Sandra Soto es madre de familia y abogada de profesión. A raíz del asesinato de su hermana Serymar, vio el mundo con otros ojos y ahora se dedica a visibilizar los casos de feminicidio y violencia de género en su estado por medio de la página "Los Machos Nos Matan en México" y con su organización brinda acompañamiento a otras mujeres y familiares que han perdido a sus hijas, madres, hermanas y parientes a manos de un feminicida.
Ciudad de México, 12 de marzo (SinEmbargo).- Sandra Soto Azúa vive en la Ciudad de México. Toma un vuelo con destino a Coahuila. En su manos carga una pequeña maleta con un cambio de ropa, documentos legales, un poco de incertidumbre, deseo de esperanza y empeño. La abogada civil acudió a su estado natal para estar presente en una fecha crucial dentro del proceso contra el hombre señalado de matar a su hermana. Justo en el Día Internacional de la Mujer ya había vencido el plazo para que la Fiscalía General de Coahuila presentara la acusación formal contra Jorge Alejandro, imputado por el feminicidio de su prometida Serymar.
"Desde que asesinaron a mi hermana, mis días se volvieron feminicidios, víctimas, acciones legales; este proceso es muy doloroso y muy costoso. Me he dedicado en todos los sentidos al asunto de mi hermana”, platica Sandra.
A Sandra no le gusta autonombrarse activista, ni feminista, pero admite que su vida se ha volcado a visibilizar a las víctmas de feminicidio, en brindar ayuda y acompañamiento a otras víctimas colaterales y familiares afectados por los asesinatos de mujeres.
ASESINADA POR SU PROMETIDO
Serymar Soto Azúa era la menor de cinco hermanos. Madre soltera que trabajaba como estilista para sostener a su pequeño hijo y adquirir equipo para poner una estética en su casa. Soñaba con poner su propio estudio de maquillaje.
La joven de 21 años estaba próxima a casarse. Los detalles de la fiesta, fijada para el 10 de agosto de 2017, estaban casi todos listos: el vestido, el salón, los arreglos, la música. La boda la mantenía ilusionada, quería que fuera perfecta, narra Sandra Soto.
La madrugada del 28 de enero de 2017 su prometido, Jorge Alejandro, la insultó, hostigó y la atropelló, después de una discusión. Serymar fue embestida por un vehículo que circulaba a una velocidad aproximada de entre 130 a 160 kilómetros por hora –según un peritaje–. Su cuerpo fue proyectado 100 metros hacía la cintura asfáltica.
Las heridas fueron severas. Estuvo ocho días en terapia intensiva donde fue declarada con muerte cerebral. El 4 de febrero falleció.
Una amiga de Serymar fue testigo presencial del ataque, pues iba con ella al momento de los acontecimientos. La noche del 27 de enero Serymar, Jorge y la testigo fueron a una reunión, después acudieron a la casa de Jorge ubicada en la colonia Ciudad Nazas de Torreón a recoger unas pertenencias.
Serymar y Jorge discutieron, según declaró la amiga quien no alcanzó a escuchar de que se trataba la pelea, sólo alcanzó a oír que él la insultaba y ella no le respondía.
Jorge se retiró en su vehículo, un Neon color negro, dejó a Serymar y a su amiga a unos metros de la casa de él porque la joven no quiso subirse al auto. “ya sabes como se pone”, le dijo Serymar a su amiga esa noche, según el relato de la allegada.
Las chicas caminaron en hacía un bulevar en busca de un taxi cuando vieron a Jorge en el auto. Pensaron que las alcanzaría para volverlas a subir y llevarlas a casa; sin embargo el hombre comenzó a hostigarlas pues le gritó groserías e insultos a Serymar, de acuerdo al relato de la amiga, platicó Sandra Soto.
