Santos Laguna remontó a Chivas en su propia casa y se llevó de manera inesperada el triunfo para disminuir la crisis que se vive en la Comarca Lagunera.
Por César Huerta
Ciudad de México, 12 de agosto (AS México/SinEmbargo).- La última victoria ante su afición se encuentra ya lejos en el denso mar de los recuerdos. Desde el 28 de octubre del año pasado, Chivas no le da una alegría a la gente que acude a la casa rojiblanca. Y este domingo, un nuevo viaje amargo: De la alegría de la ventaja, a la decepción de sufrir una remontada. Santos se lleva los tres puntos con un 2-1.
El Guadalajara de José Saturnino Cardozo toma forma poco a poco. Y este domingo, el funcionamiento de arranque resulta efectivo en cuanto a generación de oportunidades. Sin embargo, el Rebaño Sagrado es víctima constante de un defecto que no logra sacudirse: Falta de definición.
En términos prácticos, la cosa es sencilla cuando se trata de futbol: De nada sirve llegar mucho, si se acierta poco a las redes. Y el cuadro tapatío es un concierto de oportunidades erradas. Isaac Brizuela mete el acelerador por izquierda, toca al centro, Ángel Zaldívar recorta, pero le queda larga. Jesús Godínez dispara de primera. Jonathan Orozco desvía a tiro de esquina, al ‘7.
Una clarísima: Jesús Godínez, desde la derecha, pone un servicio exacto. Techa a la defensa y deja solo al “Chelo” Ángel Zaldívar, pero a su cabezazo le faltara dirección. De nuevo Orozco tapa, al ‘12. Después, Walter Gael Sandoval gana la redonda en el área, pero el zurdazo cruzado alcanza a ser rozado por la defensa y se va por un costado, al ‘20. Y un minuto más tarde, de nuevo Zaldívar dispara desde la orilla del área… desviado. Una tras otra, Chivas se cansa de fallar.
Por fin, la luz aparece en el estadio rojiblanco. Javier Eduardo López la hace individual. Por el costado derecho se fabrica solo la oportunidad. Desborda. Centra. La bola encuentra solitario a Isaac Brizuela. Control y disparo de derecha. Jonathan Orozco tapa, pero el rebote el queda de nuevo al “Conejo”. En la segunda oportunidad no falla: zurdazo potente, implacable, imposible para la zaga y el guardameta. Guadalajara abre el marcador, al ‘25.
La última que perdona Chivas: minuto 31, Ángel Zaldívar encuentra la redonda en el área, pero no alcanza a rematar bien y el disparo se va flojo, por un lado. Una tras otra de la ofensiva rojiblanca. Así, no se puede. Porque el dominio de la pelota no gana partidos. Tampoco el generar más oportunidades que el rival. No reflejar el mejor futbol en el marcador se paga caro.
El primer aviso de Santos Laguna: Jonathan Rodríguez hace ver mal a Jair Pereira con un sombrerito y dispara enseguida. Raúl Gudiño salva al Guadalajara al desviar con las piernas, al ‘32. La visita avisa que con las manos vacías no se piensa ir. Falta de Josecarlos Van Rankin por el costado izquierdo de la ofensiva lagunera. Centro de Osvaldo Martínez, pasado a segundo poste. En el uno a uno, Carlos Salcido se equivoca. Falla en la marca el veterano. Jamás se entera que por su espalda, Matheus Doria se adelanta para estirar la pierna y conectar el balón. Al fondo: Santos empata al ‘39.
Para la segunda parte, el trámite cambia por completo. Con la salida de Javier Eduardo López y el ingreso de Fernando Beltrán, Chivas gana equilibrio en medio campo, pero pierde imaginación en ofensiva. Hoy que “Chofis” ha hecho un buen primer tiempo, se va al medio tiempo… y su equipo lo resiente. Santos, entonces, recurre a la inteligencia: aguanta, sabe esperar, cede por momentos y está a la caza de una oportunidad. La encuentra con un mal toque de Isaac Brizuela, que pierde la redonda en campo rival. Javier Cortés roba y de inmediato lanza a Julio Furch con un pelotazo tan profundo como preciso, que le permite escaparse.
Al entrar al área, Furch levanta la mirada. Contragolpe letal. Toca exacto, de lado a lado. Jonathan Rodríguez llega barriéndose a la cita con el balón. Empuja a las redes. Es el 1-2 para Santos Laguna, al minuto 78. Chivas está liquidado. No tiene capacidad de reacción. Anímica y futbolísticamente, está muerto en su propio campo. Ese donde no gana desde el 28 de octubre del año pasado. Otra tarde para olvidar.
