Ciudad de México, 12 de septiembre (SinEmbargo).– Mientras Jesús Ramírez Stabros dejaba el consejo de administración de Iberdrola México, este consorcio español firmaba un acuerdo de colaboración con el gobierno mexicano en la expectativa de invertir cinco mil millones de dólares hacia el final de la administración de Enrique Peña Nieto.
En días pasados, SinEmbargo dio cuenta de que Ramírez Stabros a la vez de que fungió como Coordinador de Vinculación de la Oficina de la Presidencia, un cargo de relación inmediata con el Presidente Peña Nieto, se desempeñó como miembro de la junta directiva de Iberdrola.
El convenio fue firmado el 9 de junio por el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza, y por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, cuatro días después de la que se oficializara la renuncia de Stabros a la eléctrica, pero no a la Oficina de la Presidencia, lo que ocurriría hasta el 9 de septiembre.
El equipo de contenido de la Presidencia de la República, integrada al mismo órgano al que perteneciera Ramírez Stabros, informó del acuerdo de colaboración entre la CFE e Iberdrola.
“El convenio se centra en las áreas de generación de electricidad, de transporte y distribución de energía y almacenamiento de gas natural. Los proyectos ya en marcha de la compañía española representan una inversión de un mil 500 millones de dólares.
“De acuerdo a las oportunidades que se abran en la Reforma Energética, Iberdrola podría aportar [por] inversiones de alrededor de 5 mil millones de dólares en el periodo comprendido entre los años 2014 y 2018”, se lee en el comunicado de la Presidencia.
En el mismo texto se advierte del promisorio futuro para la inversión privada, incluida la extranjera: 25 mil millones de dólares hasta el año 2020 “sólo en el ámbito de la generación eléctrica”.
Según la CFE, el entendimiento también contempla, “si se considera conveniente”, realizar proyectos conjuntos de inversión en instalaciones de generación renovable y convencional, redes de transmisión y otros relacionados con la industria eléctrica y del gas, hidrocarburo presentado como no de los puntos centrales de la pasada Reforma Energética propuesta por el ejecutivo y aprobada por el legislativo, ambos poderes en los que Stabros tuvo pertenencia.
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Ramírez Stabros pretende la gubernatura de San Luis Potosí, su estado natal.
Luego de que SinEmbargo mostrara el posible conflicto de intereses, el político priista envió una carta a la redacción del diario Pulso, de San Luis, en la que confirmó su participación como consejero independiente de Iberdrola de México SA de CV, cargo al que, aseguró, renunció el 5 de junio pasado.
El cargo de Ramírez Stabros era equiparable al de un Subsecretario de Estado por lo que devengó un sueldo mensual neto de 138 mil 765 pesos más todas las prestaciones propias de su nivel jerárquico.
La función operativa más importante que desempeñó Ramírez fue como enlace entre Los Pinos y las Cámaras de Diputados y de Senadores, papel especialmente intenso durante la pasada reforma constitucional en materia energética.
Al mismo tiempo, Stabros obtenía los beneficios de acuerdo con la política de retribuciones establecida para los consejeros de Iberdrola y que consideran, entre otros, los siguientes aspectos:
“Potenciar e incentivar la consecución de los objetivos estratégicos de la sociedad mediante la incorporación de incentivos a largo plazo, reforzando la continuidad en el desarrollo competitivo del grupo, de sus administradores y de su equipo directivo, fomentando un efecto motivador y de fidelización, así como de retención de los mejores profesionales”.
Aquí se subraya que, oficialmente y para lo que a la filial de la energética española en México hace, Ramírez Stabros accedió a la junta directiva el 5 de julio de 2013, siete meses después de ocupar la Coordinación de Vinculación de la Oficina de la Presidencia.
Según la carta de renuncia de Ramírez Stabros, el potosino se incorporó a la empresa desde 2009, lo que plantea la posibilidad de que su inclusión en el consejo de administración sea un ascenso.
Jesús Ramírez Stabros cursó la licenciatura en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de México (UAM) y una maestría en Economía y Gobierno en la Universidad Anáhuac.
Ramírez es un político de toda la vida. Fue secretario particular de Enrique Jackson Ramírez en los viejos tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el hoy extinto Departamento del Distrito Federal.
Ha sido Diputado local priista en su estado, San Luis Potosí, en dos ocasiones una de las cuales fungió como presidente de la Comisión de Hacienda. También ha sido Diputado federal dos veces.