“Ellas pasaban por la calle y él aceleró. Cuando escucharon que aceleró se metieron a un terreno, él se subió a la banqueta y se fue contra Serymar. Como quien dice la persiguió para atropellarla. Cuando la impactó ella cayó a 100 metros en el estacionamiento de un expendio y por alguna razón él se estampó en el negocio a un lado del cuerpo de Serymar”, platica Sandra al aludir el testimonio de la amiga.
Jorge escapó. Los padres del prometido acudieron a la escena del ataque y, cuando la ambulancia llegó para trasladar a la joven al hospital, le pidieron a la amiga de Serymar que declarara que se trató de un accidente, abunda Sandra.
Serymar llegó al nosocomio con múltiples lesiones y ocho días después murió.
El prometido duró al menos seis meses prófugo de la justicia.
El 10 de agosto de 2017 , “justo la fecha en que sería la boda” –dice Sandra–, Jorge fue detenido en Parral, Chihuahua, donde estaba internado en un centro de rehabilitación de Alcohólicos Anónimos.
El 16 de agosto fue vinculado a proceso por homicidio doloso. El juez de control dictó seis meses para el cierre de investigación, plazo que ya se venció.
ADEMÁS
VISIBILIZAR LOS CASOS
Sandra Soto es madre de familia y abogada de profesión, con experiencia en casos civiles y familiares.
A raíz del asesinato de Serymar, vio el mundo con otros ojos y ahora, además de contar con una página para visibilizar el feminicidio y la violencia también cuenta con una organización donde brinda acompañamiento a otras mujeres y familiares que han perdido a sus hijas, madres, hermanas a manos de un feminicida.
Inició con una página de Facebook: "Los Machos Nos Matan en México”, la cual, primero abrió con el objetivo de visibilizar el caso de su hermana así como también de hacer una campaña de prevención contra la violencia.
"Creo que lo que nos pasó con Serymar nos dejó más que pasmados. Volteas a ver al interior y pensé en lo que no vi en su momento ni ella tampoco. Entonces, nació para tratar de concientizar, combatir la ignorancia y la insensibilidad ante este tema que no nos permite ver los focos de alerta”, indicó en entrevista con SinEmbargo.
La familia de Serymar desconocía si era violentada por su pareja porque ella nunca les dijo nada.
"Nosotros veíamos lo bonito de la relación. Cuando pasan estos hechos [el asesinato] a nosotros nos sorprende porque no teníamos conocimiento de que estuviera pasando algo anormal. En ocasiones la llegamos a ver con moretones pero ella siempre decía le que había pasado un accidente, que se le cayó un cajón o cosas así”, abundó la hermana.
Los Machos Nos Matan se volvió el modo en que Sandra también trata de contribuir en ayudar a aquellas personas que viven un ciclo de violencia que pueda identificarlo y para visibilizar a las victimas.
“Cuando una cosa de estas te pasa, te das cuenta que no solo te importa a ti, ellas tenían una vida, sueños, propósitos, vivían rodeadas de gente que las amaban y ahora las extraña, no solo arrancan una vida, dejan a hijos sin madres a hermanos sin hermanas a tíos sin sobrinas a amigos sin amigas, mutilan un grupo de gente".
Sandra tiene fe en que la difusión de los casos sirve de algo pues, en su experiencia, la presión que ejerció en redes y la denuncia ayudó en la captura del presunto asesino de Serymar.
Durante los primeros meses de la página, además de visibilizar diversos casos, también ejercía presión en la búsqueda del asesino de su hermana: “después de tanto insistir con publicaciones donde compartí mi dolor , un día alguien se sensibilizó y lo reportaron, pasé los datos a la Fiscalía y lo aprehendieron. Tengo la seguridad que así puede funcionar en otro caso”, señala Sandra.
El sitio de denuncia en redes sigue vigente y con base a las publicaciones otras personas se acercaron a Sandra, quien se dedica a visibilziar los casos de feminicidios, a dar seguimiento a su propio caso, y apoya a otras familias, con acompañamiento en la revisión de su caso, asesoramiento en el proceso penal, canalización a instancias gubernamentales y orientación, plática la coahuilense.
