México

Ricardo asesinó a Eugenia y huyó. Luego acechó a la hermana, y hoy está detenido

12/05/2018 - 8:20 pm

José Ricardo “N” es el principal sospechoso del asesinato de su novia, Eugenia Machuca Campos. El cadáver de la también madre de tres hijos fue hallado en octubre pasado, presentaba golpes y tenía sumida la parte izquierda de la cabeza.

Su hermana Elizabeth presionó a las autoridades luego de que el sujeto la buscara, y hoy está detenido en Lerma, Estado de México.

Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo).- Eugenia Machuca Campos tenía 35 años de edad cuando fue asesinada a unas cuadras de un bar ubicado en Ocoyoacac, Estado de México. Su novio, el presunto responsable del feminicidio, fue detenido en Toluca por agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) cuando acechaba a Elizabeth, hermana menor de su ex pareja.

Esta semana un Juez de control vinculó a proceso a Ricardo “N”, de 27 años de edad, por el asesinato cometido en octubre de 2017.

Eugenia estaba por cumplir los 36 años. Era madre de tres varones, de 19, 13 y 7 años de edad.Tenía 10 años divorciada y era propietaria de un ciber café en Ocoyoacac, pero tenía un trabajo extra que le permitía pagar la escuela particular de su hijo mayor.

A inicios de 2017 comenzó a trabajar a una empresa de costura en el mismo municipio, narra Elizabeth. Sus hijos y su madre le ayudaban a atender el ciber café para que Eugenia pudiera sostener ambos empleos y obtener más ingresos.

En su nuevo empleo conoció a Ricardo “N”, quien trabaja en un establecimiento ubicado en el mismo edificio del negocio textil.

El viernes 27 de octubre de 2017, Maria Eugenia fue a laborar de manera habitual. Por la noche, pasada la hora usual en que ella regresaba a casa, sus padres le llamaron a su celular, cerca de las nueve. María Eugenia contestó el teléfono y comentó a sus padres que había salido a divertirse con uno compañeros a un bar situado cerca de su trabajo, pero que ya estaba por regresar.

El bar JB, al que acudió, está ubicado a unos 10 o 15 minutos caminando desde las oficinas en las que laboraba.

Media hora después, y al ver que no retornaba, los padres nuevamente le marcaron. La llamada sí entró pero sin respuesta: “Se escuchaba mucho ruido y ya no era mi hermana”, comenta Elizabeth.

“Mi mamá se quedó sola, no supo qué hacer. Imaginó que se había quedado con alguna amiga”, explica la hermana. “Ella nunca faltaba a la casa, jamás”.

Al día siguiente, la familia marcó a los teléfonos de los amigos de Eugenia y a otros parientes para preguntar si la habían visto, pero nadie les pudo dar indicios de su paradero.

Llegó el domingo y Eugenia aún no regresaba.

Eugenia Machuca era madre de tres hijos. Foto: Facebook

Madre e hijo de Eugenia iniciaron la búsqueda y acudieron al municipio de Capulhuac, Estado de México, en donde vivían dos de las amistades de su hija que ese día habían departido con Eugenia.

Ambas dieron versiones distintas de lo que ocurrió ese día: “Una de las amigas, llamada Marely, dijo que la dejaron en Capulhuac, porque mi hermana supuestamente se había puesto ‘toda loca’. Después, otra compañera le dijo a mi mamá que no era cierto, que ella se quedó en el Bar BJ ”, recuerda Elizabeth.

Los padres también se apersonaron en el centro nocturno para preguntar por Eugenia. Ahí les confirmaron que estuvo ahí.

“Mi mamá me marcó [ese domingo] para decirme que mi hermana no aparecía. Yo me encontraba en Guanajuato. Le dije que lo primero que tenía hacer era ir a levantar la denuncia porque ya habían pasado varias horas”.

La madre atendió el consejo, pero primero buscó a una sobrina, abogada de profesión, para que la acompañara a hacer el reporte.

Mientras intentaban interponer la denuncia en las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, un trabajador de servicios funerarios se acercó a la prima de la víctima y le preguntó el motivo de su visita. Le explicaron su situación y  describieron a Eugenia.

El hombre le sugirió acudir al Servicio Médico Forense (Semefo), pues las características descritas coincidían con un cuerpo.

“Mi prima y mi hermano no le dijeron nada a mis papás, sólo fueron a las instalaciones. Arribaron, explicaron como era mi hermana y les dijeron que sí, que ahí había una persona parecida”, abunda la entrevistada.

La familia reconoció el cuerpo. “Mi hermana ya no tenía cabello, estaba muy golpeada de la cara”, describe.

El cadáver de Eugenia se localizó la madrugada de ese sábado.

Alrededor de las 03:00 horas de ese 28 de octubre, una llamada alertó sobre la presencia una mujer tirada a la orilla del río. Los paramédicos hallaron a Eugenia muy herida y aún con vida, pero sin poder hablar debido a que tenía un fuerte golpe en la cabeza, de acuerdo a la versión que las autoridades dieron a la familia.

