Una mujer de 23 años tuvo que dar a luz con ayuda de socorristas y un médico vía telefónica durante las evacuaciones por el huracán "Irma".
Miami, 13 de septiembre (AP).- Dar a luz es una experiencia estresante y dolorosa, pero hacerlo durante el huracán "Irma" y sin la ayuda de un médico fue algo “traumático” para una familia de Florida.
Dos días antes de la fecha prevista para el alumbramiento, Tatyanna Watkins comenzó a sentir contracciones el domingo por la mañana justo cuando los vientos del huracán "Irma" estaban azotando al archipiélago de los Cayos y se acercaban a la península de Florida. Para el resto de los habitantes en el estado era momento de resguardarse para enfrentar la tormenta; para Watkins, era tiempo de dar a luz.
Watkins, de 23 años, y su novio, David Knight, llamaron a emergencias para pedir ayuda, pero los socorristas no pudieron llegar y la pareja escuchó las instrucciones que les daba un obstetra vía telefónica para efectuar el parto. Por cerca de 45 minutos, primero el operador de la línea de emergencias y luego el médico guiaron a la pareja para que naciera el bebé y les indicaron que utilizaran una agujeta de un zapato para amarrar la placenta. Destiny Knight pesó 3 kilogramos (6 libras 11 onzas) y midió 50 centímetros (20 pulgadas).
“Estoy asombrada. Todavía estoy impactada, pero pienso que estoy viva, que ella también lo está y que todos estamos a salvo”, expresó Watkins en una conferencia de prensa el miércoles con la recién nacida en los brazos. “Fue traumático”, agregó. Su novio volteó a verla y estuvo de acuerdo con ella.
“Él seguía sin poder hablar cuando llegó al hospital”, dijo de broma la médica Kendra Gillespie.
“Sólo quiero agradecer a Dios que todo está bien”, dijo David Knight.
La operadora de la línea de emergencia, Desiree Farrell señaló que éste no fue su primer parto vía telefónica, pero que era la primera vez que los socorristas no pudieron llegar a auxiliar. “En un momento recuerdo que el padre me dijo: ‘¿Puedes por favor quedarte conmigo por teléfono?’”, contó.
Watkins había sido evacuada de su casa ubicada en Homestead, un suburbio al sur de Miami. La mujer había enviado a sus otros dos hijos con sus padres y estaba lista para refugiarse en el apartamento de la madre de su novio en Liberty City.
En cuanto al nombre del bebé, Tatyanna Watkins ya había decidido desde antes que la tormenta se dirigiera a Florida que iba a ser Destiny. “'Irma' ni siquiera era lo suficientemente fuerte”, apuntó.