Hoy la página cuenta con 58 mil 797 seguidores.
Sandra no le gusta autonombrarse activista, defensora ni feminista. Se dice solo ser una víctima colateral que apoya a sus iguales.
"Como víctima sé el proceso. Cuando llegas a este mundo desconocido de los feminicidios, te das cuenta de la cifra exorbitante de casos, unos mas sangrientos y crueles que otros; pero al final todas con el mismo fin: la búsqueda de justicia con el duelo guardado para poder exigir.
"No soy activista, no soy feminista no pertenezco a ningún partido, no soy ni periodista, soy una víctima colateral del feminicidio vivo el dolor diariamente y le abro el espacio a quien lo requiera cuantas veces lo necesite para expresarse”, añade.
Promover la justicia y ponerle los reflectores a la autoridad con cada caso, es de los objetivos de Sandra.
"Ayudo porque sé lo que se siente, por mas activista o feminista que sea alguien que no ha pasado por eso, nunca van a comprender lo que sentimos: la prisa y la urgencia que tenemos por visibilizar nuestra víctima y lograr la justicia. La voz es nuestra, la víctima es nuestra, estoy segura que su dolor también es mío, y el mío es de todas ellas y queremos y exigimos justicia a la justicia”.
TENDENCIA DESALENTADORA
El proceso contra Jorge, el presunto asesino de Serymar Soto, aún está abierto.
El pasado 15 de febrero se cerró el periodo de investigación y justo el pasado Día Internacional de la Mujer se venció el plazo para que la Fiscalía presente la acusación formal contra Jorge Alejandro, por el delito de feminicidio y esperar una fecha para la audiencia intermedia en la que el juez debería de aceptar o desechar las pruebas presentadas por ambas partes.
La pruebas que nosotros sabemos que la Fiscalía aportará son peritajes de lugar, de lesiones y la declaración de la testigo presencial, que es la prueba más fuerte que se tiene”, explica Sandra.
Las autoridades de Coahuila han declarado que la acusación contra Jorge es sólida; sin embargo, Sandra desconfía. La incertidumbre la invade al conocer de primera mano múltiples casos de feminicidios en los que el proceso parecía ir bien, y que pese a pruebas así como confesiones de los presuntos asesinos, los casos aún así siguen impunes.
"Cecilia Eguia tuvo a su feminicida preso y confeso, lo han soltado dos veces; Ana Karen Aguilar Felix fue asesinada brutalmente por su pareja, que violó a la hija de 8 años y ahora él está prófugo. El caso de Daisy Martínez: liberaron a su esposo pese a que él mismo dijo que la mató. Lo soltaron porque estaba enfermo del corazón”, ejemplificó.
"Bertha Marrero Quiñones perdió a su hija Sharon, y la custodia de la nieta se la otorgaron a ella. El biológico, que sólo dio apellidos, que nunca se hizo cargo de nada, se llevó a la nieta de Bertha solo para cobrar un seguro que la madre le dejó. Es la misma cosa en todo el país autoridades burocráticas omisas, corruptas e indolentes”, abundó.
Para Sandra exhibir sus falta de función es la única forma en la que se puede ejercer un poco de presión para que intenten trabajar.
“Desafortunadamente este sistema judicial esta tan burocratizado, hay tanta corrupción e impunidad que solamente exhibir su funcionalidad es de la manera que se preocupan un poco por cumplir con lo que por obligación les corresponde hacer.” agrega.
La hermana de Serymar evitó calificar la actuación de las autoridades en el caso de Serymar, pues aseguró que hasta el día en que sentencien al imputado podrá emitir una opinión.
“Mientras tanto no me confió, en Coahuila todo puede pasar. Yo sólo pido justicia”, puntualizó
Sandra espera que el caso de Serymar tenga justicia.