El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pende de un hilo luego de que Estados Unidos condicionó su cancelación en cinco años si los socios no aceptan sus condiciones. A nueve meses de las elecciones de 2018, dependiendo de los resultados del equipo negociador mexicano, será perjudicial o favorable para el PRI, evaluó la investigadora Aribel Contreras, quien descarta que nuestro principal socio comercial se salga del tratado porque también le sería perjudicial.
El dólar se ha alborotado de nuevo y cerró la semana hasta en 19.25 pesos. Sin embargo, si se cancela este histórico acuerdo comercial, se vendería hasta en 25 por unidad y la inflación no cedería, vislumbran diversos análisis.
Además, el PIB mexicano caería 2 puntos porcentuales durante el primer año –y hasta unos 4 puntos al siguiente año–, y la deuda pública del Gobierno federal se elevaría más de 10 puntos porcentuales, estimó la calificadora Moody's.
Esto pegaría principalmente a los entidades mexicanas que son exportadoras, ya que el país que gobierna Donald Trump es el destino de 80 por ciento de las exportaciones mexicanas, principalmente manufactureras.
Ciudad de México, 15 de octubre (SinEmbargo).– El comportamiento del peso frente al dólar ha vuelto a ser un termómetro de la áspera renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a nueve meses de las elecciones presidenciales de 2018. El billete verde opera de nuevo por arriba de los 19 pesos luego de que Estados Unidos propuso una cláusula para finalizarlo en cinco años si los tres socios comerciales no acuerdan lo contrario durante ese periodo, así como la posibilidad de un acuerdo bilateral. Pero México y Canadá no coinciden porque dicen buscar el beneficio mutuo.
Ante el riesgo de un escenario pesimista, el Banco de México (Banxico) ha puesto en duda la posibilidad de que la tasa de inflación –precio de bienes y servicios por ahora arriba del 6 por ciento– vuelva a bajar al 3 por ciento en 2018, y la firma británica Capital Economics teme que el dólar se dispare hasta 25 pesos. Además, aunque lo considera improbable, Moody's Investors Services estima que si el TLCAN se cancela, el PIB mexicano caería 2 puntos porcentuales durante el primer año y hasta unos 4 puntos porcentuales al siguiente año. Además, la deuda del gobierno, actualmente casi el 50 por ciento del PIB, se elevaría más de 10 puntos porcentuales, alertó.
En febrero también había dibujado un futuro en que si se renegocia el TLCAN, como está sucediendo, las exportaciones bajarían un 5 por ciento y el crecimiento nacional caería un 1 por ciento, estimación en la que coincidió la investigadora de la Universidad Iberoamericana, Aribel Contreras Suárez. En 2017 los analistas económicos y grupos financieros calculan un crecimiento promedio de 2.1 por ciento, menor al 2.3 por ciento de 2016.
Sin embargo, determinó la calificadora Moody's, la transición política tras las elecciones presidenciales representa un riesgo mayor que el fracaso en el acuerdo comercial, ya que retrasaría la implementación de las reformas estructurales, incluyendo la apertura del sector energético a la inversión privada, por lo que confía en el papel de oposición del Congreso.
"Una renegociación desfavorable frenaría el crecimiento y provocaría efectos secundarios negativos para las economías locales de los principales estados exportadores del país. Sin embargo, las propuestas iniciales podrían, en efecto, estimular el desarrollo industrial", expuso en un reporte.
Aribel Contreras Suárez, investigadora del Departamento de Estudios Empresariales la Universidad Iberoamericana, dijo que en este proceso erradamente "acelerado" de la renegociación todavía hay un "gran abismo" entre las propuestas y el establecimiento de documentos, por parte de los 300 negociadores que discuten 28 temas. Descartó que Estados Unidos se salga del acuerdo porque saldría "sumamente perjudicado", sobre todo en estados dependientes de las exportaciones a México y Canadá como California e Illinois.
"La postura estadounidense es la que ha sido la más áspera y que más ha presionado, por lo que los canadienses y mexicanos han sido los que han estado conteniendo e intentado suavizar sin lograrlo", dijo. "México y las cámaras comerciales debieron haber hecho desde antes de manera puntual el Plan B (diversificar las relaciones y sacar provecho de los otros tratados comerciales), pero el gobierno mexicano se ha quedado muy cojo ante el posible impacto económico".
