Ciudad de México, 10 de oct (sinembargo.mx) – Marisela Escobedo Ortiz clamaba justicia por el homicidio de su hija de 17 años cuando fue asesinada por un hombre el 16 de diciembre de 2010, la activista mantenía una protesta permanente en la Plaza Hidalgo de la ciudad de Chihuahua, frente al Palacio de Gobierno, el lugar donde se suponía tenían que protegerla.
La pesadilla de la mujer dio inicio cuando su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo comenzó una relación sentimental con Sergio Rafael Barraza Bocanegra, a quien había contratado para que lo ayudara en una pequeña empresa de carpintería. De ese noviazgo tormentoso y empañado por los celos nació la pequeña Heidi.
En septiembre de 2008, Marisela fue a buscar a su hija al domicilio que compartía con su pareja, pero no la encontró. Sergio estaba solo con la pequeña y le aseguró que Rubí había huido con otro hombre, hecho que la mujer nunca creyó.
Tras este encuentro, el joven huyó de Ciudad Juárez.
En enero de 2009, Escobedo Ortiz presentó un reporte por la desaparición de su hija. Tres meses más tarde, Sergio fue detenido.
El que fuera su yerno confesó que había golpeado a Rubí hasta matarla, todo ocurrió en un presunto arranque de celos cuando supuestamente la encontró en “los brazos de otro hombre”. Pese a que la adolescente ya estaba muerta, su pareja le prendió fuego.
La confesión y pruebas declaraban culpable a Barraza Bocanegra, pero los jueces, sorpresivamente, no pensaban lo mismo. El 30 de abril de 2010, el joven fue absuelto de manera unánime por los magistrados Catalina Ochoa, Rafael Boudib y Netzahualcóyotl Zúñiga, quienes renunciaron a su cargo en marzo de 2011.
Marisela Escobedo no resistió tal noticia, quebró en llanto y gritó desesperada ante la consternación de quienes la apoyaban. No podía creer que el homicidio de su hija podría quedar impune.
Días más tarde, el 20 de mayo, se realizó un nuevo juicio en el que se sentenció a Sergio Rafael a 50 años de prisión y se giró una orden de aprehensión en su contra, parecía que la justicia que tanto clamaba la activista por fin llegaría, pero de nuevo el proceder de las autoridades quedó en entredicho, pues nadie hizo nada por encontrar al muchacho, quien desde que se le dictó la sentencia absolutoria había desaparecido de Ciudad Juárez. La única que lo buscó fue la propia Marisela, quien en sus múltiples protestas e intentos de localizarlo se topó con la indiferencia.
Tras múltiples protestas ante el exgobernador chihuahuense José Reyes Baeza Terrazas, éste ordenó que se creara una Comisión Interinstitucional para el seguimiento del caso de Rubí. De acuerdo con Irma Gallo en el reportaje Activistas Mexicanas: en la mira de la muerte, publicado el 8 de febrero de 2012 en SinEmbargo.mx, dicha comisión estaba integrada por diversas instancias estatales, como la Procuraduría de Justicia y el Supremo Tribunal de Justicia, así como la Comisión Estatal de Derechos Humanos y representantes de la organización Justicia para Nuestras Hijas, a la que pertenecía Marisela.
“Marisela marchó a la Ciudad de México acompañada de otra madres que tenían la misma exigencia: que se hiciera justicia para sus hijas. Quiso entregar una carta al presidente Calderón, pero él no la recibió”, señaló la periodista.
Fue justamente en una de tantas manifestaciones que perdió la vida, poco después de denunciar que había recibido amenazas de muerte.
Tras el asesinato de Escobedo Ortiz, su cuñado fue secuestrado y asesinado. Y también fue incendiado un negocio familiar. Posterior al suceso, la familia de Marisela solicitó asilo político en Estados Unidos.
Desde su muerte, hace casi dos años, se han presentado diversas pruebas y hasta se ha hablado de tres culpables diferentes de su asesinato: el propio Sergio; Héctor Miguel Flores Morán, alias “El Payaso”, y José Enrique Jiménez Zavala, alias “el Wicked”, quien ya fue presentado.
El 23 junio de 2011, la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció recompensas para quienes proporcionaran información para localizar y detener a Sergio Rafael Barraza Bocanegra y por el o los responsables del homicidio de Marisela Escobedo Ortiz.
En el acuerdo específico A/051/11, publicado en el Diario Oficial de la Federación, se detallaba que el monto por Barraza Bocanegra sería de cinco millones de pesos y de tres millones para quien diera información veraz sobre el o los homicidas de Escobedo Ortiz.
Pero tendría que cumplirse un año de su muerte para que se encontrara el arma homicida y se diera a conocer el nombre de su presunto asesino.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que de acuerdo con las investigaciones respecto al asesinato de Marisela, “se tenían evidencias” que involucraban a Héctor Miguel Flores Morán, alias “El Payaso”, como el autor material de los hechos.
Así lo señaló el vocero de dicha dependencia, Carlos González, quien precisó que tras localizar el arma homicida se pudo identificar al presunto criminal, quien había sido asesinado meses antes.
