Ciudad de México, 14 de noviembre (SinEmbargo).– Tras la elección de Luis Raúl González Pérez como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2014-2019, organizaciones defensoras de derechos humanos coincidieron en que el nuevo titular tendrá que emprender una renovación en el organismo, que oriente su trabajo a una efectiva defensa de las víctimas, además de demostrar independencia frente al Poder Ejecutivo y los partidos políticos y actuar con transparencia.
Al respecto, los representantes de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT) y de Amnistía Internacional (AI) en México, dijeron a SinEmbargo que ante la crisis en materia de derechos humanos en la que se encuentra el país, la CNDH tiene que dar un cambio de dirección contundente y orientar su trabajo de manera que esté cerca de las víctimas y actúe con independencia e imparcialidad.
“Tiene que tener una independencia del poder y una cercanía a las víctimas que le posibilite que las recomendaciones se conviertan en procesos que nos acerquen a la verdad, a la justicia, a la reparación del daño, a la no repetición. Ese es el gran reto, que las víctimas encuentren justicia y verdad en este país que se encuentra ahora destrozado”, expresó Fernando Ríos Martínez, secretario ejecutivo de la Red TDT.
Por separado, el director en México de AI se congratuló de que la CNDH “tenga nueva sangre” y expresó que la expectativa sobre el nuevo presidente “es que diera un viraje de 180 grados a la labor que ha estado haciendo la CNDH en estos años, que sea una CNDH cercana a la gente, a las víctimas, que sea independiente, imparcial, que no se preste a los juegos de los partidos políticos, y que esté para vigilar el tema de derechos humanos”.
Este jueves, González Pérez fue elegido por la mayoría de los Senadores como el nuevo ombudsman nacional, con lo que relevó en el cargo a Raúl Plascencia Villanueva.
En votación secreta realizada durante la sesión del Pleno del Senado, González Pérez, quien se desempeñaba como abogado general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recibió el voto favorable de 97 de 107 legisladores presentes.
Los otros dos integrantes de la terna sometida a elección -Mauricio Farah Gebara y Sara Irene Herrerías Guerra- recibieron, cada uno, únicamente dos votos. Cuatro Senadores anularon sus sufragios y dos rechazaron la terna propuesta.
Conforme con el procedimiento para la designación del nuevo titular de la CNDH, el ganador tenía que recibir al menos dos terceras partes del total de sufragios, de modo que no fue necesario repetir la votación, como ocurrió en 2009 cuando resultó elegido Plascencia Villanueva.
El nombre de González Pérez figuraba en las propuestas de candidatos para la terna final de los tres principales partidos políticos en el Senado.
Durante los posicionamientos en el Pleno de los grupos parlamentarios no hubo ningún cuestionamiento sobre los candidatos que integraban la terna, a excepción de la Senadora Layda Sansores San Román, del Partido del Trabajo (PT).
Por la mañana, Sansores abandonó la reunión de las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y de Justicia -donde se definió la terna que sería llevada al pleno- al calificar el procedimiento como una “farsa”. Ya en el Pleno, Sansores refrendó su postura al decir que el proceso de selección del presidente de la CNDH era una “simulación” y sostuvo que ya estaba decidido, por acuerdo legislativo, el triunfo de González Pérez.
Para la votación se utilizó una urna en la que los Senadores depositaron sus cédulas de votación. Sansores anotó en la suya la palabra “Farsa”. El conteo de las papeletas se hizo de forma inmediata por la Mesa Directiva, tras lo cual se informó del triunfo de González Pérez.
Tras darse a conocer su designación, el hasta ayer abogado general de la UNAM tomó protesta de su cargo y abandonó el salón del Pleno.
RETOS EN LA CNDH
Los directivos de la Red TDT, AI y de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), José Antonio Guevara Bermúdez, aplaudieron que en el proceso de renovación del presidente de la CNDH no se reeligiera a Plascencia Villanueva, quien buscaba continuar en el cargo para un segundo periodo.
“En buena parte estamos muy satisfechos por la no reelección de Raúl Plascencia, que desgraciadamente se había convertido en un personaje que instigaba a las víctimas y estaba en contra de las organizaciones mismas”, expresó el secretario ejecutivo de la Red TDT, que agrupa a 74 organizaciones civiles de 22 entidades del país.