Durante 2016 los cinco principales productos que México exportó a Estados Unidos fueron las autopartes y accesorios de vehículos; camiones y autobuses; autos para pasajeros; computadoras; y equipo de telecomunicaciones, de acuerdo con US Census Bureau. El jitomate, aguacate y cerveza son los productos agropecuarios que más mandó.
A nivel estatal, son diez entidades las que concentran los envíos al vecino del norte, según datos del Atlas de Complejidad Económica citados por México, ¿Cómo Vamos?: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, San Luis Potosí, Nayarit e Hidalgo. En contraste, Quintana Roo, Baja California Sur y la Ciudad de México concentran menos de un 60 por ciento.
El representante del Partido Republicano en México, Larry Rubin, afirmó que se ha estimado que entre el primer y segundo semestre del año próximo concluyan las negociaciones, es decir, antes de las elecciones presidenciales de México.
La investigadora Aribel Contreras expuso que varios Secretarios de Estado están siendo "oportunistas" al pronunciarse sobre la renegociación sin conocimiento de por medio para postularse y autoconsiderarse presidenciables. Sin embargo, dijo, dependiendo de los resultados del equipo negociador mexicano será perjudicial o favorable para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), actualmente en el poder bajo la sombra del candidato virtual Andrés Manuel López Obrador.
"EL TLCAN NO SE VA A VENIR ABAJO"
El Secretario de Economía de México, Idelfonso Guajardo –que ha estado en las mesas de diálogo– rechazó imponer una fecha de caducidad al TLCAN al implicar desestabilidad e incertidumbre en las cadenas de suministro y afirmó que los mismos empresarios estadounidenses han cuestionado la posición de su Presidente Donald Trump. El Presidente Enrique Peña Nieto ha dicho que no podemos ser "rehenes de una sola posición".
"El TLCAN no se va a venir abajo, la posibilidad es que quizá Estados Unidos se salga, pero este tratado seguirá regulando nuestro comercio con Canadá, esto es algo muy importante", dijo Guajardo en una entrevista televisiva. En la misma línea, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, aseguró durante su visita al país que "no vamos a reaccionar cuando alguien proponga ideas con las que no estamos de acuerdo [...] Nos tomaremos muy en serio las propuestas. Vamos a analizarlas y presentar contrapropuestas".
Asimismo, ante el característico bajo costo de la mano de obra mexicana, Trudeau llamó –como lo ha hecho Donald Trump– a mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores en México, ya que representa una ventaja competitiva. "Para tener una situación de ganar-ganar-ganar es necesario que se tengan mejores normas, salarios y condiciones de trabajo", afirmó ante el Senado de la República.
Sin embargo, la académica de la Universidad Iberoamericana, Aribel Contreras Suárez, afirmó que aunque México se ha mostrado abierto al capítulo de los derechos laborales por ser cuestión cualitativa, la parte de los salarios no estaría a debate porque las condiciones económicas locales no son como en ese par de naciones desarrolladas, y se trata de un tema interno y cuantitativo.
"El salario mínimo en México se establece a través de una comisión que se reúne cada año para establecer un aumento con base en las condiciones de vida de los mexicanos. Por otro lado, Canadá y Estados Unidos no pueden pretender que el salario se homologue porque México es un país en desarrollo, con menor competitividad a nivel mundial y un trabajador mexicano necesita laborar dos días para poder ganar lo que ingresa un estadounidense y un canadiense en una hora (7.25 dólares y 8.25 dólares canadienses)", aseguró.
LA DIFÍCIL DIVERSIFICACIÓN
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Los flujos comerciales entre el trío han aumentado a raíz del acuerdo firmado hace dos décadas. La zona de libre comercio de América del Norte es el mayor mercado de todo el mundo y representa, con solo tres países, más de un cuarto del PIB mundial. En 1993, el comercio entre el trío era de 290 mil millones de dólares, y en 2016, fue de 1.1 billones de dólares. El valor de las exportaciones mexicanas solo a Estados Unidos ha crecido en términos reales en 339 por ciento, revelan cifras oficiales.
