursos especializados y de mayor tecnología que imponen a los servicios de salud altos costos para su atención”.
Además, en agosto del 2013, Armando Ahued Ortega, titular de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, dijo que los niños de entre tres y cinco años que padecen obesidad llegarían a perder 10 años de esperanza de vida, según lo dio a conocer durante el Foro de Mitos y Realidades sobre la Obesidad y Transtornos de la Conducta alimentaria
Las cifras que aprietan a México no son de sorprenderse pues, según el portal de internet de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, en México, 8 de cada 10 personas mayores de 30 años no realiza ninguna actividad física y la clase de educación física en escuelas primarias se realiza una vez a la semana y dura 39 minutos, en promedio y sólo 9 minutos de actividad moderada o intensa.
CIFRAS QUE PESAN
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó en 2010 en el Mapa Mundial del Peso que México ocupa el segundo lugar en obesidad, al registrar que de 73. 6 por ciento de los hombres y el 73.0 de las mujeres en México tienen sobrepeso u obesidad.
En Estados Unidos se registró que el 76.7 por ciento de las mujeres rebasan el peso ideal, mientras que el 80.5 por ciento de los hombres comparten el mismo problema.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, México ocupa el 7% del presupuesto destinado a salud para atender a personas que padecen la enfermedad, mientras que Estados Unidos invierte el 9 por ciento.
Más allá de tener una dieta adecuada, y realizar ejercicio existen factores como el sedentarismo y la falta de acceso a alimentos nutritivos, son también alumnos determinantes que intervienen en el incremento del peso, según explica la dependencia capitalina.
El problema del sobrepeso en la economía personal, familiar y nacional, además de en la salud afecta de la siguiente manera, según datos de la Secretaría de Salud del DF l tomados de en su portal web, las personas con obesidad registran un índice de mortalidad 12 veces mayor en jóvenes de 25 a 35 años de edad y el 25 por ciento de las incapacidades laborales son padecimientos relacionados con obesidad.
OBESIDAD Y DIABETES
La obesidad y el sobrepeso son producto de la ingesta de alimentos que tienen altos contenidos en carbohidratos, grasas saturadas, mismos que pueden llegar desencadenar enfermedades como diabetes.
Al respecto, investigadores de Estados Unidos, realizaron un estudio en 1980 donde monitorearon por 10 años el comportamiento y cambios a la salud de un grupo de 8 mil 545 adultos sanos y durante estos 10 años varias personas subieron de peso y desarrollaron diabetes mellitus tipo 2, según dio conocer la Asociación Mexicana de diabetes A.C, en un artículo publicado en marzo de 2012.
“Los investigadores observaron que por cada kilo de peso que ganaba la gente, aumentaba en 4.5% la probabilidad de desarrollar diabetes”. De este modo, el sobrepeso y la obesidad pueden representar un problema de salud que posteriormente se vera reflejado en las personas que lo padecen.
De acuerdo con la OMS, la obesidad es un factor de riesgo para detonar o agravar las Enfermedades No Transmisibles (cardiovasculares, diabetes, cáncer, y respiratorias crónicas), las cuales acaban con la vida de 36 millones de personas al año, según informó la organización en marzo del año pasado.
Durante el “Segundo Diálogo sobre Diabetes en México: Cambiando la Política Pública”, realizado en octubre pasado, el director de Prestación Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Javier Dávila Torres, dijo que al año se registran 2.4 millones de consultas a pacientes con diabetes y su atención cuesta al IMSS 32 mil millones de pesos al año, es decir de 87 millones de pesos diarios, el experto agregó que por la diabetes se han perdido un millón 267 mil 425 años de vida saludable.
De acuerdo con el estudio Costos de la Diabetes en América Latina: Evidencias del Caso Mexicano publicado en la revista Value in Health en 2011, dio a conocer que de cada 100 pesos que se gastan una persona en atender la diabetes, 52 pesos provienen del ingreso familiar, según explicó el autor del informe, el Dr. Armando Arredondo López titular del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de México.
En cuanto al destino de los recursos por tipo de atención, 92 de cada 100 pesos se gastan en atender las complicaciones y solo 8 de cada 100 pesos se utilizan en atender la demanda de casos controlados. Además indicó que otros factores de riesgo son el consumo de tabaco, la inactividad física, el uso nocivo del alcohol y las dietas malsanas son los mismos que tienden a estar presentes en los hábitos de las personas que padecen obesidad.