Ciudad de México, 13 de enero (SinEmbargo).– Padres de los normalistas desaparecidos y estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa "Raúl Isidro Burgos" denunciaron que en la protesta que realizaron el día de ayer en las instalaciones del 27° Batallón de Infantería, con sede en la ciudad de Iguala, Guerrero, la Policía Militar con equipo antimotines ya esperaba su arribo y los agredió "con gas lacrimógeno y piedras".
Otras versiones indican que fueron los padres y los estudiantes los que lanzaron piedras, palos y cohetones contra elementos de la Policía Militar que cruzaron la barricada de alambre con puntas de acero.
Pero los padres y los estudiantes tienen la propia:
"Los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos y el Comité Estudiantil de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos denunciamos la agresión cobarde que sufrimos. El Estado Mexicano no conforme con desaparecer y matar a nuestros hijos y compañeros y negarse a abrir líneas de investigación relacionadas con el Instituto Armado nos agrede nuevamente. Los militares aprovechando su superioridad numérica y entrenamiento nos agreden, cuando nuestro único delito es exigir la presentación con vida de nuestros 43 hijos y compañeros", denunciaron los padres y compañeros de los 43.
Mediante un comunicado de prensa difundido por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, el cual suscriben Dayro Ángel García y Miguel Sánchez del comité estudiantil, y Meliton Ortega y Felipe Cruz del Comité de Padres de Familia, los familiares denunciaron que alrededor de la una de la tarde de ayer lunes, "los padres de familia llegamos a las instalaciones del cuartel en la ciudad de Iguala, donde éramos esperados por decenas de militares con equipos antimotines".
Precisaron que tras realizar un mitin y cuando los padres y estudiantes demandaron la apertura del cuartel para buscar a los jóvenes desaparecidos el pasado 26 de septiembre, fueron agredidos "por los elementos castrenses que con gas lacrimógeno y piedras empezaron a golpearnos".
"Para evitar ser más agredidos los estudiantes optamos por retirarnos abordando los camiones para trasladarnos a la Normal Rural 'Raúl Isidro Burgos'. En la agresión resultaron heridos los padres de familia Mario César González Contreras, Bernabé Abrajam Gaspar, María Concepción Tlatempa y los estudiantes Omar García, Sergio Ochoa Campos y José Hernández Peña", refiere el documento fechado ayer.
Esta mañana, en entrevista para Radio Fórmula, Vidulfo Rosales, abogado del Centro Tlachinollan, dijo que efectivos militares arrojaron gas lacrimógeno y piedras a los manifestantes, por lo que los normalistas y padres de familia, utilizando un camión, quitaron una barricada hecha con malla de alambre.
"Los padres intentaron ingresar metros más adentro. Se quitó la barricada de alambre. [Los militares] empezaron a tirar gases lacrimógenos y piedras", comentó Rosales.
Dijo que los estudiantes derribaron con un tráiler una malla y es cuando se da "un enfrentamiento más directo [...] De parte de militares vienen las piedras".
"Son los militares los que empiezan a tirar gas lacrimógeno primero, quieren impedir que nos acerquemos más", comentó Rosales.
Los padres y compañeros de los normalistas desaparecidos manifestaron su alarma de que se utilice al Ejército en la disuasión de manifestaciones públicas "lo que es propio de regímenes autoritarios".
"De igual forma es desproporcionada la forma en que el Ejercito Mexicano se apresta a contener manifestaciones públicas y reprimir a los movimientos sociales, contrario a la actitud omisa y timorata que muestra ante la delincuencia organizada, que le permite libertad de acción y movimiento", denunciaron.
Frente a estos hechos, los padres, madres, familiares y compañeros de los 43 estudiantes desaparecidos reiteraron que no descansarán hasta encontrarlos con vida, "y alcanzar verdad y justicia para nuestros hijos y para nuestro pueblo".
Hicieron un llamado a la sociedad civil nacional e internacional a seguir pendientes frente "a la represión que estamos sufriendo y a mantener sus acciones de solidaridad para vencer la impunidad".
Asimismo exigieron al Estado mexicano la presentación con vida e inmediata de los 42 normalistas, justicia para los estudiantes ejecutados extrajudicialmente y reparación integral de daños para los caídos y lesionados en los hechos del día 26 y 27 de septiembre de 2014 y cese a la represión contra los familiares de los estudiantes desaparecidos, estudiantes normalistas y el movimiento nacional e internacional que se ha solidarizado con nuestra justa lucha.
EL ENFRENTAMIENTO
Mario César González, padre de César Manuel González, dijo ayer a SinEmbargo que fueron 27 padres los que ingresaron al cuartel de Iguala y el resto en Acapulco para sacar a sus hijos con sus propias manos, afirmó, porque están seguros que las fuerzas castrenses los tienen.
“Queríamos que se nos abrieran las puertas para buscar a nuestros hijos, era lo que pedíamos, porque estamos seguros que ellos participaron, ellos les quitaron los teléfonos en el hospital. Cuando entramos había muchísimos militares y nos mandaron a los antimotines y tuvimos que defendernos”, indicó.
De acuerdo con el padre de familia, Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, canceló una cita que tendría con ellos en la Ciudad de México.
“Ya estábamos listos para salir a las seis de la mañana y un tal Jaime nos habla y nos dice que Osorio Chong no va a estar, que nada más [Jesús] Murillo Karam, que se cancelaba. Ya a los padres no nos quieren ni ver, entonces más tarde, como a las tres que ya estábamos en el cuartel nos hablan para decirnos que nos estaban esperando”, dijo el padre de César Manuel.
Al momento en que los padres denunciaban que tenían pruebas de que los soldados de ese batallón intervinieron en los hechos del 26 de septiembre, algunos normalistas lograron abrir la puerta del cuartel general, por lo que la policía militar formó un cerco para evitar su ingreso.
Se informó que los manifestantes llegaron a las instalaciones y derribaron la puerta con un camión de carga y entraron al cuartel, para comenzar a arrojar piedras a las fuerzas castrenses.
Mario César indicó que a pesar de los golpes recibidos hoy, seguirán buscando a sus hijos y no descansarán hasta encontrarlos.
“Si ellos tienen armas, no nos interesa, lo que nos interesa a nosotros es la vida de nuestros hijos. Ya ni la Procuraduría tiene tiempo para nosotros, entonces, decidimos buscarlos por nuestra cuenta, aunque nos sigan reprimiendo”, dijo.
Clemente Rodríguez Moreno, padre de Cristian Alfonso Rodríguez, participó en la protesta en el cuartel de Acapulco y dijo que lo único que los padres querían, era que los altos mandos salieran a dar la cara.
“Queríamos que los altos mandos dieran la cara, para exigirles que ya los busquen, con los mismos militares, ellos los tienen porque hay evidencia de que el Ejército estaba resguardando a los 43, hay testigos y no han hecho nada”, dijo.