Estados Unidos es el primer socio comercial de México al ser el destino del 80 por ciento de sus exportaciones, principalmente del sector manufacturero. Coahuila, Jalisco, Aguascalientes, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro son los líderes en exportación de autopartes y vehículos. El intercambio bilateral de bienes vale mil millones de dólares por día. En tanto, solo el 2.9 por ciento de las exportaciones mexicanas van para Canadá, su tercer socio comercial.
Los sectores de minería, manufactura, energía y comercio son los que producen la mayoría de los bienes que México exporta. Contamos con una red de 12 Tratados de Libre Comercio con 46 países de Europa, Asia y Centroamérica y, ante el riego de cancelación del acuerdo, las autoridades mexicanas han considerado reorientar los envíos.
No obstante, la diferencia con lo vendido a Estados Unidos, el principal cliente, es abismal: el 5.1 por ciento de las exportaciones mexicanas van a la Unión Europea, el 1.4 por ciento a China, el 1.3 por ciento a Centroamérica, el 0.9 por ciento a Japón y el 0.8 por ciento a Colombia, según la Subsecretaría de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía. La diversificación comercial tomaría alrededor de una década, según economistas.
Ante ello, la Casa de Bolsa Finamex, que pronostica un crecimiento económico de 1.8 por ciento y una tasa de inflación de 4.5 por ciento para 2018, destacó de las minutas publicadas por el Banco de México este jueves que todos los miembros de la Junta de Gobierno coincidieron en la desaceleración de la inversión privada debido principalmente a la incertidumbre ante el TLCAN y el proceso electoral que comenzará pronto.
"Las minutas apuntan a una perspectiva de crecimiento para la economía mexicana no tan positiva, tanto en el corto plazo como en el potencial. Además, los riesgos actuales como el TLCAN, las elecciones y la política monetaria de la Fed podrían deteriorar aún más las previsiones. Estos mismos riesgos pueden afectar, y ya están afectando, al peso mexicano y a la inflación, cuyo pico fue más alto y la desaceleración más lenta de lo anticipado", expuso.
AUMENTO EN CARROS MADE IN EU
Luego de las amenazas del magnate Donald Trump en enero contra automotrices como Ford y General Motors para que dejaran de armar los automóviles en México y los exportaran al mercado estadounidense, entre los temas que se han discutido durante las cuatro rondas de negociación del TLCAN destaca que ahora se busca aumentar de 62.5 a 85 por ciento el contenido americano en los vehículos con el 50 por ciento procedente de ahí.
"El tema de reglas de origen ha sido sumamente ácido porque de manera indirecta va de la mano con la cuestión de los salarios. Queda la duda para los empresarios: por un lado les exigen que paguen más sueldos y por el otro en la industria automotriz piden mayor contenido estadounidense por cada automóvil manufacturado en México. ¿Dónde queda que México es atractivo para las inversiones extranjeras? Le resta competitividad", interpretó la investigadora Aribel Contreras.
En el sector automotriz hay cadenas productivas entre países con bienes intermedios. Tres fuentes familiarizadas revelaron a la agencia Reuters que Estados Unidos ha propuesto aumentar el contenido estadounidense que se haría con la utilización de metales fabricados en su territorio, pero Canadá y México consideran que eso pudiera aumentar los costos de producción.
El Presidente Donald Trump ha alegado que este acuerdo comercial histórico quita trabajos a los estadounidenses. Pero la asociación de fabricantes de equipamiento para automóviles de Estados Unidos (MEMA) advirtió que la primera potencia mundial podría perder hasta 50 mil empleos si Washington se retira del Tratado de Libre Comercio de América del Norte TLCAN.
El estudio de MEMA calcula que la imposición de unos aranceles aduaneros del 35 por ciento a componentes fabricados en Estados Unidos y destinados a las plantas de montaje de automóviles en México y Canadá supondría la pérdida de entre 25 y 50 mil empleos. Si la renegociación del TLCAN actualmente en marcha termina con la imposición de nuevas normas que incrementen el contenido producido en Estados Unidos, el sector se arriesga a perder hasta 24 mil empleos.