Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).- Un estudio hecho por dos universidades australianas afirma por primera vez en humanos que el consumo de comida chatarra disminuye el tamaño del cerebro.
Los investigadores de la Universidad de Deakin y la Universidad Nacional Australiana asociaron la comida chatarra con menores tamaños del hipocampo, una parte del cerebro vinculada con las funciones de la memoria, el aprendizaje, la dimensión del espacio y la inhibición.
“Se está volviendo claro que la dieta es de critica importancia para la salud tanto mental, como física, a lo largo de la vida”, dijo Felice Jacka, autora de este trabajo al portal de la Universidad Deakin, en Melbourne, Australia.
Los investigadores creen que este hallazgo podría ser la explicación de por qué las afectaciones al cerebro ha aumentado en la población.
El trabajo evaluó a personas de la tercera edad entre 60 y 64 años. A través del uso de resonancias magnéticas en 2 mil 76 participantes que calculaban el tamaño del hipocampo izquierdo y derecho, así como del escrutinio de sus dietas, los científicos determinaron que quienes consumían bebidas azucaradas, botanas saladas y carnes procesadas, tenían un hipocampo izquierdo más reducido, que aquellos que no consumían estos alimentos.
“Hemos sabido durante algún tiempo que los componentes de la dieta, sanos e insanos, tienen un rápido impacto en aspectos del cerebro que afectan el tamaño del hipocampo y su función, pero hasta ahora estos estudios sólo se habían hecho en ratas y ratones. Este es primero que muestra que este es el caso en humanos”, dijo Jacka.
El estudio australiano también mostró que los adultos de la tercera edad que tienen dietas más ricas en nutrientes, tienen un hipocampo izquierdo más largo. Lo que podría significar un resultado de importancia para futuras investigaciones sobre el tratamiento de la demencia y salud mental.
Los resultados fueron publicados en BMC Medicine, una diario que publica contenidos de ciencia, tecnología y medicina, aseveran que esta condición en adultos mayores podría ser igualmente válida para todas las edades.
El estudio enfatizó que los efectos de la dieta quedaron demostrados, pese a que también se consideraron otros factores asociados con la afectación del tamaño del hipocampo como lo son la actividad física, fumar, el nivel educativo, el género y la depresión.
Pero por el otro lado, los autores creen que la dieta podría empezarse a ver como un factor que puede desencadenar justamente trastornos mentales como la depresión, o representar un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Estas tampoco son buenas noticias para la industria de alimentos ultraprocesados y refrescos, que ya carga con parte de la responsabilidad de otras enfermedades.
El año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que había más de mil 900 millones de adultos en el mundo con sobrepeso, de los cuales 600 millones eran obesos. Y México es el país más afectado en este sentido, donde el 70 por ciento de su población padece de sobrepeso y obesidad.