El pago de intereses de la deuda pública, que podría alcanzar más de 568 mil millones de pesos en 2017 (101.7 por ciento), cifra superior al monto de gasto en inversión, advierte la organización México Evalúa y señala que el Presupuesto 2017 no tiene las mejores decisiones en materia fiscal lo que derivirá una falta de crecimiento económico en el país.
Ciudad de México, 12 de octubre (SinEmbargo).- Las mejores decisiones en materia fiscal no se han tomado y "se está cocinando una receta de anticrecimiento". México invertirá menos en capital en 2016-2017 que lo registrado en 1939, con 2.8 por ciento del PIB, dijeron hoy México Evalúa y México, ¿Cómo Vamos?, dos think tanks mexicanos.
Las organizaciones mencionaron que para promover el crecimiento económico, el gobierno debe privilegiar el gasto en inversión física y en capital humano. Sin embargo, el Proyecto de Egresos de la Federación para 2017 prevé aumentar 23.5 por ciento (86 mil 742 millones de pesos) el gasto de Servicios Personales (sueldos y prestaciones de funcionarios públicos) y recortar la inversión en obra pública del Gobierno federal un 21.2 por ciento (19 mil 278 millones de pesos) frente a 2012.
Otro reto que enfrentan las finanzas públicas es el pago de intereses de la deuda pública, que podría alcanzar más de 568 mil millones de pesos en 2017 (101.7 por ciento), cifra superior al monto de gasto en inversión.
Para evitar que el endeudamiento siga aumentando de forma descontrolada (subió 10 puntos porcentuales del PIB en cuatro años), ambas organizaciones a partidistas recomendaron:
1. Que la ley exija que el Poder Ejecutivo especifique cómo usará los recursos al solicitar deuda.
Valeria Moy, de México, ¿Cómo Vamos?, expuso que debido a la crisis financiera de 2008, el gobierno debió gastar y endeudarse más, "pero en los siguientes años no sólo no se corrigió, sino que empeoró".
Moy agregó que se ha acumulado tanta deuda "que los intereses nos están comiendo. En 2017 se gastará más para pagarlos que en inversión; no se iniciarán nuevos proyectos".
2. Que la ley federal se base en la Ley de Disciplina Financiera de Entidades y Municipios para establecer los requisitos para que el gobierno federal pueda adquirir deuda, así como un límite permitido al déficit de las finanzas públicas.
Desde el 2009, las finanzas públicas han reportado un déficit primario (más gasto que ingresos). Aunque la meta del 2017 es alcanzar un superávit, "está por verse porque se vienen las elecciones encima", aseguró Moy. "Que se alcance en los primeros meses no garantiza que continúe a final de año", añadió.
3. Crear un Consejo Fiscal Independiente que apoye al Congreso -el único capaz para aprobar el Presupuesto- a tomar decisiones informadas sobre la discusión presupuestal y las variables económicas relacionadas.
Mariana Campos, de México Evalúa, cuestionó que el gobierno no especifica qué programas se financian con la deuda adquirida y que se sigue gastando tanto en comunicación social y publicidad oficial.
"El Congreso autoriza una deuda creyendo que se tendrá un crecimiento que no pasará y eso dificulta el pago", dijo.
Campos evidenció la necesidad de una disciplina fiscal, ya que los recortes prometidos no se cumplen y se gasta más de lo dicho en el Paquete Económico porque no está regulado.
Además, cuestionó si la opacidad en los millones de pesos que se van en transferencias a gobiernos estatales favorece un posible uso político.
Por ejemplo, dijo Campos, en 2012 Baja California Sur (estado panista) recibió más que el Estado de México (estado priista). Tras el regreso del partido tricolor, el gobierno mexiquense subió 13 lugares.
Otro reto del país es fortalecer los ingresos públicos. Desde el 2012 los ingresos petroleros han caído por los bajos precios del petróleo por lo que desde ese año el país se ha basado en "fuentes no sostenibles": ingresos no petroleros y deuda.
"No hay rendición de cuentas apropiada del uso de los ingresos", acusó Mariana Campos.
Respecto al gasto público, Valeria Moy expuso que ha sido "profundamente ineficiente" respecto al combate a la pobreza.
Desde 2010 se han destinado más de 428 mil millones de pesos a programas sociales, pero la pobreza se ha mantenido entre 40 y 50 por ciento de la población.
"Es una deficiencia bestial. El que nace pobre se queda pobre", determinó Moy.
En conclusión, las dos organizaciones exigieron establecer límites razonables y transparencia para el gasto y petición de deuda, así como reducir gastos superfluos que no contribuyen al crecimiento económico como la publicidad oficial o servicios personales.
De lo contrario, se perderá la estabilidad macroeconómica, la cual está protegiendo al país.
Y también, ante el déficit, se perderá más la confianza de los inversionistas y los mercados; la cual puede recuperarse con un compromiso en una disciplina fiscal regulada con ley.