“Hay una plena coincidencia entre el retrato hablado que se realizó con la colaboración del hermano de la señora Escobedo y con esta persona fallecida en septiembre además de otros elementos que forman parte de la investigación”, sostuvo entonces Carlos González.
Flores Morán estaba vinculado con la banda de secuestradores de “La Muñeca”.
Pero esta versión no fue bien recibida por Juan Manuel Frayre Escobedo, hijo de Marisela, quien aseguró que la Fiscalía mentía, pues “El Payaso” no era el asesino de su madre.
“El testigo afirma que ese hombre no fue, no olvidemos que tenemos un gobierno corrupto que es capaz de fabricar culpables”, dijo en una entrevista realizada por El Diario.
En cuanto al arma, la FGE también reveló que según estudios de balística realizados por personal de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, la pistola fue utilizada, junto con otras, en los homicidios de 12 personas en el municipio de Chihuahua y durante los meses de abril y agosto del año pasado.
La dependencia también detalló que para ese entonces, se habían efectuado 121 entrevistas relacionadas con el entorno de la víctima y de Sergio Rafael Barraza Bocanegra, así como a testigos y las relacionadas con las denuncias anónimas y llamadas de emergencia que se habían recibido.
Además, indicaron, se llevaron a cabo 28 investigaciones de gabinete; el análisis de 43 videos, el seguimiento a otras 14 denuncias ciudadanas presentadas al número habilitado con motivo de la investigación (01 614 429-94-39) y 24 llamadas al sistema de emergencias; el análisis de 39 reportes policiales sobre diversos hechos delictivos; más de 70 dictámenes periciales relativos a balística, criminalística de campo, química forense, cadena de custodia y planimetría, entre otros; la elaboración de un retrato hablado del autor material del homicidio; la inclusión de 78 antecedentes penales y policiacos en el Banco de Identificación Criminal y el aseguramiento de cuatro vehículos, parte de las evidencias localizadas en los diferentes hechos delictivos.
Meses después de estos primeros avances, Heidi, la nieta de la activista, recibió asilo político en Estados Unidos.
La pequeña Heidi Rubí había ingresado a Estados Unidos junto con cuatro tíos y otros familiares días después de la muerte de su abuela.
A casi dos meses de cumplirse el segundo aniversario luctuoso de Marisela, el actual gobernador de Chihuahua, César Duarte, dio a conocer la detención del presunto delincuente acusado de su muerte.
El pasado 7 de octubre el funcionario indicó que el detenido responde al nombre de José Enrique Jiménez Zavala, alias “el Wicked”, es decir, un hombre distinto al señalado con anterioridad.
El presunto asesino dijo que fueron Los Zetas quienes mandaron matar a Escobedo Ortiz.
Junto con “El Wicked”, fueron arrestados, Luis Alberto Camacho Ramos alias el Toker”, Luis Carlos González López, alias “El Cepi” de 37 años y Enrique Castro Castro, alias “EL Kike” de 33 años.
Jiménez Zavala dijo pertenecer al grupo de Los Aztecas desde el año 2003, cuando estaba en la cárcel en los Estados Unidos, y una vez en libertad se encargaba de la plaza de Chihuahua capital distribuyendo heroína y cometiendo homicidios tipo ejecución.
Uno de ellos fue el de Marisela Escobedo Ortiz, presuntamente realizado en compromiso de un acuerdo entre la organización delictiva de La Línea con los Zetas, “ya que el que asesino de Rubí, Sergio Barraza, andaba en Zacatecas y andaba con los Zetas”, y las acciones de Marisela “ya hacían mucho eco en las noticias”.
El presunto homicida dijo que la orden de matar a Marisela Escobedo la recibió directamente de Jesús Antonio Rincón Chavero, alias “El Tarzán”, tercero en la estructura de mando de la organización La Línea y quien ya se encuentra detenido y recluido en un Cefereso del país. Además que dicha orden venía de “más arriba”.
En ese tiempo, los cabecillas de esta agrupación criminal eran “El Diego” y “el Brad Pitt”, ambos también detenidos.
“El Wicked” declaró: “Cuando la privé de la vida, ella estaba en mero enfrente del Palacio de Gobierno, junto a la Suburban. Había una mesa y unas sillas de plástico, unos cartelones colgados en la manifestación de ella, una cruz con listones….., me bajé del carro por el lado de atrás de la Suburban, caminé hacia Marisela, le apunté el arma a la cabeza, jalé el gatillo y se me encasquilló”.
“Ella agachó la cabeza, el hermano agarró la silla y me la aventó, …. la silla me alcanzó a pegar en el brazo pero me la quité, en eso cargué otra vez. Marisela se echa a correr rumbo al Palacio, el hermano se va por el lado de enfrente de la Suburban, pero cuando él se percató que yo traía arma en mano se hizo para atrás, entonces yo alcanzo a Marisela le apunto arriba de la nuca y le doy un solo disparo y ella se cae en la banqueta a un lado del Palacio…”
José Enrique Jiménez Zavala al ser presentado ante los medios de comunicación expresó: “Yo la privé de su vida, duré todo el día viendo las entradas y salidas del lugar donde estaba, cuando vi la oportunidad y la prive de la vida, ella iba a entrar a Palacio de Gobierno pero no alcanzó y yo huí en un carro”.
