El domingo 11 de diciembre, Maribel y Felipe acudieron a una boda en el puerto de Veracruz con el sueño de que muy pronto ellos también caminarían hacia el altar, mientras que Mario había acordado ir a recogerlos para llevarlos de regreso a su hogar. Sin embargo, nunca llegaron.
Por Violeta Santiago
Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo/BlogExpediente).– Tres habitantes del puerto de Veracruz se encuentran desaparecidos y son buscados con angustia por sus familiares. Se tratan de los primos Mario Reyes Martínez, de 37 años de edad; Felipe Diego Piña Martínez, de 23 años de edad; y su prometida Maribel Valdivia Hernández. Es una situación que vuelve a vivir la ciudad después de la desaparición de estudiantes universitarios apenas a finales de septiembre del 2016.
María Rosales, familiar de los dos muchachos, expone con la voz entrecortada al intentar contener el llanto que desde el pasado lunes 11 de diciembre los buscan con frenesí, pero hasta el momento ni la gente ni las autoridades les han podido decir algo.
Mario y Felipe, dos jóvenes que intentaron estudiar hasta donde sus posibilidades se los permitió, eran trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex), pero los millonarios recortes presupuestales debido a la caída de los precios del crudo y a la implementación de la Reforma Energética los llevó a perder sus empleos durante los recortes generados en los últimos meses.
Los habitantes de la colonia Lomas del Coyol, una zona dominada por casas de interés social, buscaron otras opciones de ingreso y finalmente se convirtieron en conductores de transporte público. “Ellos se sentían bien, eran humildes, pero estaban bien con lo que ganaban”, argumenta su prima, quien ha iniciado una búsqueda a través de redes sociales.
El más joven, Felipe, recientemente había anunciado su intención de contraer matrimonio con Maribel Valdivia, por lo que la familia de los jóvenes estaba muy emocionada por el enlace.
El domingo 11 de diciembre, la pareja acudió a una boda con el sueño de que muy pronto ellos también caminarían hacia el altar, mientras que Mario Reyes había acordado ir a recogerlos para llevarlos de regreso a su hogar. Sin embargo, nunca llegaron.
La preocupación en las familias de los muchachos comenzó desde aquella noche al notar que las horas pasaban y los tres no regresaban a sus viviendas. Pero el indicio más grave y cuando la preocupación cimbró a estos habitantes porteños ocurrió cuando encontraron la unidad de Mario Reyes abandonada atrás de una tienda Chedraui, en el norte de la ciudad.
Aunque hablaron a la policía y establecieron su denuncia formal, hasta el momento la Fiscalía General del Estado (FGE) no les ha podido dar algún resultado y sólo pueden esperar. “Son tranquilos y trabajadores, no se metían en problemas, eran muy respetuoso” recuerda María Rosales.
Las familias de los jóvenes desaparecidos señalan estar destrozadas. Imploran que les regresen a sus seres queridos y piden a la ciudadanía que, si los han visto, indiquen a las autoridades para dar con su paradero. Agregan que ambos no contaban con tatuajes y que, como seña particular, Mario tiene una cicatriz en la rodilla, producto de una cirugía.
De acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en Veracruz, tan sólo entre enero del 2014 y octubre de 2016 se reportaron 184 casos de desaparición dentro del fuero federal, mientras que del fuero común, en la última década se han denunciado 523 casos, lo que da un total de 707 casos abiertos, la mayoría de los cuales, ocurrieron dentro del sexenio de Javier Duarte de Ochoa.
La cifra del SNSP es mucho más baja que la expuesta por la Fiscalía Especializada de Atención de Denuncias por Personas Desaparecidas (FEADPD), que en su última actualización, en septiembre de 2016, reportó entre el 2006 y junio de 2016 un total de 5 mil 030 casos, de los cuales 3 mil 120 personas fueron localizadas, mientras que mil 910 permanecen con paradero desconocido.
Además estos datos no incluyen las desapariciones forzadas que, con base en datos de la Procuraduría General de la República, tan sólo entre el 2010 y el 2014 en Veracruz se sumaron 51 casos, colocándose en primer lugar. Finalmente, los números expuestos por los colectivos de búsqueda son más amplios, pues un importante porcentaje de las desapariciones no son denunciadas ante las autoridades federales y estatales.
En este nuevo período de Gobierno, dentro de los primero 15 días se han reportado al menos, de acuerdo a registros de prensa en el estado, poco más de diez casos. A pesar de que Luis Ángel Bravo Contreras renunció al cargo de Fiscal General de Veracruz, el índice de desapariciones e impunidad que fuera el sello del sexenio de Javier Duarte no parece haber disminuido.
El puerto de Veracruz ha sido escenario de numerosos casos de desapariciones, especialmente entre la población joven. El más reciente fue el de los jóvenes universitarios Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, Leobardo Arroyo Arano, Octavio García Baruch y Andrés García Aguilar. A casi una semana de que fueran plagiados cerca de una plaza comercial, sus cuerpos fueron encontrados en bolsas a poco más de 40 kilómetros de Veracruz. Si bien este caso atrajo la atención de las autoridades, debido a la presión de los estudiantes, en el puerto y en todo el estado cada día se presentan situaciones de este tipo, aunque las manifestaciones y denuncias son mínimas.
“¿Dónde están? Los extrañamos mucho. ¡Dios, que regresen con bien! Señor, nos está matando esta agonía”, escribe María Rosales en redes sociales con la esperanza de que se compartan sus publicaciones y vuelva a saber —pronto— de sus seres queridos.