Empresas mexicanas quebrarán por las exportaciones más baratas tras baja del yuan

12/08/2015 - 3:31 pm
Foto: Cuartoscuro.
Actualmente México tiene un déficit en la balanza comercial con China. Foto: Cuartoscuro.

Por David Ordaz

Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo/economía.hoy).– La devaluación de la moneda asiática puede provocar un abaratamiento de las exportaciones chinas y una mayor competitividad frente a las manufacturas mexicanas, especialmente computadoras, equipo eléctrico y maquinaria no eléctrica. De quebrar, esas empresas podrían ser adquiridas por los mismos chinos.

“Los productores mexicanos empezarán a importar más productos chinos por los bajos precios”, dijo David Lozano, analista económico del Centro de Estudios Multidisciplinarios de la Universidad Nacional Autónoma de México, de acuerdo con un texto de La Opinión.

 “Hemos hecho un cálculo que estima que, a largo plazo, la importación de estos productos van a provocar el quiebre de alrededor de 25 millones de empresas pequeñas y medianas en el país”, dice el texto firmado por Gardenia Mendoza.

Esas compañías podrían ser adquiridas posteriormente por los mismos chinos, principalmente aquellas relacionadas con  la minería, la industria farmacéutica, la electrónica y las telecomunicaciones, donde ha mostrado un abierto interés.

Durante los últimos 30 años, reporta Economía Hoy, China ha tenido un crecimiento por encima del 7 por ciento, una cifra exorbitante que supera la de cualquier otro país del mundo pero actualmente el “dragón” asiático está registrando un proceso de desaceleración, debido a que busca trasformar su modelo económico.

China decidió que sus exportaciones ya no serían su motor de crecimiento y optó por dejar de ser la mayor fábrica del mundo para voltear la mirada al mercado interno. Eso provocó un déficit comercial de 22 mil millones de dólares (exportaciones e importaciones) cuando se estimaba un crecimiento de 14 mil 500 millones de dólares.

Hace algunas semanas ya se preveía que China podría flexibilizar su política monetaria y aunque la decisión de devaluar su moneda no sería sencilla por la presión internacional, lo cierto es que la decisión provocaría un desbalance en el comercio mundial.

Después de que China anunció la devaluación de su moneda (el yuan), la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cayó con fuerza y el peso fue arrastrado a un nivel que provocó que se activara una subasta de 373 millones de dólares del Banco de México.

Actualmente México tiene un déficit en la balanza comercial con China, desde donde compra productos por alrededor de 600 millones de dólares mensuales mientras que las exportaciones hacia allá apenas suman unos 233 millones de dólares en el mismo lapso.

Además, analistas no descartaron nuevos episodios de presión para el peso mexicano, atado también a los indicadores económicos en Estados Unidos que podrían aumentar expectativas en torno a un pronto aumento de tasas de la Reserva Federal.

Sobre esto, el movimiento del yuan puede presionar a la baja las tasas de inflación en Estados Unidos (EU) y otras economías desarrolladas. “Es probable que los precios de las importaciones para estas economías caigan, lo que sugeriría precios a la producción y al consumo más bajos”, explica Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija de M&G Investments. No debemos olvidar que buena parte de los productos manufacturados chinos que se consumen en economías avanzadas son ya de por sí baratos y podrían abaratarse aún más.

Una situación que amenaza los planes de la Reserva Federal estadounidense y su intención de subir las tasas de interés en septiembre.

“Será interesante ver cómo EU reacciona a este movimiento”, indica Nour Al-Hammoury, estratega jefe de ADS Securities. “Esta situación plantea más problemas a la Fed y podría dificultar una subida de tasas el próximo mes ya que una revalorización adicional del dólar podría tener efectos negativos en la economía estadounidense”, justifica al mismo tiempo que asegura que “la guerra de divisas ha vuelto”.

Una depreciación de la divisa china encarecerá los precios de las materias primas, generalmente en dólares. Un yuan más débil sugiere una demanda menor y podría desembocar en un menor crecimiento de las economías que exportan a China, así como de la región asiática.

PANORAMA NEGRO PARA EL PETRÓLEO

Los ingresos petroleros de México cayeron alrededor de un 40 por ciento interanual en términos reales durante el primer semestre de 2015, principalmente por los menores precios del crudo y a una caída en la producción.

Los petroprecios se encuentran alrededor de la mitad de lo que se cotizaban en 2014, y no se ven señales claras de que habrá un retorno hacia los niveles de 100 dólares por barril, al menos para los siguientes dos años.

El discurso oficial apunta a que el gobierno posee coberturas ante la caída de los precios para alrededor de la mitad de las exportaciones, sin embargo, esas coberturas únicamente ofrecen un espacio para recuperación por un año.

El impacto en los ingresos petroleros será inmediato, y la reforma energética, considerada como una válvula de escape para la actual administración, parece no tener un buen escenario, después de la primera fase de licitaciones dentro de la Ronda Uno, organizada por la Secretaría de Energía.

Al respecto, la caída en los ingresos petroleros requerirá un ajuste estructural de las finanzas públicas que implicará dos vías: una subida de impuestos y/o una reducción permanente del gasto.

México está ante un escenario crucial, ya que está por iniciar su consolidación fiscal que podría reducir el gasto público en 9 por ciento interanual en términos reales en el segundo semestre de 2015, y en más de 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para finales de 2016.

La reciente aprobación de la Reforma Fiscal busca, entre otras cosas, reducir la dependencia del gasto público de los ingresos petroleros. Prueba de ello es que los ingresos fiscales tuvieron un alza del 11.3 por ciento interanual en términos reales en 2014 y subieron casi un 30 por ciento en términos reales durante la primera mitad de 2015. Con esto, los ingresos petroleros representan únicamente el 18 por ciento del total de ingresos en lo que va de 2015.

Es aquí donde entra un punto clave de las acciones del gobierno mexicano, pues a inicios del año, se anunció un recorte al gasto público de 124 mil 300 millones de pesos (0.7 por ciento del PIB para 2015) para poder enfrentar la baja en los precios del petróleo y tres meses después se anunció un recorte similar de por 135,000 millones de pesos para 2016 con el objetivo de mantener unas finanzas públicas sanas.

Hoy, con los precios actuales y a pesar de que los ingresos petroleros han bajado en el total de los ingresos tributarios, si el precio de la mezcla mexicana continúa a la baja, el gobierno tendrá que ajustarse nuevamente el cinturón.

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