“La trasladaron al hospital, la operaron, pero como había perdido mucha sangre entró en paro, y ahí murió”, relata Elizabeth.

Eugenia tenía la mano izquierda quebrada, golpes en el ojo izquierdo y un golpe en la cabeza que le hundió el lado izquierdo.

EL NOVIO

Las investigaciones del Ministerio Público arrojaron que la última persona con la que Eugenia fue vista, al salir del bar, fue con Ricardo “N”. Con él mantenía una relación sentimental.

“A mí hermana la encontraron a las tres de la mañana, y de acuerdo al reporte médico, debido a cómo la encontraron y el estado de la sangre, fue atacada alrededor de la una de la mañana”, detalla.

Varios testimonios –como el del mesero que les abrió la puerta cuando dejaban el centro nocturno, y el de una de las mujeres que acompañaba a Eugenia– también ubicaron al imputado junto a la víctima previo al asesinato.

En abril pasado, Ricardo se presentó en casa de Elizabeth.

“Primero vi a un hombre de espaldas pero pensé que era alguien que estaba perdido. Caminé unos pasos y unos tres metros después me gritan: ‘Liz’, volteé y era él”.

La mujer recuerda que corrió a su casa temerosa, marcó al Ministerio Público para notificar que el sospechoso la buscó. Un agente acudió a su hogar.

“’Este hombre va a volver a venir, y siento que va a venir’, le dije al MP y acababa de decir eso cuando veo que un hombre estaba mirando hacia donde estaba yo, y cuando vio que estaba con otra persona, se fue caminado muy rápido”, refiere.

El novio de Eugenia tras su detención. Foto: FGJ de Edomex

Elizabeth pidió protección tras las dos primeras visitas de Ricardo, y le prometieron protección por parte de policía municipal. “Me hicieron firmar que sí recibiría protección pero nunca se presentaron”, reclama Elizabeth.

Ricardo no cesó. Al siguiente día, cuendo ella estaba en el mercado, él “me volvió a gritar por mi hombre y me hizo señas de que fuera a donde estaba él. Me dio miedo, salí por otra puerta”.

Pasadas 24 horas, un policía municipal acudió a su hogar para que le firmara la hoja en la que confirmaba que era sujeta a protección y explica que decidió llamar a la FGJEM para exigir protección más rigurosa.

“La señorita que me contestó se portó muy grosera y me dijo que no era la única persona que necesitaba protección, que había 200 casos con protección y que no podían dar protección a cada una de las personas”.

La funcionaria le reiteró que debía pedir el apoyo por teléfono. “¿Como quieren que les avise si me está haciendo algo? Qué piensan que le voy a decir: ‘ah, espérame tantito, deja de atacarme porque voy a llamar’”, reclamó.

Ante la negativa y la impotencia que sintió, la hermana de Eugenia organizó una protesta masiva junto a otras familias de víctimas y activistas. La manifestación estaba programada para el 3 de mayo pasado, pero la Fiscalía del Edomex la citó un día antes.

“La maestra Irma, [Fiscal de Feminicidios, Irma Millán Velázquez] me pide que pare mi protesta, que aunque estoy en el derecho de hacerla no dé el nombre de esta persona porque estaba en proceso la orden”, explica.

Elizabeth asegura que le dijo a la Fiscal: “Ya van tres veces que él me espera, me empieza a hablar. Yo no sé que es lo que quiera o que pretenda”. La funcionaria se comprometió a enviar a policías estatales para su protección.

El día de la manifestación silenciosa, cuando se dirigía al evento, la telefonearon de la dependencia mexiquense y le notificaron que ya estaba lista la orden de aprehensión en contra del presunto feminicida de su hermana y que era necesaria su presencia con los ministeriales para que los apoyara en la búsqueda del sospechoso. “Estuvimos jueves, viernes y sábado buscándolo en su trabajo, fuera de su casa, y no salía. Este lunes, 7 de mayo, me marcaron temprano y me dijeron que ya no me preocupara porque ya estaba detenido”.

La audiencia de vinculación a proceso se realizó el pasado 8 de mayo, un día después de su captura.

“Él se reservó su derecho a declarar, su defensa argumentó que él era inocente y que las pruebas que presentó el Ministerio Público no eran suficientes para vincular al cliente, pero el juez dijo que todas sí lo eran” y determinó un plazo de tres meses para el cierre de la investigación”, concluye Elizabeth.

La Fiscalía General de Justicia de Estado de México confirmó este viernes la detención de José Ricardo “N”, por su probable participación en el delito de feminicidio.

De acuerdo a los datos proporcionados por la autoridad estatal, el hombre que detenido en Valle de Toluca. Tras su captura fue ingresado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Lerma.

 

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
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