Con el TLCAN la industria automotriz mexicana se consolidó como uno de los principales pilares del crecimiento económico al representar el 3.0 por ciento del PIB de México. Cuando inició el acuerdo comercial tenía una participación del 1.9 por ciento.
Distintos analistas perciben que el problema de la industria automotriz en México es su dependencia elevada del mercado estadounidense, de ahí la alerta de que la cuarta ronda de renegociación se centre en este sector como sucede este viernes con la propuesta de Estados Unidos para aumentar el contenido regional que los autos deben tener para calificar a un acceso libre de aranceles.
Los cambios en las llamadas reglas de origen aumentarán la complejidad y los costo de los vehículos. La Asociación de Administradores en Recursos Humanos Coahuila Sureste indicó que para la industria automotriz se incrementaría en un 20 a 25 por ciento el costo de producción el llevarse proveeduría a los Estados Unidos.
Ciudad de México, 13 de octubre (Vanguardia/SinEmbargo).– Estados Unidos reveló formalmente este viernes su propuesta para aumentar el contenido regional que los autos deben tener para calificar a un acceso libre de aranceles del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijeron a Reuters y Bloomberg fuentes familiarizadas con las negociaciones.
Estados Unidos propuso elevar las llamadas reglas de origen para automóviles del actual 62.5 por ciento a 85 por ciento, dijo un funcionario a Bloomberg hablando bajo la condición de anonimato. Las reglas gobiernan qué parte de un producto debe incluir contenido de los países del TLCAN para recibir los beneficios del pacto.
También propuso agregar un nuevo requisito de contenido puramente estadounidense de 50 por ciento, lo que significa que quiere que la mitad de cada automóvil comercializado bajo el TLCAN se fabrique en Estados Unidos, dijo John Murphy, vicepresidente senior de Política Internacional de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en una declaración el viernes a Bloomberg.
"La regla de origen del TLCAN para los autos ya es la más alta en cualquier acuerdo comercial en el mundo, pero la administración aparentemente quisiera elevarla a 85 por ciento", dijo.
Dicho en plata: México no podría exportar a Estados Unidos gran parte de los autos que produce, porque no tienen contenido regional. Las armadoras llegan con sus insumos, usan la mano de obra mexicana, arman, empaquetan y se llevan autos armados. Esa fue su apuesta desde un principio, mientras que los distintos Gobiernos mexicanos perdieron tiempo y no agregaron contenido local, lo que habría empujado a la industria nacional y habría generado dependencia de las armadoras a los insumos mexicanos.
Y lo anterior se traduce en algo muy simple: si las armadoras extranjeras quieren vender sus autos en Estados Unidos, su gran mercado, tendrán que aumentar el contenido regional (en Estados Unidos), lo que terminará por llevarse las fábricas a ése país.
La industria automotriz establecida aquí es la mina de oro de los sectores productivos mexicanos.
Sabedores de lo que Estados Unidos quieren, Canadá y México, los otros dos miembros del TLCAN, e incluso las automotrices, han rechazado esa idea. Pero con Trump nunca se sabe. Recientemente castigó a Bombardier, la canadiense, porque consideró que tenía subsidios de Canadá y de Francia.
Los cambios en las llamadas reglas de origen, que rigen qué proporción de un automóvil debe provenir de los países del TLCAN para que el vehículo reciba los beneficios del pacto comercial, aumentarán la complejidad y los costos.
Ayer se difundió un estudio de la asociación de fabricantes de equipamiento para automóviles de Estados Unidos (MEMA), el cual afirmó que ese país podría perder 50 mil empleos si Trump decide retirarse del TLCAN.
El estudio calcula que la imposición de unos aranceles aduaneros del 35 por ciento a componentes fabricados en Estados Unidos y destinados a las plantas de montaje de automóviles en México y Canadá supondría la pérdida de entre 25 mil y 50 mil empleos.
En la actualidad, el TLCAN requiere que el contenido producido en Norteamérica en los vehículos sea del 62.5 por ciento para evitar aranceles aduaneros. Pero Washington quiere aumentar esa cifra al 85 por ciento, con el 50 por ciento procedente de Estados Unidos.
El estudio, realizado por Boston Consulting Group para MEMA, también señaló que China podría ser uno de los beneficiarios de la desaparición del TLCAN porque algunos fabricantes transferirían su producción a países con bajos costes de producción.