La pretensión de Plascencia Villanueva fue ampliamente criticada por varias organizaciones civiles y defensores de derechos humanos, e incluso motivo a decenas de ellos a presentar una denuncia ante la Cámara de Diputados para solicitar que se emprendiera un juicio político en su contra.
Uno de los promotores de dicha acción fue Eduardo Gallo, quien consideró que ahora “el trabajo que tendrá que hacer la Comisión es el que dejó de hacer en los últimos cinco años, con Plascencia”.
Guevara Bermúdez consideró que González Pérez tiene un enorme reto “para sanear esa institución, ponerla en el lugar en el que no ha estado, que es la promoción de los derechos humanos en el país en un contexto de graves violaciones de derechos humanos”.
Gallo y Guevara coincidieron en señalar que una de las primeras acciones que tendrá que realizar el nuevo ombudsman es definir su equipo de trabajo.
A decir del director de la CMDPDH, con el nombramiento de sus principales funcionarios, González Pérez “va a definir el tipo de CNDH que se quiera tener”, por lo que consideró deseable que los visitadores sean personas de probada competencia y con experiencia en materia de defensa de los derechos humanos.
Ríos Martínez destacó la importancia de que esclarezca cuáles van a ser sus criterios y su manera de trabajar, además de su papel para ejercer acciones de inconstitucionalidad, mientras que para el director de Amnistía Internacional tendría que haber un cambio en la forma de trabajo sobre las recomendaciones que el organismo hace y el seguimiento que les da.
No obstante, resaltó que el mayor reto para González Pérez “es hacer un verdadero diagnóstico en el tema de derechos humanos, que no le tiemble la mano en decir la crisis por la que estamos atravesando y sobre todo ser independiente frente al Poder Ejecutivo”.
Los entrevistados también señalaron que entre los temas pendientes de resolver están las problemáticas de los migrantes, desaparecidos (algunos de ellos forzadamente), desplazados, víctimas de violencia.
“El panorama va a ser de mucho trabajo, de mucho esfuerzo”, expresó Gallo.
Quiroz calificó la encomienda del nuevo presidente de la CNDH como “titánica” dada la crisis de derechos humanos por la que atraviesa el país. En su opinión, el trabajo de González Pérez se verá a partir de sus primeras acciones y especialmente frente a casos de violaciones graves de derechos humanos, como Iguala y Tlatlaya.
Para el defensor de los derechos humanos y ex visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua, Gustavo de la Rosa, “la CNDH está tan mal que sólo le queda recuperar su honorabilidad y eficacia o desaparecer”.
Asimismo criticó la ineficacia de la institución encargada de la salvaguarda de los derechos humanos en el país y expresó: “Le deseo suerte a México con este presidente. No tengo por qué desearle suerte a él, sino suerte a México porque el que tiene mala suerte con los derechos humanos es el país”.
EL PERFIL DEL NUEVO OMBUDSMAN
González Pérez fue secretario ejecutivo, director general administrativo, Primer y Segundo Visitador y director de la Cuarta Visitaduría de la CNDH durante las gestiones de Jorge Carpizo y José Luis Soberanes.
Contendió en 2009 por la presidencia de la CNDH, apoyado por el grupo cercano a la rectoría de la UNAM y a Jorge Carpizo, quien fue el primer presidente de la CNDH.
En la UNAM se desempeñó como director general de Personal, secretario general administrativo y abogado general desde 2008.
Además, fue el fiscal especial encargado de la investigación del asesinato del candidato presidencial priísta Luis Donaldo Colosio. Como tal, desechó las hipótesis sobre un segundo tirador y sobre la autoría intelectual del crimen de personas vinculadas al narcotráfico o al gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Por el contrario, respaldó la versión del “asesino solitario” y dio por cerrado el caso.
El pasado 28 de agosto, el académico Enrique Carpizo Aguilar, sobrino del exrector Jorge Carpizo, lo acusó ante la CNDH de supuestamente plagiar un trabajo suyo para titularse como doctor en Derecho. Carpizo Aguilar solicitó medidas cautelares a la CNDH, presidida por Plascencia Villanueva, quien a la postre se convertiría en contendiente de González Pérez. Carpizo Aguilar acusó incluso ser víctima de represalias del abogado de la Universidad Nacional, a quien acusó como parte de una “red mafiosa”.
