Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).– Estados Unidos manifestó su “preocupación” por el cultivo de amapola en México, “el principal proveedor de derivados ilegales del opio a Estados Unidos”, según un informe enviado por el Presidente Barack Obama al Congreso, en el que el país se mantiene entre los 22 mayores productores o territorios de tránsito de drogas.
Según el Gobierno estadounidense, también llegan a su territorio productos derivados de la amapola desde Colombia y Guatemala, aunque en menor medida que desde México. La Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) informó de un incremento del 324 por ciento en las incautaciones de heroína en la frontera con México entre 2009 y 2013, agrega el informe.
El informe del Presidente estadounidense, que le es requerido por las leyes de su país, incluye a aquellos países que no hicieron “un trabajo riguroso” para disminuir la producción y el tráfico de drogas en los últimos 12 meses. La presencia de un país en la lista, como es el caso de México, no refleja necesariamente sus esfuerzos antinarcóticos o su nivel de cooperación con Estados Unidos en el control de drogas ilegales, pero exige la identificación adicional de cualquier Nación que haya “fallado de manera demostrable” en el cumplimiento de sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales antinarcóticos.
Respecto a Centroamérica, las agencias federales estadounidenses estiman que alrededor del 84 por ciento de la cocaína que entra a Estados Unidos pasa antes por esa región y México. El informe subraya que aunque Colombia, Perú y Bolivia continúan produciendo el 100 por ciento de la coca utilizada para la cocaína a nivel mundial, los tres países continúan reduciendo la producción y actualmente ésta registra los números más bajos desde 1990.
Apuntó a Venezuela y Bolivia, junto a Birmania, como los países que no cumplieron con sus compromisos contra el tráfico y la producción internacional de drogas en los últimos doce meses.
La lista mantuvo a Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Burma, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.
El Presidente destacó el esfuerzo de México en materia de decomisos de heroína en la frontera común, los cuales aumentaron 324 por ciento entre 2009 y 2013.
Entre los casos de éxito, el presidente Obama mencionó una confiscación de drogas ilegales y efectivo por parte de las autoridades mexicanas, valuada en cuatro millones de dólares.
“Trabajando con nuestras contrapartes, Estados Unidos ajustará sus enfoques de políticas y edificará a partir de los programas existentes, incluyendo la Iniciativa Mérida con México, para confrontar a los elementos criminales que crean el mercado de heroína en Estados Unidos”, señaló.
Al respecto Obama destacó que Estados Unidos ha proveído fondos por 110 millones de dólares para entrenamiento y equipo de inspección de heroína, como parte de un incremento en las acciones de decomisos de drogas.
De la misma forma destacó el apoyo a acciones similares en Colombia y Guatemala, lo cual derivó en el decomiso de 379 kilogramos de heroína en el primer país en 2013.
Afganistán se mantiene como el mayor cultivador de opio en el mundo con un incremento en producción de 180 mil hectáreas en 2012 a 198 mil en 2013.
En materia de esfuerzos internacionales, Obama señaló que las convenciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sin negociación o enmiendas, deben ser el instrumento para unificar el combate internacional de drogas al margen de las diferencias de enfoque entre los países.
“Estados Unidos apoya el punto de vista de muchos países que la revisión de las convenciones de la ONU no es un prerrequisito para avanzar la responsabilidad común y compartida de la cooperación internacional”, expuso Obama.
El Presidente estadounidense resaltó los casos de Centro y Sudamérica e hizo notar que los países están buscando en forma activa la cooperación internacional y regional, así como el intercambio de información de las mejores prácticas para mejorar la seguridad ciudadana.