Ciudad de México, 14 de diciembre (SinEmbargo).– Las 41 escuelas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que se mantuvieron en paro durante más de dos meses en exigencia de la derogación de la Reforma al Reglamento Interno de la Institución que había sido aprobada, entre otras demandas, fueron entregadas a las autoridades esta semana, luego de que el pasado martes los ocho acuerdos alcanzados entre el gobierno federal y los alumnos se publicaran en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y en la Gaceta Oficial Politécnica, así como en algunos diarios de circulación nacional.
Los estudiantes politécnicos mantuvieron el paro general y realizaron diversas movilizaciones en el Distrito Federal, con el fin de echar atrás la Reforma al Reglamento Interno que fue aprobada en septiembre pasado, a pesar de que la comunidad estudiantil se oponía.
Las principales demandas del Movimiento Estudiantil eran la abrogación del Reglamento Interno y que la institución detuviera el nuevo modelo educativo basado en competencias y las modificaciones al plan de estudios, que –de acuerdo a los estudiantes– buscaba “volverlos cada vez más técnicos”.
En su momento, denunciaron que en los artículos del 56 al 60 del Reglamento aprobado se intentaba transgredir los derechos cívicos y de libre expresión del alumnado, pues en ellos se estipulaba que las autoridades “tendrían todo el poder de sancionar a cualquier alumno que incurriera en un acto que afecte el ‘buen orden’ del plantel”.
Alertaron que las cuotas que antes se consideraban como donativos, “pasarían a ser obligatorias en todas las escuelas del IPN”. Además que se buscaba cobrar una cuota a todos los alumnos que quisieran participar en un taller o actividad deportiva o cultural de los planteles.
Los alumnos reclamaron que el nuevo reglamento le abría las puertas del IPN a la iniciativa privada. Ya que –explicaron– se le otorgarían permisos a particulares, ajenos al Politécnico, para el aprovechamiento y explotación de los espacios físicos en los planteles.
También planteaban que el reglamento eliminaba el principio de que para ser directivo del IPN se debe ser egresado del Instituto, además de que privaba a los estudiantes de expresar sus inconformidades en una manifestación como la que han realizado durante más de dos meses.
Con estas demandas y otras más, miles de estudiantes politécnicos pararon clases durante semanas y salieron a las calles; en diversas ocasiones fueron cobijados por alumnos de otras universidades como la Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Autónoma Metropolitana (UAM), para exigir una educación de calidad.
Los politécnicos dieron muestra de organización en cada una de sus movilizaciones, todas pacíficas, con las cuales lograron que Miguel Ángel Osorio Chong los atendiera afuera de la Secretaría de Gobernación (Segob) y leyera sus demandas frente a cientos de personas, en un pequeño templete y sin más protocolos que los acordados por la misma comunidad estudiantil.
Ante el acto –que muchos medios de comunicación calificaron como “histórico”–, la comunidad del Politécnico advirtió que no ovacionaría al Secretario de Gobernación por atender sus peticiones: “No es nada plausible lo que está haciendo, ése es su trabajo”, dijeron.
Luego de la renuncia de la Directora General del IPN, Yoloxóchitl Bustamante Diez, y de la respuesta “incompleta e imprecisa” que dio el gobierno federal a sus demandas, según resolvió la Asamblea General Politécnica, y ante la posible “desmovilización” que advirtieron los estudiantes en las acciones del gobierno federal, el IPN endureció su protesta.
El 7 de octubre pasado, los 41 planteles de Educación Superior y Media Superior del Instituto anunciaron un paro indefinido de labores hasta que sus demandas fueran atendidas y solucionadas.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) llamó a los estudiantes al diálogo; los politécnicos aceptaron y pusieron sus condiciones: que fuera en sus instalaciones y que fuera público y televisado por el canal 11 del Instituto.
En la quinta mesa de negociación que se instaló entre autoridades del gobierno federal y estudiantes del Politécnico, la madrugada del 20 de noviembre, se anunció la designación de un nuevo director, Enrique Fernández Fassnacht, ex Rector de la UAM. Sin embargo, los estudiantes lo rechazaron debido a que no manifestó disposición en resolver el conflicto del IPN.
Por la mañana, unos 600 estudiantes se movilizaron del Monumento a la Revolución a las instalaciones del SEP. Ahí levantaron un muro con ladrillos y cemento de aproximadamente 1.60 metros justo en la puerta principal del inmueble.
Durante la sexta mesa de diálogo, Hernández Fassnacht ofreció disculpas a la comunidad estudiantil por las dudas y omisiones que provocaron el movimiento de los politécnicos.
“Inicio esta breve intervención destacando que los estudiantes politécnicos lograron superar, con creces, las dudas sobre su capacidad para organizar este diálogo en sus instalaciones y en un ambiente de seguridad y respeto.
“Procede entonces pedir perdón por esas dudas y por todas las acciones y omisiones que provocaron este legítimo movimiento”, declaró Hernández.
El 5 de diciembre autoridades federales, el director general del IPN, Enrique Fernández, y 41 voceros, uno de cada plantel del Instituto, firmaron ocho acuerdos con el que se puso fin al conflicto del IPN y los alumnos se comprometieron a entregar las instalaciones.
Por parte del gobierno suscribieron el subsecretario de Educación Superior, Fernando Serrano Migallón; de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Ozuna Rivero, y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Ángel Mejía.
Los puntos acordados entre ambas partes fueron que no haya represalias contra los integrantes del movimiento estudiantil. Se pactó la desincorporación de las unidades del nivel medio superior del IPN al Sistema Nacional de Bachillerato y a la Reforma Integral de la Educación Media Superior, en lo presente y en lo posterior.
Se informó que será reconocido el carácter resolutivo y refundacional del Congreso Nacional Politécnico en un plazo no mayor a cuatro meses después del reinicio de clases.
Asimismo se llegó al acuerdo para que el titular del Ejecutivo Federal garantice jurídicamente y por escrito, que no existe en el presente ni en lo posterior, injerencia del Tecnológico Nacional de México en las Escuelas, Centros de Investigación y Unidades Académicas del IPN que vaya en contra de los principios fundacionales de esa casa de estudios.
Otro de los puntos pactados fue que la función de vigilancia deberá recaer en un órgano interno dependiente del sector administrativo del IPN, con la única facultad de salvaguardar la integridad y garantizar la seguridad de la comunidad politécnica y patrimonio institucional.
Acordaron que el gobierno federal garantizará conforme a derecho la cancelación del oficio SSFP/408/1951 de fecha 19 de julio de 2005, exhiba públicamente los archivos y documentos oficiales sobre las remuneraciones a los ex directores generales del IPN y que el monto de éstas sea transparente en el destino y uso de los recursos, conforme a las necesidades que la comunidad politécnica estime convenientes.
Con lo anterior, la administración se compromete a presentar una investigación, denuncia pública y seguimiento, respecto a los autores intelectuales y materiales de los grupos y organizaciones que violenten y atenten contra la integridad de la comunidad politécnica.
Asimismo, en ese punto, se acordó que el titular del Ejecutivo Federal incluya en la iniciativa de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2015, un incremento sustancial en el gasto a la educación pública, así como en los ramos de Ciencia y Tecnología e Innovación con relación al ejercicio fiscal 2014.
Luego de una mesa de diálogo que los estudiantes sostuvieron con el director Enrique Fernández se llegó al acuerdo de que las clases se reanudarán el 15 de diciembre en la Escuela Superior de Medicina, mientras que el resto de las escuelas lo hará el próximo 7 de enero de 2015, con el objetivo de no perder el actual semestre.