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Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).– El Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer su cómputo final de los resultados de las elecciones realizadas el pasado 7 de junio, con los cuales se determina que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) permanece como la mayor fuerza política, con un 29.18 por ciento del total de los votos; mientras que los partidos Humanista y del Trabajo (PT) pierden su registro por no alcanzar el tres por ciento requerido para conservarlo.
El PT había obtenido su registro el 13 de enero de 1992; y el Partido Humanista, el año pasado.
La página del INE, que reporta el cien por ciento de actas computadas, indica que después del PRI, el Partido Acción Nacional (PAN) se posiciona como el segundo partido con más votaciones, pues logró obtener un 21.01 por ciento del total. Por otro lado, a pesar del “golpe” que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) recibió en la capital del país, éste aún puede considerarse la tercera mayor fuerza política, con un 10.875 de los votos totales.
En seguida, y en su primer año de elecciones, encontramos al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con un 8.39 por ciento; por arriba de el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que, pese a las múltiples faltas a la ley electoral por las que fue sancionado, obtuvo un 6.91 por ciento. Movimiento Ciudadano, por su parte, obtuvo un 6.09.
De los partidos que conservan su registro, los que obtuvieron un menor porcentaje de votos fueron Nueva Alianza(3.72 por ciento), y Encuentro Social (3.32 por ciento).
Por otro lado, los candidatos independientes obtuvieron 0.56 por ciento de la votación; y los votos nulos sumaron un millón 900 mil 860 votos, que equivalen a 4.76 por ciento del total de los votos emitidos.
El total de actas computadas fue de 149 mil 726. Aunque el conteo ha terminado, aún falta hacer la resta de los votos nulos para poder calcular la votación nacional emitida y, además, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tendrá hasta el 3 de agosto para resolver las posibles impugnaciones de los partidos para diputaciones federales.
