Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo/LaOpinión).- La hermana de “Boby” Sánchez no pagó el dinero que un supuesto agente del Instituto Nacional de Migración (INM) le exigía por teléfono y, en cambio, grabó las conversaciones y se trasladó desde Miami, en Estados Unidos, con todo y la evidencia para aliarse con el sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del albergue Nuestros Hermanos en el Camino, en la lucha por acabar con las bandas de corrupción que fomenta desde México la migración indocumentada.
“Puse la denuncia ante la PGR (Procuraduría General de la República) y después hasta querían negociar con mi hermano”, cuenta en un testimonio que busca dejar en evidencia la red de complicidades y extorsiones que actualmente acosa a 900 casos de cubanos que se encuentran o han pasado por las estaciones migratorias de México.
La PGR abrió una investigación en el que se encuentra involucrado directamente el agente del INM Martín Robles, también conocido como Miguel Ángel Roblero, la persona que hizo la llamada a los Sánchez en Miami y quedó grabado en audio.
“En México todo se arregla con dinero y a los agentes de migración les importa un coño regresar a los cubanos a su país”, dijo en la conversación en la que ofrecía también llevar al cubano a Matamoros.
Solalinde ya suma 15 denuncias hechas al instituto ante la PGR por extorsión a migrantes cubanos.
De 2012 a 2014, el número de migrantes cubanos hacia Estados Unidos en México pasó de 8,000 a 17,000 debido a los rumores de la cancelación de la ley de Ajuste Cubano, que ofrece residencia en ese país a todos los cubanos que pisen suelo americano sin ser detenidos por la Guardia Costera.
Este flujo ha consolidado una red de corrupción, según Solalinde desde el interior del instituto: “Los inmovilizan (en las estaciones migratorias para efectos de pedir un rescate a sus familiares que residen en Estados Unidos que puede ser desde 500 a 4,000 dólares”.
A una mujer de 46 años de edad la encerraron en una jaula, le amarraron el pie a una cadena y no le daban alimentos ni agua porque los familiares “no soltaban la plata”.
“Yo estoy asustado porque hemos pedido entrevistarnos con las autoridades pero ellos nos dicen que nadie tiene comunicación, nuestros familiares han estado llamando. No dejan que nuestros abogados entren”, denunció otro de los migrantes grabado en video por el cura.
En su defensa, el INM declaró a través de un comunicado de prensa que “las acusaciones son infundadas y no tienen ningún sustento”. En tanto, el albergue Nuestros Hermanos en el Camino busca obtener la custodia para amparar a Boby Sánchez ante los riesgos que ahora corre de ser deportado o victimizado.
“Migración se metería en un grave problema si lo deportan, ellos están enterados y eso los vuelve cómplices”, advierte Solalinde.
