El Juez octavo de distrito en materia administrativa Fernando Silva García suspendió por tiempo indefinido las obras de la Línea 7 del Metrobús en Paseo de la Reforma, por lo que las autoridades capitalinas deberán detener las obras lo antes posible.
Algunos comités vecinales han criticado el proyecto y presentado recursos en contra. Mientras que organizaciones de la sociedad civil especializadas en movilidad sostienen que el proyecto que comenzó a construirse en diciembre pasado es favorable para la capital mexicana, toda vez que contribuirá en la reducción de tiempos de traslado, en la baja de emisiones contaminantes y de congestión vial.
Apenas el Sistema Metrobús sea notificado, las obras deberán ser detenidas. Será hasta el próximo 4 de julio cuando se realice la audiencia para que los inconformes y autoridades presenten sus pruebas en contra y a favor del proyecto. Mientras tanto los trabajos iniciados seguirán entorpeciendo la circulación vial.
Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).– La Academia Mexicana de Derecho Ambiental (AMDA) pone en aprietos una obra emblemática de la administración de Miguel Ángel Mancera Espinosa: El juzgado Octavo de Distrito en materia administrativa ordenó este día al Gobierno de la Ciudad de México la suspensión definitiva de la construcción de la Línea 7 del Metrobús.
La obra de transporte masivo está planeada para recorrer 30 kilómetros que unirán a Indios Verdes con Santa Fe.
En entrevista para SinEmbargo, Ramón Ojeda Mestre, fundador de la AMDA, señaló que el Juez Fernando Silva García otorgó dicha suspensión a fin de evitar afectación de las áreas verdes del Bosque de Chapultepec y del Paseo de la Reforma, los 640 árboles que podrían ser talados para dar paso a la construcción, así como los monumentos y vestigios que se encuentran en el corredor y que tienen valor histórico, cultural o artístico.
“El Juez [Fernando Silva García] reconoció que los monumentos que se encuentran en dichas zonas y que tienen un valor histórico, cultural o artístico estarían amenazados así como todo el trazo de Paseo de la Reforma”, dijo.
El excesivo tránsito que actualmente presenta la importante avenida a causa de las obras continuará así por largo tiempo, ya que, explicó, éstas serán detenidas en tanto el Juez Octavo de Distrito en materia administrativa notifique oficialmente a Guillermo Calderón Aguilera, director general del Metrobús, sobre el decreto de la suspensión definitiva.
“Ellos de inmediato acatarán y suspenderán totalmente las obras. El problema es que el Juez no notificó directamente al director del Metrobús y sí al Gobierno de la Ciudad de México”, explicó.
Será hasta el 4 de julio cuando se realice la audiencia constitucional en donde las partes desahogarán sus pruebas. Pero, Ojeda tiene plena confianza en que “será favorable la sentencia para la AMDA”, lo que se traduce en la suspensión de la obra para su replanteamiento total, que incluye el trayecto de la línea, el trazo, los autobuses, etcétera.
“Hay que esperar hasta el día 4 de julio a que se emita la sentencia en donde se establezca que el Gobierno tendrá que realizar un nuevo procedimiento, con otros medios de transporte que no afecten ni el bosque de Chapultepec ni el Paseo de la Reforma porque es patrimonio histórico y cultural de la República Mexicana por decreto del Congreso de la Unión. Por lo tanto no pueden [las autoridades] estar experimentando con sus metrobuses de dos pisos, confinando más carriles y echando más humo”, detalló.
El director de la AMDA dijo además que la obra, que arrancó el pasado 1 de diciembre, está plagada de irregularidades, ilegalidades, falta de consulta ciudadana, y de violaciones a la Ley de Movilidad.
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OPINIONES ENCONTRADAS
Las opiniones por la construcción de la Línea 7 del Metrobús que correrá por Avenida Paseo de la Reforma en la Ciudad de México están divididas.
Por un lado, especialistas en materia de movilidad afirmaron que el proyecto es positivo para los usuarios de transporte público y para reducir los niveles de contaminación y congestionamiento vehicular. Por otro, vecinos de distintas colonias se oponen: acusan que está mal planeado, que no se les consultó sobre la construcción de la obra y que se trata de un “negocio publicitario” del Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
En entrevista con SinEmbargo, Gustavo García Arias, asesor jurídico de varios comités ciudadanos, remarcó –como lo ha hecho desde hace varias semanas– que la Línea 7 “arruinará” la vialidad más emblemática de México: el Paseo de la Reforma.
El abogado expuso en días pasados que ni el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ni el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) habían dado su autorización para la ejecución de la obra. Pero, la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) expuso que se trabaja con el INAH a fin de “lograr un diseño que mejore la estética de la vialidad y que cumpla con todos los elementos de accesibilidad total”. Además, asegura que las estatuas y glorietas situadas en Reforma conservarán su ubicación actual.
Sin embargo, este día el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) detalló que el pasado 2 de junio, el Subdirector de Amparos del INAH exhibió en el juicio de amparo un oficio emitido por el coordinador Nacional de Monumentos Históricos de esa institución, en el que se refería “que toda la Avenida Paseo de la Reforma constituye un monumento histórico protegido por determinación directa del Congreso de la Unión, de acuerdo a lo previsto en el artículo 36, fracción I, de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos”.
