Ciudad de México, 15 de junio (SinEmbargo).– Analistas financieros coincidieron en que el peso mexicano se encuentra subvaluado, es decir que vale menos de lo que debiera para comprar otras monedas, debido a que ha reaccionado ante la volatilidad internacional derivada, entre otros factores, por la inminente alza de tasas en Estados Unidos. Además dijeron que la moneda mexicana podría llegar a tocar otro máximo histórico y rebasar de nuevo los 16 pesos por dólar.
El 5 de junio pasado, la moneda mexicana cayó a un nivel mínimo histórico al cerrar en 16.01 pesos por dólar. La baja respondió a que el billete verde se fortaleció después de que el Gobierno de Estados Unidos anunció la creación de 280 mil nuevos empleos, más de los previstos por especialistas, lo que generó incertidumbre entre los inversionistas ante la probabilidad de que la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) aumente la tasa de interés de referencia en ese país antes de septiembre, lo que nuevamente fortalecería al dólar frente a la moneda nacional.
Gabriela Siller Pagaza, analista de Banco Base, explicó que debido a estos factores internacionales se prevé que el tipo de cambio siga volátil, “con lo que el peso pudiera llegar de nuevo a un máximo histórico muy cercano a los 16 pesos por dólar”.
“El peso mexicano está muy subvaluado. El tipo de cambio debería estar alrededor de los 12.80 pesos por dólar [interbancario, el que se cotiza en los bancos]. Sin embargo, las depreciaciones que hemos visto no son por factores internos sino por factores externos”, agregó.
Mario Correa Martínez, economista en jefe de Scotiabank México, coincidió con Siller Pagaza y expuso que “ya estamos en niveles de subvaluación en el tipo de cambio, lo que quiere decir que el peso vale menos de lo que debiera valer para comprar otras monedas, en este caso el dólar estadounidense”.
El especialista también previó en que podrían llegar a verse niveles de 15.70 pesos por dólar, 15.80, e incluso niveles cercanos o por arriba de los 16.
Sofía Santoscoy Pineda, analista de Bursámetrica, manifestó que otro factor que también está afectando a la moneda es la situación de la deuda en Grecia. “Eso aumenta el hermetismo en los mercados, los inversionistas prefieren refugiarse en monedas más fuertes. Como el yen, el dólar, o bien el oro”, expresó.
RECUPERACIÓN
Al inicio de la jornada del viernes, la moneda mexicana registró una depreciación: el dólar libre se vendió en 15.74 pesos en los bancos de la Ciudad de México, cuatro centavos más respecto de la sesión previa, pues el jueves cerró en 15.70. Al cierre de la jornada, se depreció un 0.06 por ciento y cerró en 15.41 pesos, respecto de su cotización previa.
La semana pasada, la moneda nacional se recuperó con respecto del mínimo histórico que tocó el viernes –16.01 pesos por dólar–. Con respecto del la jornada del lunes, cuando el dólar libre se vendió en un precio máximo de 15.92 pesos, se recuperó en 18 centavos.
Sofía Santoscoy, analista de Bursámetrica, planteó que la semana pasada “el peso mexicano se apreció, justamente por una debilidad del dólar. Y además, debido a que el precio del petróleo empezó a recuperarse”.
Sin embargo, dijo que la depreciación que la moneda registró, por ejemplo la del jueves pasado, se debió a una mejora en las ventas al menudo en Estados Unidos, que “ha estado mostrando indicadores económicos en las últimas dos semanas que están reforzando la probabilidad de aumentar sus tasas de interés en este año”, lo que aumenta la volatilidad en los mercados.
En tanto, Mario Correa sostuvo que “en estos últimos días [el peso] se ha venido fortaleciendo, debido a que se ha relajado un poco la tensión en los mercados globales. Pero esa misma volatilidad [que se ha registrado] seguramente la vamos a volver a ver en los próximos tres meses”.
“Cuando hay nerviosismo en los mercados los inversionistas tratan de refugiarse en activos libres de riesgo, y tratan de salirse del peso. Cuando Estados Unidos sube las tasas de interés lo que hace es que los inversionistas volteen nuevamente a ese mercado. Pues con una tasa mayor, tienen mayores rendimientos. Por lo tanto hay una fuga de capitales en el peso mexicano”, detalló Santoscoy.
Bursámetrica prevé que para el tercer trimestre del año, a finales de septiembre, el peso esté tocando los 15.35 por dólar.
“Creemos que en el tercer trimestre pueda recuperarse el peso. Pero no hay que descartar la importante volatilidad en los mercados, debido a que la situación en Europa le ha pegado mucho al peso. Al mismo tiempo, si la economía de Estados Unidos sigue recuperándose, por lo tanto el dólar se mantiene fuerte, el peso podría también debilitarse, sin embargo en estos días el aumento en los precios del petróleo ha ayudado a la moneda mexicana”, agregó la especialista.
LA VOLATILIDAD INTERNACIONAL
Los analistas consultados insistieron en que son los factores internacionales, como el ajuste a la política monetaria de Estados Unidos, y la situación de crisis en Grecia, los que han contribuido a la depreciación de la moneda de México. Mientras que los factores internos son los que, por ahora, no han afectado ni beneficiado al mercado cambiario mexicano.
Gabriela Siller explicó que estos factores internacionales podrían llevar a que “el peso pudiera llegar de nuevo a un máximo histórico muy cercano a los 16 pesos por dólar”.
Detalló que los factores internos de la economía mexicana, ni afectan ni benefician a la moneda. “Será hasta el siguiente año cuando los factores internos comiencen a beneficiar”, sostuvo.
Mario Correa dijo que incluso los factores económicos internos “apuntan hacia una moneda más fuerte, hacia una apreciación del peso”.
“Deberíamos estar viendo niveles pues más cercanos e inclusive, por debajo de los 14 pesos. En función únicamente de los fundamentos internos. Pero hoy en día, nuestra moneda, como muchas otras en el mundo, están reaccionando a los cambios que se generan en el entorno global”, mencionó.
El especialista destacó que el país tiene una sólida posición financiera, así como una gran cantidad de reservas internacionales, más de 190 mil millones de dólares, por lo que “si la tensión que generan estos temas globales va cediendo, pues deberíamos de ver un tipo de cambio que se está apreciando”.
Sin embargo, alertó, que si por otro lado, los mercados se ponen más tensos de lo que estamos viendo ahorita, el peso se verá afectado nuevamente.
“Son tiempos inéditos los que vivimos en la economía mundial”, debido a que no se habían utilizado las políticas monetarias que actualmente se están implementando, y eso representa una eleva incertidumbre, la forma en qué están reaccionando los mercados financieros.
En tanto, Sofía Santoscoy precisó que los factores internos que ayudarían a fortalecer el peso es un aumento al consumo interno, “el cual sigue siendo débil pese a la recuperación que ha mostrado durante las últimas semanas”, además de un mayor crecimiento económico.
Aunado a las políticas que podría implementar el Gobierno federal, “una de las que esperábamos era el aumento del gasto [pero] hace unos meses el Gobierno dijo que lo iba a recortar debido a la caída de los precios del petróleo”.