En 2014 Pedro Canché fue encarcelado 272 días bajo el cargo de sabotaje. De eso lo acusó Roberto Borge. Pero sus defensores demostraron que el periodista sólo estaba grabando la manifestación.
Ahora, el ex Gobernador priista está preso en una cárcel de Panamá acusado de desvió de recursos. Hasta ahí acudió Canché para realizar una crónica del ex mandatario. Le llevó una torta.
Canché Herrera tuvo enfrente a Borge y así lo narró en su crónica: “Hola Roberto Borge, soy yo el que vino a visitarlo. Venga acá, el ex Gobernador “trastabilló con la grava suelta. El tipo se pone pálido. Cambian sus facciones. Está sorprendido. No esperaba verme ahí. Aprieta las mandíbulas. El rostro sin afeitar se pone colorado. El gobernador que me puso en la cárcel por sus caprichos de dictador ahí estaba… derrotado”.
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Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).- El periodista y activista maya Pedro Canché Herrera visitó el sábado pasado al ex Gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, preso desde el pasado 5 de junio en la cárcel El Renacer en Panamá.
En 2014, Canché Herrera fue encarcelado 272 días bajo el cargo de sabotaje. De acuerdo con el gobierno de Roberto Borge, el periodista independiente ordenó a un grupo de manifestantes bloquear el acceso a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) durante una protesta contra el alza en las tarifas; sin embargo, sus defensores demostraron que Pedro Canché sólo estaba grabando la manifestación.
En ese momento, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida al entonces gobernador quintanarroense, al Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y presidente del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, Fidel Gabriel Villanueva Rivero, y a los integrantes del Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto, por violaciones a la libertad de expresión, a la seguridad jurídica y a la integridad personal, cometidas en agravio del periodista.
Incluso, el organismo independiente también acreditó que el 31 de agosto de 2014, Pedro Canché fue golpeado por otros internos en la cárcel pública municipal de Felipe Carrillo Puerto, por lo que las autoridades que tenían a su cargo velar por su seguridad vulneraron su derecho a la integridad personal.
LA CRÓNICA DE LA VISITA
Hoy, en su página de internet el periodista Pedro Canché Herrera publicó la crónica de su visita en la que describe a Roberto Borge, de playera azul y pantalón talla 38 de la tienda Davensa, como el “hombre con pelo peinado hacia atrás” que “camina como si sus piernas fueran de auténtico plomo”.
El periodista pactó el permiso para verlo con el abogado de Borge, Carlos Carrillo. “Saliendo de verlo. Que le lleves la comida suéter y pantalones jean ahora. Y mañana otras cosas. Ya está el permiso con la custodia de la entrada. Vamos saliendo”, le escribió por WhatsApp el hombre que lo defiende.
Un día antes Pedro Canché se surtió de lo que le pedían. Incluso, en el restaurante tradicional panameño El Trapiche, el activista le compró a Borge un pan con lomo y una coca cola de lata.
En un segundo mensaje del abogado Carlos Carrillo, quien cometió un error al confundir el nu´mero de Canché con el de Fabian Vallado, hombre de Borge que llegó a Panamá para atender al jefe. “Perdón. No eran estos mensajes contigo. Disculpa. Cualquier cosa déjalo en mi oficina y te reembolso el gasto”.
Ya afuera de la cárcel, el periodista preguntó:
-¿Y comió Borge su torta de lomo?, inquiero al guardia de apellido Masa. “Por supuesto, se ve que el hombre tenía hambre. El pantalón le vino igual. Y ya tiene polo celeste para recibir visitas. Mañana podrás platicar con él”.
Demasiado tarde el mensaje del abogado de Borge, Carlos Carrillo, famoso por encabezar la defensa del ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.
El periodista cuenta que el día de la entrevista una camioneta blanca se detuvo en el estacionamiento de El Renacer. “Un hombre de 35 años de edad abre la cajuela y baja una almohada y una maleta negra con ropa y accesorios de limpieza. Dos pizzas grandes y tres bolsas más”. Es Fabián Vallado, ex secretario privado de Borge y ex delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Quintana Roo.
“Los mensajes para llevarle ropa y artículos eran para él y por confusión el abogado me mandó los mensajes y sin querer me dio pistas para poder llegar a mi propósito en Panamá: entrevistar al hombre que gobernó Quintana Roo con prepotencia y que saqueó el Estado y hundió más al pueblo maya en la miseria”, explica el periodista.
En el penal el “El Ciervo”, el encargado de organizar las visitas, le cuenta que Roberto Borge “está en el lugar del general Manuel Antonio Noriega, en la enfermería (Noriega salió de esta cárcel el 17 de Enero de 2017 para un arresto domiciliario y murió apenas el 30 de Mayo reciente de un tumor maligno en el cerebro). Colabora bien. Está cumpliendo con barrer y lavar las celdas del baño y enfermería. Ya hizo amigos ahí y pidió que lo cuidaran”.
Pedro Canché Herrera tuvo enfrente a Borge. “Hola Roberto Borge, soy yo el que vino a visitarlo. Venga acá”, narró el activista, quien señaló que el ex Gobernador “trastabilló con la grava suelta. El tipo se pone pálido. Cambian sus facciones. Está sorprendido. No esperaba verme ahí. Aprieta las mandíbulas. El rostro sin afeitar se pone colorado. El Gobernador que me puso en la cárcel por sus caprichos de dictador ahí estaba… derrotado”.
“Nunca lo había visto en persona, ni antes ni después del encarcelamiento a la que fui sometido en su gobierno. Nunca le había visto el rostro. Su cara me recordó a Buzz, el personaje del infinito y más allá de la caricatura infantil Toy Story”, describió Canché.
Luego agregó en su crónica desde El Renacer:
-Vamos a platicar. Esto no es nada personal. Es un trabajo periodístico. Dígame cómo está.
“Yo esperaba a Fabián. No quiero platicar con nadie. Contigo no. Qué haces aquí”.
-¿Te gustó la torta del Trapiche? Le digo mientras observo el polo color celeste y el pantalón de mezclilla que le traje ayer.
-Por cortesía creo que podremos charlar unos minutos por lo menos. Intento convencerlo.
Hay dos guardias que vigilan la interacción de los visitantes y los presos. A ellos se dirige Borge una vez recuperada la compostura. Aún cree tener el mando. Lo soberbio lo tiene a flor de piel.
“Guardias desalojen al periodista por favor. Manden a desalojar a esta persona”.
El guardia a quien se dirigió, un soldado panameño le dijo: ” Si usted manda a desalojar a sus visitas entonces no permitiremos que lo visiten. ¿Cómo sabremos que visitas quiere y cuál no? Y sabe señor aquí la visita se le respeta. Está en su derecho de no aceptarlo. Pero aquí no desalojamos a nadie.
Borge apresura el paso por la pequeña reja y le dice algo a dos de sus compañeros que se le acercaron y voltean a verme.
Parado contemplo como se escabulle por la cancha de fútbol. Presuroso va cuesta arriba a su celda en la enfermería.
Ahora ya no tiene los pies de plomo.