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Sri Lanka para viajeros independientes: tips para descubrir la joya del Índico

15/12/2017 - 12:00 am

Budas gigantes, playas paradisíacas, parques naturales dónde viven leopardos y elefantes salvajes y mucho más en una isla que recién empieza a descubrirse al mundo tras décadas de guerra civil.

Por Viajar Ahora

Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo/ElDiario.es).– Sumida en una pavorosa guerra civil que se prolongó durante décadas y que asoló al país, Sri Lanka, esa isla en forma de lágrima que se sitúa justo al sur de La India, estuvo durante mucho tiempo alejada de los circuitos viajeros. La guerra terminó en 2009 y las cicatrices no han cicatrizado. Pero hoy la isla es uno de los destinos turísticos asiáticos más auténticos y, por fortuna, menos explotados de la región. Para tratar de salir del marasmo que supuso la guerra, el gobierno apostó por el turismo de lujo. Los Nice Hotels ocupan gran parte de las mejores playas de la isla; pero, afortunadamente, se ha empezado a consolidar una oferta para viajeros independientes y mochileros. Aún así no es un destino barato, ya que se demanda una media de 60 euros al día. Pero merece la pena, ya que las recompensas son muchas. Antes de viajar a cualquier país es recomendable tener en cuenta varios asuntos que Viajar Ahora te adelanta.

SACAR LA VISA

Sólo los ciudadanos de Singapur y Maldivas están exentos del trámite de sacar la visa. Pero, a diferencia de lo que sucede con otros destinos asiáticos, es muy fácil conseguirla y se puede hacer desde tu casa sin necesidad de ir a ninguna embajada o sede consular. Se puede hacer vía online a través de la Página Oficial de Migraciones de Sri Lanka en la que se solicita la ETA (Electronic Travel Autoritation). Cuesta 30 dólares y autoriza una estancia en el país de 30 días. Se puede pagar con Visa, Amex y Mastercard. Basta con hacer el pago y esperar a que te llegue vía mail la ETA aprobada. La imprimes y la presentas en migraciones del Aeropuerto. Y ya está. Fácil y rápido. Y el personal de migraciones es atento y profesional. Deberían aprender algunos.

SEGURIDAD Y SANIDAD

Unawatuna, una de las playas más visitadas por los turistas. Foto: Wikimedia Commons

Pese a que no hace mucho que terminó la guerra, Sri Lanka es un país seguro para los viajeros más allá de los problemas típicos de los países turísticos de esta parte del mundo (pequeños robos, arrebatos y estafas a turistas). Pero las condiciones de seguridad son buenas. Eso sí, te darás cuenta en seguida de que estamos en un territorio militarizado con controles por todos lados. El acceso a la zona norte de la isla está vetado para periodistas. Según informa la página del Ministerio de Asuntos Exteriores , las ciudades de Kilinochchi, Mullaittivu, Mannar y Vavuniya están aún en malas condiciones. En estos lugares, la Península de Jaffna y la zona oriental del país se prosigue con las tareas de desminado, por lo que conviene no salir bajo ningún concepto de la carretera. También se recomienda visitar el Parque Nacional de Yala con guía. El acceso a Block One y Block Two, dentro del parque, debe hacerse con agencia autorizada. En cuanto a las condiciones sanitarias, se recomienda beber agua embotellada y ser muy precavidos con los mosquitos, ya que el Dengue es habitual. Y un consejo importante es viajar con seguro médico que cubra, además de la asistencia médica en el país de destino, la repatriación en casos graves o fatales. Nosotros siempre viajamos con IATI o Assist Card (no recibimos publicidad de ellos) y nunca hemos tenido problemas.

CUÁNDO VIAJAR

La isla tiene un clima complejo marcado por el doble ciclo de los vientos monzones. La posición de Sri Lanka en el extremo sur del subcontinente indio la sitúa muy cerca del Ecuador, por lo que las condiciones de temperatura son estables durante todo el año con rangos entre los 28 y los 32 grados centígrados. Pero en los meses de enero y febrero, las temperaturas en las montañas pueden bajar hasta los 10 grados aunque en la costa las mínimas estarán siempre por encima de esos 28 grados. El otro factor clave es el de la lluvia. En Sri Lanka hay dos monzones que afectan de manera diferente a las dos regiones climáticas del país. El ‘Yala’ entra por el suroeste desde mayo a septiembre siendo los meses de mayo y junio los más lluviosos de este periodo. El segundo monzón se llama Maha y entra por el noroeste de octubre a abril y los meses más húmedos son los de octubre y noviembre. Los meses más secos son los de febrero y marzo. Pero aún en plenos monzones hay días de sol. Pero la mejor época para visitar la isla es entre febrero y abril aunque la temporada alta, con más horas de sol y, a la vez, temperaturas más suaves, se extiende desde diciembre a marzo.

¿CUÁNTO TIEMPO ES EL IDEAL?

