El periodista italiano Emiliano Fittipaldi lamentó que "en el Vaticano un periodista pueda ser juzgado simplemente por hacerse preguntas", lo que calificó de "inaceptable".
Ciudad del Vaticano, 15 mar (EFE).- El periodista italiano Emiliano Fittipaldi, imputado por filtración y publicación de documentos vaticanos reservados, consideró hoy que ha quedado desmontada "completamente" la acusación contra él y otro periodista.
A su salida del tribunal que lo juzga y tras la celebración de una nueva audiencia a puerta cerrada, Fittipaldi dijo que los interrogatorios al sacerdote español Lucio Vallejo Balda, también imputado, entre ayer y hoy "han desmontado completamente las acusaciones que el Vaticano tiene" contra los dos profesionales.
Sostuvo que han demostrado que ninguno de los dos presionó al sacerdote español para que les filtrara los documentos secretos en el caso conocido como "Vatileaks2".
"(Vallejo) Balda ha dicho que no ha tenido presiones ni amenazas (...). A cuestiones reiteradas tanto de los jueces como de los abogados, no ha dado ningún ejemplo concreto de aquello que yo y (Gianluigi) Nuzzi hemos hecho para tener acceso a una serie de documentos que después han terminado en nuestras manos", señaló.
El periodista lamentó que "en el Vaticano un periodista pueda ser juzgado simplemente por hacerse preguntas", lo que calificó de "inaceptable".
"Estamos siendo procesados por haber hecho preguntas. Yo estoy siendo procesado porque he hecho algunas preguntas al secretario de la Prefectura económica", agregó en relación a Balda.
Vallejo Balda es el único imputado sobre el que pesa una medida cautelar: fue detenido el 1 de noviembre en la Gendarmería, el 23 de diciembre fue puesto bajo arresto domiciliario y ahora el Vaticano ha vuelto a encarcelarle por comunicarse con el exterior.
El sacerdote español fue secretario de la extinta Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA), de donde procedía la mayor parte de los archivos revelados.
En este proceso penal se investiga la filtración y publicación de documentos reservados de carácter financiero y en él están imputadas cinco personas: los dos periodistas que divulgaron los documentos en sus libros, Nuzzi y Fittipaldi, Balda, la italiana Francesca Chaouqui y el administrativo Nicola Maio.