El ahora titular de la CNDH cuestionó la celeridad con que la institución elaboró y notificó las medidas cautelares a favor de Carpizo.
Respecto al perfil del nuevo presidente de la CNDH, Gallo reconoció su experiencia en derechos humanos, procuración de justicia y en la academia por su papel como abogado general de la UNAM.
“En su opinión, la designación de González Pérez “fue la mejor de las elecciones que pudo haber hecho el Senado de la República.
“Claro, habrá que trabajar para reorientar la Comisión hacia donde tiene que ir, a donde siempre debió haber ido, que nunca debió haberse desviado. Tendrá que trabajar mucho para que la Comisión responda a las necesidades de México y de todos los mexicanos y para lograr el respeto de los derechos humanos, pero creo que la persona es la adecuada para esta función”, dijo.
Guevara Bermúdez también consideró idóneo el perfil de González Pérez para el cargo.
“El perfil del nuevo ombudsman reúne los requisitos legales y de los principios de parís, es una persona de probada competencia y experiencia en materia de derechos humanos, entonces yo creo que el Senado eligió bien”, afirmó. “Es una persona que genera expectativas positivas y esperanza en muchos de nosotros de que las cosas puedan cambiar”.
Perseo Quiroz expresó que se le podrá juzgar por sus acciones, mas que por la trayectoria que tenga.
Para el secretario ejecutivo de la RED TDT, González Pérez “tiene que ser muy transparente en su manera de ejercer este poder” y refrendó que hoy más que nunca es indispensable que las organizaciones estén muy pendientes de suactuar.
“Es un llamado para que no caiga en los errores de Plasencia Villanueva y pueda ser crítico consigo mismo y crítico de sus relaciones con el poder”, dijo.
Ríos Martínez recordó la relación de cercanía de los dos últimos rectores de la UNAM, instancia de la que proviene el nuevo ombudsman, con el PRI. “Se le pide a Raúl González que para que su trabajo sea más contundente, para que su trabajo sea realmente efectivo, se le pide que haya una independencia concreta del PRI”, apuntó.
“Lo vimos con Plascencia, cómo hubo un contubernio con políticos de todos los colores […] lo que finalmente mostraba era una no independencia y que en ese sentido estaba dejando sin cubrir sus garantías a grandes colectivos y a las víctimas de este país. Sí se le puede pedir al nuevo presidente de la CNDH que pueda evitar esos errores tan graves que hubo del anterior presidente para que no los repita”, pidió.
OPACIDAD EN LA SELECCIÓN
Los representantes de las organizaciones civiles también se refirieron al proceso de selección del ombudsman nacional,en el cual no fueron incluidos de forma directa ni vinculatoria en la decisión final.
Al respecto, Guevara consideró que fue un proceso “perfectible”, pues hubo fallas en la consulta a organizaciones, al no ser suficientemente ordenada, que no se supiera quién votó a favor de cada candidato, ni los criterios a partir de los cuales los Senadores evaluaron los perfiles para elaborar las ternas de candidatos.
“Hace falta mucho en materia de transparencia en estos procesos”, señaló. “Lo correcto sería que los partidos den a conocer los criterios a partir de los cuales llegaron a esa conclusión, no la cuestiono pero sí haría falta mayor transparencia en la toma de decisiones”.
Ríos Martínez consideró que no hubo transparencia en el proceso de selección, no se supo cuáles fueron los criterios para elegir a los primeros 37 candidatos cómo se fueron depurando, ni se dio a las organizaciones la posibilidad de intervenir con preguntas directas durante las comparecencias.
“Es una lástima que no se haya llevado a cabo de la manera adecuada, porque de entrada pone en entredicho la legitimidad de la designación. Fue un proceso opaco, donde no hubo una participación adecuada de las organizaciones de la sociedad civil, donde el proceso de consulta no fue llevado a cabo conforme lo estipulaba la normativa en la materia. Ahí hubo un falla por parte del Senado en no llevar un proceso conforme a lo que la ley y los estándares internacionales plantean”, apuntó Quiroz.