Hace un par de semanas, el abogado García y un grupo de vecinos realizaron una conferencia de prensa en la que expusieron que la L7 no es una solución de movilidad y que se trata solo de un “negocio de publicidad”, de acuerdo con sus cálculos, la gestión aumentará casi 12 veces el número de espacios para anuncios comerciales.
Respecto a la tarifa del sistema de transporte consideraron que la tarifa por viaje, que estiman entre 10 y 12 pesos, discrimina a gran parte de los usuarios.
Los directivos del Sistema Metrobús todavía no han dado a conocer una cifra oficial del costo por el uso del transporte. Aunque Guillermo Calderón, titular de ese organismo, adelantó al diario Reforma, que la tarifa será más alta que la de las otras líneas del sistema, actualmente el cobro es de seis pesos.
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Otro de los alegatos giró en torno a que la obra es “ilegal”, y enlistaron las siguientes violaciones:
1. A la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Rendición de Cuentas, al no hacer público el proyecto ejecutivo, trazo, memoria descriptiva, plano de estaciones, concesión a transportista y publicidad.
2. A la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arquelógicos, Artísticos e Históricos y a la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico Arquitectónico, por carecer del visto bueno del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del Consejo de Salvaguarda.
3. A la Ley de Movilidad y a la Ley de Participación Ciudadana. No hubo consulta a las colonias impactadas.
4. Al Régimen Patrimonial y del Servicio Público, ya que el Permiso Administrativo Temporal Revocable que concesiona espacios publicitarios en mobiliario urbano se contrapone a la protección de visuales de monumentos e inmuebles catalogados.
También calificaron a la obra como “ecocida”, ya que la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) tiene previsto derribar hasta 614 árboles de distintas especies.
“La tala arbitraria por parte de la Secretaría de Obras, con la anuencia indebida de Sedema, retrata el carácter autoritario para hacer el negocio: El Metrobús Reforma”, señalaron los vecinos de distintas colonias.
No obstante, García aclaró: “Nadie se opone a la construcción e infraestructura de transporte público, el tema aquí es que debe ser bien planeada, bien pensada” y sugirió que sea evaluada la posibilidad de que se utilice transporte eléctrico en lugar de los autobuses compactos y de doble piso con tecnología Euro 6.
MENOS CONTAMINACIÓN Y CONGESTIÓN VIAL
Organizaciones de la sociedad civil especializadas en movilidad consultadas por este medio informativo coincidieron en que el proyecto que comenzó a construirse en diciembre pasado es favorable para la capital mexicana, toda vez que contribuirá en la reducción de tiempos de traslado, en la baja de emisiones contaminantes y de congestión vial, ya que, según una encuesta realizada por la Secretaria de Transportes y Vialidad (Setravi) y la empresa CTS, el 17 por ciento de los usuarios cuenta con automóvil y no lo utiliza para viajar en Metrobús, con lo que al día podrían ahorrarse hasta 22 mil viajes en la emblemática avenida.
Alejandro Calvillo Unna, director de El Poder del Consumidor (EPC), destacó que el Metrobús es el tipo de transporte público que más “jala” usuarios de automóvil y subrayó que a nivel medio ambiente, en la Ciudad de México es necesario “hacer todo lo que se pueda” por implementar sistemas de transporte público “más eficientes, como el que actualmente se desarrolla”.
En el tema de la tala de árboles, el activista agregó que estos pueden reponerse en otras zonas de la ciudad y destacó que son más los beneficios que los daños causados por la nueva línea. Además, aplaudió que la tecnología de los motores sea Euro 6. “Es una de las mejores en el mundo en reducción de emisiones contaminantes”, dijo.
Sin embargo, dijo comprender la molestia de los vecinos que se encuentran próximos a los diferentes puntos donde se desarrolla el proyecto, ya que “tienen una preocupación del impacto en el barrio o zona”.
Xavier Treviño, quien cuenta con preparación académica en Estudios Urbanos por el El Colegio de México (Colmex) y funge como director de Céntrico, organización especialista en movilidad urbana sustentable, consideró que la Línea 7 “no es suficiente pero es complementaria” para atender la demanda de transporte público que registra el corredor, ya que el servicio de autobuses que actualmente operan en Reforma “es muy sencillo”.
En el mismo sentido, Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), destacó algunos puntos.
“Reforma tiene que dignificarse mucho más en el transporte público. [La Línea 7 del Metrobús] en cuanto a seguridad, confort y tiempos de viaje es un proyecto positivo. Además, es positivo en cuanto a la reducción de emisiones y de tiempos de traslado”, expuso Baranda.
Treviño, a su vez, dijo que “en este caso no tienen ningún sentido las protestas. Ni va a haber afectaciones al patrimonio ni se van a hacer obras grandes de infraestructura. Ahí creo que sí se equivocan los vecinos. Me parece una falta de respeto para los millones de mexicanos que utilizan transporte público”.
Lo que sí señalaron los tres especialistas en movilidad consultados fue que el Gobierno capitalino debe transparentar la manera en la que se está llevando a cabo la obra y destacaron la necesidad de que los árboles sean repuestos a la brevedad.
Finalmente, Baranda hizo un llamado a las personas inconformes.
“Pensemos en el futuro de la ciudad y en los usuarios de las vías, no sólo son los vecinos, también son los peatones, ciclistas y demás. […] La ciudad es de todos y hay que invertirle al transporte público y este es un paso hacia eso”, dijo.