Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).- La mayoría de los padres de niños con sobrepeso u obesidad no son capaces de identificar que la salud de sus hijos está en peligro y los identifican como menores sanos, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Nueva York.
El equipo dirigido por Dustin Duncan, profesor asistente del Departamento de Salud de la Población de la institución, comparó los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, de 1988 al 94 y el otro entre 2007 y 2012.
Duncan y sus colegas encontraron que en ambas encuestas, cerca del 95 por ciento de los padres de niños con sobrepeso vio a sus hijos con peso saludable, en ambas encuestas, y en la más reciente, el 78,4 por ciento de los padres de niños obesos no creían que el peso de sus hijos era insalubre.
“Poco se sabe del reconocimiento parental de la condición de sobrepeso de sus hijos a través del tiempo. El objetivo de este estudio fue examinar la prevalencia de errores de percepción de los padres relacionadas con el peso de los niños en edad preescolar en las últimas dos décadas”, se puede leer en la introducción del estudio publicado en la revista Child Obesity.
En dichas encuestas se les preguntaba a los padres de familia si consideraban a sus hijos de entre dos y cinco años con sobrepeso, bajos de peso o en el peso correcto.
Así encontraron que en ambos lapsos de tiempo, un 96.6 y un 94.9 por ciento, respectivamente, pensaban que sus hijos con sobrepeso estaban en realidad en uno saludable.
En la Encuesta de 2007 a 2012, el 78.4 por ciento de los papás de los infantes obesos, es decir, todavía más gorditos que los anteriores, erraron también en relacionar la obesidad de sus hijos con uno no insalubre.
Los expertos concluyeron que hubo una disminución de la tendencia entre los padres de niños con sobrepeso para percibirlos adecuadamente. Es decir, los papás estadounidenses son cada vez peores para identificar que su hijo tiene problemas de salud.
Llamaron a establecer estrategias para fomentar discusiones clínicas con los padres sobre cuál es el peso adecuado para su hijo y fortalecer la capacidad para la prevención de la obesidad infantil.
En días recientes, la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un informe en el que llama a los gobiernos de los países para fortalecer y desarrollar políticas integrales para disminuir este problema global, que trae consigo el aumento de las enfermedades crónicas en el futuro de las generaciones actuales.
Dicho escrito reconoce que la obesidad infantil es un reto global y urgente que requiere el liderazgo de los gobiernos en coordinación con otros actores, cuya prevalencia aumentó a nivel mundial un 47 por ciento entre 1980 y 2013.
“La obesidad en la infancia es una condición compleja e incrementa el riesgo de los niños a tener efectos psicológicos, complicaciones gastrointestinales, enfermedades cardiovasculares y diabetes, así como las comorbilidades de las últimas dos mencionadas. Tres de éstas, llamadas presión arterial alta, resistencia a la insulina y dislipidemia, forman los elementos clave del Síndrome Metabólico, cada vez más visto entre infantes”, se puede leer en el informe.