Pidió disculpas a los familiares de la víctima y dijo estar consciente de sus actos y afirmó que el hermano de Marisela Escobedo podía ratificar la responsabilidad.
Sin embargo, al día siguiente, Luz Estela Castro Rodríguez, abogada que lleva el caso de Marisela Escobedo, cuestionó que el autor material de la activista sea José Enrique Jiménez Zavala, “El Wicked”.
Distintos medios reportaron que la defensora rechaza la versión que las autoridades dieron a conocer previamente, puesto que en dos versiones anteriores habían señalado a Sergio Rafael y posteriormente a Héctor Manuel Flores Morán “El Payaso” como los culpables.
“Quiero decir que después del feminicidio de Marisela Morales, el Fiscal Salas declaró públicamente que el asesino era Sergio Rafael, posteriormente, el 15 de diciembre de 2011, Carlos González, que es el vocero de la Fiscalía, declaró que un sujeto que se llama Héctor Manuel Flores Morán, alías ‘El Payaso’, era el autor material del feminicidio”, dijo.
Añadió que sospechaban del culpable puesto que “ya teníamos un autor material y ahora a dos meses de que se cumplan los dos años del feminicidio tenemos una tercera versión de la Fiscalía con otro sujeto totalmente diferente, estamos hablando del grupo criminal Los Zetas, entonces lo primero que tendría que hacer la Fiscalía y el Gobierno de Chihuahua es decir cuáles fueron los elementos científicos para tener ahora otra versión totalmente diferente con objetivos diferentes y móviles diferentes”.
Además duda de la declaración del presunto asesino: ”Está muy armada, lo cual –dijo– crea mucha confusión”.
“Llama la atención que las declaraciones están como bastante armadas, en el sentido de que la lógica me dice que no son como justo las palabras que pudiera decir un sujeto, porque él declara lo que sale en el video, cuando llega y que la suburban, que por cierto no era suburban, que las sillas eran de plástico, que tampoco eran de plástico y que cómo llegó y corrió, pero no utiliza un lenguaje que la lógica me dice que utilizaría un sujeto como él, hay bastantes confusiones que creo que la Fiscalía tendría que informar”, señaló la abogada.
“No estoy exonerando a nadie, pero sí es bastante confuso que ahora presentan a nuevos sujetos cuando ya los teníamos antes por dicho de la Fiscalía (…) al menos hay tres diferentes versiones y solamente hay una línea de investigación”, aseveró.
La abogada no fue la única en externar sus dudas. El día de ayer, Juan Frayre Escobedo, hijo de la activista, aseguró que el arrestado es un “chivo expiatorio” de las autoridades chihuahuenses.
“Las últimas noticias sobre la detención de un nuevo asesino viene como una sorpresa y consternación a la familia”, refirió en un carta.
Frayre se encuentra refugiado en El Paso, Texas, donde busca asilo político, a través de la organización civil Mexicanos en el Exilio.
El hijo de la activista también denunció que las autoridades mexicanas han ignorado las declaraciones y pruebas hechas sobre quién es el verdadero asesino material.
El 8 de octubre, la fiscalía de Chihuahua anunció que solicitará cadena perpetua en contra del homicida confeso de Marisela Escobedo, José Enrique Jiménez Zavala, pues también participó en el homicidio de dos periodistas en el Bar Colorado.
Por su parte, el gobernador de Chihuahua informó que Edward Salas, detenido recientemente en esta capital y que será extraditado a Estados Unidos, estaría vinculado con el asesinato de Rubí Frayre.
“No se ha dejado de trabajar en ello, nosotros podemos vincular la detención del homicida que será entregado a Nuevo México en esas mismas investigaciones”, comentó a El Diario al ser cuestionado por la posibilidad de capturar al asesino de la joven, luego de la detención del presunto homicida de su madre.
Edward Salas fue detenido apenas hace unos días gracias al trabajo conjunto entre Chihuahua y Nuevo México.
El detenido tenía orden de aprehensión por el homicidio de un menor.
Al día siguiente de esta revelación, la Fiscalía estatal formuló la imputación “el Wicked”, por el delito de homicidio calificado y agravado en perjuicio de Marisela.
El Ministerio Público argumentó las agravantes de premeditación, alevosía, ventaja, y que la víctima era del sexo femenino, para solicitar que le fijaran medidas cautelares de prisión preventiva, al considerar el grado de peligrosidad que representa para la sociedad.
Además consideró también la posibilidad de que “el Wicked” pudiera sustraerse de la acción de la justicia, razones por las que se estableció su internamiento hasta el cierre de la investigación ministerial fijada para el 9 de noviembre de 2013.
Mientras el proceso legal contra el presunto criminal se desarrolla, las dudas en torno al caso continúan surgiendo y la captura del asesino de Rubí Marisol Frayre Escobedo se sigue exigiendo para poder proporcionar lo que Marisela siempre pidió: justicia.
-Con información de EFE y Notimex