#DatosCerrados | Bajo la gestión de Rosario Robles Berlanga y sólo en 22 días, la Sedesol gastó 26 millones 699 mil 999 pesos en la difusión de una sola campaña de spots. Eran anuncios que elogiaban el programa de combate a la pobreza que ese año se inauguraba con un nuevo nombre; de Oportunidades había pasado a ser Prospera.
Ese dinero habría alcanzado para 29 mil 666 becas bimestrales de 900 pesos del mismo programa en un año en el que, según la ASF, la pobreza no menguó ni un ápice en México. ¿Fue útil este gasto? Después de esos días de anuncios en la pantalla, el Gobierno federal mandó a hacer un estudio para conocer el impacto de la campaña en los ciudadanos mexicanos; pero clasificó bajo reserva los resultados hasta 2019.
Ciudad de México, 15 de abril (SinEmbargo).- En la difusión de una sola campaña de spots que elogiaban el programa Prospera que ella misma impulsaba y sólo durante 22 días, Rosario Robles Berlanga gastó al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) 26 millones 699 mil 999 pesos entre enero y febrero de 2015. Es decir, en este periodo, la mujer que estuvo encargada del combate a la pobreza durante dos años y medio, gastó 1.2 millones de pesos por día en publicidad oficial.
Lo anterior de acuerdo con la revisión de once contratos consultados en el Portal de Obligaciones y Transparencia y cotejados en Compranet, los dos mecanismos de Transparencia donde puede verse el destino del gasto público. Esos millones se repartieron en varios medios informativos con concesión de televisión. El mayor –de nueve millones– fue para Televisa y el segundo más grande –ocho millones– se le destinó a TV Azteca.
La cantidad habría alcanzado para 29 mil 666 becas bimestrales de 900 pesos del mismo programa. En 2015 –el tercer año del Gobierno peñanietista- 43.6 por ciento de las familias pobres de México no alcanzó los apoyos que desde 1992 se reparten como paliativos, según una investigación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
No es posible saber si fue útil la difusión en la televisión de esta parte de la gestión de Robles Berlanga. Después de esos días de anuncios en la pantalla, el Gobierno federal mandó a hacer un estudio para conocer el impacto de la campaña en los ciudadanos mexicanos; pero clasificó bajo reserva los resultados hasta 2019. Habrá pasado un año de la conclusión del peñanietismo cuando pueda conocerse si este gasto logró el efecto deseado.
2015: AÑO DE AUSTERIDAD… Y DE PUBLICIDAD
En 2015, el Gobierno de México declaró la austeridad en la política de gasto con el argumento de que el panorama económico global era crítico. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público recortó 124 mil 300 millones de pesos como “ajustes preventivos”. A la Secretaría de Desarrollo Social le tocó una disminución de 2% de su presupuesto. No obstante las limitaciones, gastó 780 millones de pesos en publicidad oficial, lo que la convirtió en la segunda dependencia que más destinó dinero a este concepto, después de la Secretaría de Salud, según un estudio de Fundar.
También, ese año, la Sedesol fue la instancia gubernamental con más subejercicio; es decir, no usó dinero. El gasto no ejercido sumó mil 512.6 millones de pesos, el 30 por ciento de la Administración federal. En los montos que no se gastaron, destacan 757.9 millones de pesos que fueron asignados a la Coordinación Nacional de Prospera Programa de Inclusión Social. Se trata del mismo programa que fue difundido en la televisión.
Pero si el resultado de la publicidad oficial entre enero y febrero de 2015 no puede conocerse, en terreno –en la realidad de los 53 millones de pobres reconocidos de manera oficial- tampoco puede conocerse si hubo impacto. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió en su investigación que no hay mecanismos de transparencia suficientes para conocer si los apoyos económicos de Prospera llegaron a su destino.
Lo que sí reconoció la ASF es que este programa no logró paliar la pobreza y por el contrario, ese mal social se incrementó con tres millones de individuos que cruzaron hacia esa circunstancia desde una situación que antes, era un poco mejor en términos de poder adquisitivo.
En 2015, el programa Prospera apenas había cambiado de nombre. Hasta septiembre de 2014, fecha en que el Presidente Enrique Peña Nieto rindió su Segundo Informe de Gobierno, se llamó Oportunidades. No se trató sólo de un cambio de nomenclatura, en la ejecución se incrementaron las herramientas y el número de localidades de cobertura. El incremento fue de 13.7 puntos porcentuales respecto de la cobertura de 8.2 por ciento de 1998. El número de familias objetivo creció de 21.9 a 6.1 millones.
Pese a ello, la ASF –el órgano que vigila el buen ejercicio del dinero público- expuso en su investigación que no observó un decremento significativo o contención de la pobreza.
La Sedesol fue instituida en 1992 con el gran encargo de combatir de manera gradual y a largo plazo, la pobreza. Su primer Secretario fue Luis Donaldo Colosio Murrieta (quien fue asesinado en 1994). Desde entonces, por sus despachos han desfilado diferentes Secretarios con diferentes equipos de técnicos, especialistas y por lo tanto, ideas. No ha llegado la hora de ver resultados. El mal que recorre de norte a sur a México no ha sido combatido y al contrario, cada vez es más agudo.