Con dos semanas uno puede tener una idea bastante aproximada de lo que Srilanka puede ofrecer pero si puedes estar tres semanas o más mucho mejor. Con tres semanas puedes permitirte el lujo de hacer algunas excursiones como la peregrinación al Pico de Adán, un lugar sagrado para hinduistas, budistas y musulmanes al que se accede de noche para ver amanecer desde su pico (situado a 2.243 metros) y que es una de las experiencias ideales para mezclarse con la población local. Si puedes estar más tiempo pues mucho mejor, pero con tres semanas puedes irte a casa con la sensación de haber visto lo sufiente cpmo para presumir de conocer el país.

ALQUILA UN TUK TUK

Eso sí, saca tu carnet de conducir internacional y, si puedes, practica un par de semanas antes con una vespa para ir acostumbrándote al mejor medio de transporte e Sri Lanka. Alquilar un Tuk Tuk te permite explorar la isla a tu antojo sin horarios, sin la necesidad de las eternas esperas del transporte público y de forma muy económica (en torno a los 20-25 euros al día aunque si alquilas más de una semana ya os precios irán bajando). En Negombo hay dos empresas que alquilan tuk tuks a viajeros, Pick & Go Travels y Alma Tours. Conducir en Sri Lanka es seguro y los locales no hacen demasiadas locuras. Eso sí, al menos una vez haz un trayecto en tren; sobre todo por las llamadas tierras altas, dónde se encuentran las famosas plantaciones de té.

¿QUÉ VISITAS SON IMPRESCINDIBLES?

El Buda recostado en el Templo de Oro de Dambulla. Foto: Wikimedia Commons

Decir lo que es más o menos importante de un destino es algo completamente subjetivo. Lo bueno de Sri Lanka es que tiene un poco de todo, por lo que puede satisfacer la curiosidad de una enorme variedad de viajeros. Casi todos empiezan el viaje en Negombo, ciudad turística situada al norte de Colombo (capital). Será la primera incursión playera (aunque las playas de esta parte del país están masificadas y, por desgracia, poco cuidadas) y también una buena forma de preparar el resto del viaje. En esta ciudad también hay una animada vida nocturna y está a pocos kilómetros de la caótica Colombo, capital del país. Desde aquí se puede viajar en un día hasta Kandy, dónde se encuentra el Templo del Sagrado diente de Buda, uno de los más famosos del budismo a nivel mundial. Otra excursión próxima es la de las terrazas de té cercanas a Nuwara Eliya (161 kilómetros), que también puede ser una excelente base de operaciones para explorar maravillas como el Bosque de Pidurutalagala o el Pico de Adán. La pequeña ciudad de Ella está rodeada de bosques impresionantes, lagos, montañas y cascadas.

Otro punto clave es Dambulla (103 kilómetros desde Negombo) dónde se encuentran algunos de los lugares más demandados por los viajeros (las Cuevas de Dambulla, el conjunto monumental de Sigriya –dónde se encuentra la famosa Piedra del León- o el fantástico Hurulu Eco Park , dónde puedes ver elefantes en libertad). Otras ciudades históricas cercanas dónde merece pasar al menos una noche son Anuradhapura y Polonaruwa (dónde se encuentran los restos de la capital histórica del país y numerosos palacios y templos). Entre Dambulla y Anuradhapura se encuentra el famoso Buda de Avukana (a 53 kilómetros de Dambulla).

En el sur, más allá de las playas, hay varios lugares de interés. Dos imprescindibles son el Parque Nacional de Yala (se puede hacer base en las ciudades de Tissamaharama o Kataragama dónde se pueden contratar las excursiones al interior del parque), para ver emblemas de la fauna local como el leopardo o el elefante. Otro lugar que vale la pena ver es la ciudadela de Galle, antiguo asentamiento holandés que nos habla de las disputas entre las potencias europeas que entre los siglos XVI y XVIII para hacerse con el control de la canela de Ceilán, auténtico tesoro que explica la ocupación portuguesa, holandesa e inglesa de la isla (esta última hasta 1948).

¿Y PARA IR A LA PLAYA?

Las mejores playas de la isla se encuentran en la zona sur. La que más nos gustó fue la de Tangalle, un verdadero paraíso mucho menos profanado que otras vecinas como Mirissa o Unawatuna que, aunque siguen siendo playas espectaculares, están más frecuentadas por el turismo y albergan resorts y urbanizaciones turísticas. Otra playa que merece la pena ver es la de Beruwala que está en la costa suroeste y que presenta un buen equilibrio entre turismo y sabor local (se pueden ver a los célebres pescadores sobre estacas de madera). Nos hablaron maravillas de Trincomalee, en el noreste, pero no fuimos; esta zona del país fue uno de los epicentros de la guerra civil y aún se siguen limpiando amplios campos de minas. A ver si para la próxima vamos y te contamos.

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