¿Por qué fabricar heces sintéticas? Los trasplantes fecales: una repulsiva técnica contra bacterias mortales

12/08/2013 - 12:30 am
Foto: Boing Boing
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Ciudad de México, 12 de agosto (SinEmbargo).- Los trasplantes fecales representan una repulsiva pero prometedora alternativa para el tratamiento de bacterias intestinales mortales. No obstante, pocos trasplantes tienen lugar debido a regulaciones higiénicas muy específicas para este procedimiento.

Sin embargo, un grupo de investigadores canadienses construyeron un tracto digestivo artificial para sintetizar heces en el laboratorio en un intento para hacer más seguros los trasplantes de materia fecal para aquellos que lo necesitan.

La microbióloga Emma Allen-Vercoe, en conjunto con un grupo de científicos la Universidad de Guelph, en Ontario, trabajan ahora para eliminar el riesgo de que los excrementos trasplantados contengan patógenos que puedan poner en peligro al paciente.

Bacterias como el Clostridium difficile o C. diff, son las responsables de causar la muerte de más de 14 mil personas al año en Norteamérica. Sin embargo, a pesar del riesgo, en Estados Unidos, por ejemplo, muy pocos trasplantes de este tipo son efectuados debido a las engorrosos regulaciones impuestas por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés).

De esta manera, Allen-Vercoe está trabajando para adaptar los microbios intestinales trasplantados a pacientes individuales. Sin embargo, estos no crecen en cajas de Petri, sino que las fabrican en el laboratorio, publicó la revista Popular Science.

Las heces son producidas dentro de una máquina que los científicos apodaron “robogut” (robotripa), un conjunto de seis vasos de precipitados llenos de una especie de lodo marrón que contiene trozos de almidón y la celulosa indigerible.

Foto: University of Guelph
Foto: University of Guelph

Después de esto, los científicos le añaden a la mezcla bacterias provenientes de heces humanas para crear la versión sintética del excremento.

Luego de esto, dado que el oxígeno es veneno para las bacterias intestinales anaerobicas, cada recipiente se cierra herméticamente, mientras que los sensores monitorean la temperatura y la acidez.

No obstante, a pesar de lo desagradable que pueda resultar el experimento, los expertos no dejan de lado el aspecto lúdico y nombraron a este compuesto “RePOOPulate” (Poop quiere decir mierda en español), en clara alusión a su función.

A partir de este complicado proceso de elaboración y envasado es que estas heces sintéticas pueden ser luego trasplantadas dentro del paciente de manera segura, siendo ya dos los casos en que los investigadores han utilizado este procedimiento de manera exitosa para tratar a dos pacientes con C. Diff.

Los trasplantes fecales son una terapia prometedora para la gente cuya flora intestinal ha sido dañada por enfermedades, antibióticos u otras terapias.

En el caso del Clostridium difficile, un artículo publicado a principios de este año por la revista New England Journal of Medicine sugiere que trasplantar las heces de un donante a una persona que padece una infección recurrente por esta bacteria puede resultar más eficaz que tratarla con antibióticos.

Foto: Toei Animation
Foto: Toei Animation

“Todo el mundo suele bromear con este tratamiento, pero es muy efectivo”, dice Josbert Keller, gastroenterólogo del Hospital Hagaziekenhuis de La Haya

Las heces de un donante sano, mezcladas con una solución salina, introducidas en el organismo a través de una colonoscopía o un enema, pueden funcionar como “un ejército de paracaidistas sobre territorio enemigo”, portando bacterias digestivas que logran combatir y eliminar la infección en unos días, agrega Keller.

Sin embargo, a pesar de que esta sea una alternativa viable, las restricciones son muchas. Es por ello que crear las heces de una manera artificial, bajo estrictas normas de control sanitario se convierten en la mejor opción para continuar este tipo de procedimientos.

No obstante, Allen-Vercoe manifestó su preocupación sobre las regulaciones impuestas por agencias como la FDA, diciendo que estas reglas han orillado a algunas personas con C. Diff a realizar procedimientos similares por ellos mismos.

“Debido a que los gobiernos están haciendo muy difícil conseguir la supervisión médica para un trasplante fecal, hay una especie de cultura ‘underground’ en donde las personas se lo practican con sólo adquirir la información de internet y luego efectuando los trasplantes sin ninguna supervisión”, dice la microbióloga.

“Sin la debida vigilancia, ellos pueden provocar mucho más daño que bien. estoy aterrada por ello”, concluye.

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