El dictamen de Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados no detalla los fundamentos y motivos para la selección de la terna de la que emanará el titular de uno de los pilares del Sistema Nacional Anticorrupción.
Por este motivo, decenas de organizaciones civiles alertaron que la opacidad para elegir al nuevo Auditor Superior pone en riesgo la legitimidad de una de las instituciones más importantes en el combate a la corrupción.
Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).- La falta de transparencia con la que la Cámara de Diputados eligió a “los tres mejores candidatos para encabezar” la Auditoria Superior de la Federación (ASF) amenaza la legitimidad de una de las instituciones más importantes en el combate a la corrupción, alertaron este día decenas de organizaciones civiles y activistas.
La Fiscalía General, que sustituye al Procurador General, está sin nombramiento; tampoco hay titular en la Fiscalía Anticorrupción, y en un año crucial para la democracia mexicana, la Fepade, la que se encarga de delitos electorales, también está acéfala. El mismo camino lleva la Auditoría Superior de la Federación, otro órgano que vigila las manos de los servidores públicos. Los grupos civiles acusan a los legisladores de querer imponer a un titular “carnal”, es decir, amigo de la clase política.
En un posicionamiento conjunto, las organizaciones señalaron que la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados no ha hecho públicos los criterios por los que Salim Arturo Orci Magaña, David Colmenares Páramo y Ángel Trinidad Zaldívar fueron seleccionados como los mejores candidatos para encabezar la ASF.
Refirieron que la terna fue anunciada sin transparentar los criterios detrás de las valoraciones realizadas y, hasta hoy, se desconocen los motivos por los que estos perfiles son “los idóneos de la lista de 41 candidatos evaluadas”, más allá de que su selección fue producto del consenso entre los partidos políticos.
Artículo 19, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos (54 colectivos) y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (84), entre otras ONGs, explicaron que el Auditor Superior ejerce una vital función de contrapeso en el uso de los recursos públicos, así como en la prevención, investigación y combate a la corrupción.
Por ende, recordaron, resulta fundamental que el futuro Auditor tenga credenciales que sustenten no sólo su conocimiento técnico y experiencia en el ámbito de la fiscalización, sino también su integridad e independencia respecto a los partidos políticos, a fin de que pueda realizar su labor con profesionalismo y sin suspicacias susceptibles de mermarla.
Reiteraron que si bien los expedientes y audiencias de los aspirantes se hicieron públicos, es claro que los legisladores han omitido transparentas las evaluaciones sobre cada aspirante.
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Como ejemplo, señalaron que en la sesión del 7 de diciembre, el presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASF, Luis Maldonado Venegas, declaró que cada partido propuso su propia terna y de ahí salieron los tres finalistas por consenso. Sin embargo, sólo se conocieron públicamente los nombres de los aspirantes propuestos por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
Además, ninguno de los partidos, incluyendo los mencionados, dio a conocer los criterios utilizados por los y las legisladoras en la selección que se someterá al pleno de la Cámara de Diputados el 12 de diciembre.
“Desde la sociedad civil, hemos solicitado de manera reiterada que el dictamen generado por la citada Comisión explique a la ciudadanía por qué los perfiles seleccionados son los mejores para encabezar la ASF durante los siguientes ocho años.
“En aras de que la sociedad tenga la información que sustente la acción legislativa solicitamos que, además de hacer pública la información referida, las y los diputados en el pleno consideren si el proceso de selección evaluó adecuadamente las características de fiscalización, experiencia, carrera e independencia de los tres aspirantes”, expresaron.
Finalmente, las organizaciones y activistas reclamaron tanto al Congreso de la Unión como a las instituciones federales presentar avances serios, firmes y claros en el combate a la corrupción.
Por ende, las instituciones del Sistema Nacional Anticorrupción– como lo es la ASF– debe ser consecuentes con un ejercicio de rendición de cuentas, “necesitamos las garantías de que nuestros representantes seleccionarán en verdad al mejor perfil posible para dirigir dicha institución”.
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