ADEMÁS
EL PRECIO DE AUTOS SE ELEVARÍA
El presidente de la Asociación de Administradores en Recursos Humanos Coahuila Sureste (Arhcos), Ernesto Ruiz Valdés, indicó que para la industria automotriz se incrementaría en un 20 a 25 por ciento el costo de producción el llevarse proveeduría a los Estados Unidos.
Agregó que el costo de producción en Estados Unidos es mayor al de México, lo que finalmente repercutirá en los precios y con ello se generará una menor demanda en los productos; mientras que en el caso de México al relocalizar el origen de los proveedores decrecerán también los pedidos.
Aunque añadió que quizás la estrategia en ese país, es que con una disminución de impuestos puedan compensar estos incrementos en el costo de la producción, sin embargo, añadió que todo ello hasta hoy son planes.
Dijo que cambiar las reglas de origen tendría un impacto fuerte en México, toda vez que decrecerían los pedidos de autopartes y el principal impacto sería para las marcas americanas, mientras que las asiáticas y europeas lo resentirían en los aranceles que es de 3.5 y 5 por ciento para los vehículos y hasta 35 por ciento para las pick ups.
Sin embargo, dejó en claro que ese periodo se puede utilizar para realizar ajustes y abrir mercado en otras partes del mundo, por lo que se tendría entre 1.5 a 2 años para concretarlo.
A su vez, el presidente de Canacintra Coahuila Sureste, Everardo Padilla, reconoció que esta semana es de negociación difícil en el TLCAN y el ambiente está con esa parte de incertidumbre, aunque de no haber acuerdo, el Plan B entraría en marcha y el país dejaría el tratado, pero también empezaría a desarrollar su mercado interno.
Pero destacó la importancia del sector automotriz en la Región Sureste, pues hasta 80 por ciento de la industria está encaminada a ello y así la alternativa local sería reinventarse y tomar otros mercados, pues México tiene otros 42 convenios.
No obstante, consideró que la industria automotriz es una gran aliada porque la competitividad mexicana es hasta 30 por ciento superior a la que de Estados Unidos o Canadá.
Por su parte, el director de Relaciones Gubernamentales del Parque Industrial Alianza Derramadero, Arnoldo Saucedo Dávila, dijo que algún cambio afectaría la parte actual, aunque no todo se produce para EU y el TLCAN, pues mucha industria tiene otros origen de capital (Asia, Alemania).
Sin embargo, añadió que se tendría que estar levantando las antenas para tomar acciones o medidas que no vayan a provocar alguna caída, entre ellas está ya no depender de un solo capital extranjero sino que se vaya diversificando.
EU EL PRINCIPAL MERCADO DE MÉXICO
Con el TLCAN la industria automotriz mexicana se consolidó como uno de los principales pilares del crecimiento económico al representar el 3.0 por ciento del PIB de México. Cuando inició el acuerdo comercial tenía una participación del 1.9 por ciento.
De acuerdo con el estudio “Estadísticas a propósito de...la Industria automotriz” del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 1993 había instaladas 10 plantas de cinco marcas diferentes; en 2015 ya había 18 plantas de ocho marcas diferentes y en el período 2017 a 2019 se tienen planeados otros seis proyectos, de los cuales cuatro son de empresas no estadounidenses.
Distintos analistas perciben que el problema de la industria automotriz en México es su dependencia elevada del mercado estadounidense, de ahí la alerta de que la cuarta ronda de renegociación se centre en este sector.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), al cierre de 2016 el 86 por ciento de las exportaciones se concentró en el área de América del Norte. En 2013 la participación era del 76 por ciento.
El mercado estadounidense concentró 77.1 por ciento de las exportaciones de vehículos colocándose como el tercer exportador de automóviles hacia los Estados Unidos, y es el primer proveedor de camiones y de autopartes.
En el mes de septiembre, la producción de vehículos de México subió un 7.7 por ciento a tasa interanual, mientras que las exportaciones escalaron un 15.0 por ciento, ambas a cifras récord.
Las ensambladoras establecidas en México fabricaron 307 mil 174 vehículos ligeros y exportaron 270 mil 899 unidades en el noveno mes del año, publicó la AMIA.
Los envíos a Estados Unidos aumentaron un 7.8 por ciento, en tanto que a Canadá crecieron un 9.2 por ciento, en cifras interanuales.
La AMIA agrupa a las unidades en México de las estadounidenses Ford y General Motors; las japonesas Honda, Mazda, Nissan y Toyota; la alemana Volkswagen, y la italiana Fiat, que controla a Chrysler.
- Con información de Rebeca Ramírez, Vanguardia