En la anterior, de 2006 a 2009, promovió aspectos para admitir la inversión privada mediante contratos, por ejemplo, para la exploración petrolera en aguas profundas. Ese paquete de cambios fueron los impulsados por Georgina Kessel, entonces Secretaria de Energía y hoy consejera de la matriz española de Iberdrola.
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El grupo empresarial español dedicado a la producción, distribución y comercialización energética posee presencia en 40 países y poco más de 30 mil empleados.
México es una prioridad para Iberdrola. En el documento de 356 hojas fechado en Bilbao el 14 de febrero de 2014, la nación latinoamericana es referida 110 ocasiones siempre como parte del corazón del futuro de la trasnacional y con atención reiterada en los cambios al régimen legal para la inversión privada, modificaciones legales que se consolidaron en la Reforma Energética empujada por el funcionario y consejero Stabros desde la primera línea de influencia.
Iberdrola es el principal productor privado de electricidad en México con el 17 por ciento del total que se genera en el país. La firma posee varias subsidiarias en México. La siguiente relación se toma del Informe 2013 de la empresa española e indica el nombre de la sociedad anónima y su valor teórico contable.
Solamente una sociedad con participación de Iberdrola en el mundo posee mayor valor teórico que Iberdrola Generación México y es una empresa brasileña con una estimación de unos 700 millones de pesos mayor a la mexicana.
Algo coloca a la firma mexicana a la que perteneciera Stabros como la joya de la corona. Mientras el consorcio ibérico posee una participación de 19.54 en la empresa sudamericana, en el caso de la mexicana su interés es del 100 por ciento.
Iberdrola posee otro paquete de sociedades anónimas, todas sujetas de contratos con el gobierno de México:
En México, el dinero del gobierno y los permisos otorgados por este a favor de Iberdrola han fluido con potencia durante la doble faceta de Jiménez Stabros. Se lee en el informe corporativo de 2013, año en que de manera completa el priista gozó de dos juegos de tarjetas de presentación:
“El año 2013 ha supuesto un relanzamiento muy significativo de la actividad de Iberdrola en México derivado en buena medida por las licitaciones de la CFE. En diciembre de 2013 la CFE adjudicó a Iberdrola la central de ciclo combinado de Baja California III de 300 MW, y se presentó la oferta para Norte III de 900 MW que también ha sido adjudicada a Iberdrola en enero de 2014”.
Más detalles:
El 19 de diciembre de 2013, la CFE otorgó a Iberdrola el contrato para que la empresa particular venda a la paraestatal energía eléctrica por un plazo de 25 años dentro del Proyecto Baja California III. Esto implica la puesta en marcha de una central con capacidad de entre 217 y 294 mega watts. La inversión será de unos 270 millones de dólares.
En su Informe de Auditoría y Cuentas Anuales Consolidadas 2013, la matriz de Iberdrola incluye este proyecto como parte de su principal agenda de negocios en el mundo. El documento ofrece algunos datos más:
“Generación regulada con la construcción de 1,500 MW en México, derivada de las
licitaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como la central de ciclo combinado de Baja California III de 300 MW, y la de Norte III de 900 MW así como la ampliación de Monterrey 300 MW”.
Respecto de esto último, el 25 de octubre de 2013, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó a la subsidiaria Iberdrola Energía Monterrey a que, mediante su Central Dulces Nombres, generar energía eléctrica bajo la modalidad de “autoabastecimiento” y a favor de los “socios de la permisionaria”.
Algunos “socios son”: Cementos Apasco, a la que proveerá electricidad en siete plantas; Kimberly Clark, con cinco; tres de Vitromex, y 14 sucursales de tiendas Soriana.
En Nuevo León esta empresa ya opera una Termoeléctrica de Ciclo Combinado de 500 MW, además de parques eólicos.
El conjunto de establecimientos antes mencionados no se sitúa sólo en Nuevo León, sino en toda la República.
En los “planes de expansión” consignados en el permiso de la Comisión Reguladora de Energía se prevé que Iberdrola dote en el futuro a Volkswagen de México, Tiendas Comercial Mexicana y a la cementera Cooperativa La Cruz Azul.
“Los proyectos anteriores permitirán en el 2016 superar los 6,500 MW de capacidad operativa, reforzando la posición de liderazgo que Iberdrola ha mantenido en los últimos diez años en México como productor privado, y segundo del país tras la Comisión Federal de Electricidad”.
Iberdrola no deja nada. Otra de sus empresas asentadas en México es de carácter inmobiliario. Su nombre no podría ser más sugerente luego de saber del enriquecimiento de la empresa española durante su fichaje del político mexicano Jesús Ramírez Stabros: la empresa lleva por nombre Promociones La Malinche.
