Empresas farmacéuticas de origen estadounidense han tenido presencia en México desde hace más de 50 años. Pfizer, Jhonson & Jhonson, y Baxter actualmente emplean a entre mil y mil 500 personas en sus sedes establecidas en territorio nacional. Uno de los principales atractivos del país en esta industria, la quinta actividad más importante de la economía, son sus bajos costos de manufactura, así como la regulación sanitaria. Sin embargo, este día Donald Trump dijo en conferencia de prensa que, además de la industria automotriz, también planea que la farmacéutica vuelva a Estados Unidos para generar empleos allá. ¿Adiós “Salud es belleza”?
Ciudad de México, 11 de enero (SinEmbargo).– “Voy a ser el mayor creador de empleo que Dios haya visto nunca”, aseguró el republicano Donald Trump durante su primera conferencia de prensa como Presidente electo de Estados Unidos. “Me da igual a dónde se muden las empresas, siempre que sea dentro de nuestro país” para crear fuentes de trabajo, añadió. Luego de agradecer a las firmas automotrices por “volver” al territorio estadounidense, expuso la necesidad de que también regrese su industria farmacéutica, que tiene presencia en México mediante Baxter, Pfizer y Johnson & Johnson. Estas dos últimas son de las más importantes a nivel global.
Sin embargo, de acuerdo con el estudio Competitive Alternatives 2016 de KPMG, México ofrece 17.1 por ciento de ahorro en costos de manufactura de la industria farmacéutica, en comparación con Estados Unidos, el segundo mercado mundial de este sector por debajo de China. Esto posiciona a México con mayor competitividad que Canadá, Reino Unido, Alemania y Japón.
La industria farmacéutica establecida en México aporta en promedio 4 por ciento al PIB manufacturero y es la quinta actividad más importante de la economía nacional, documenta el estudio “Inteligencia y Tecnología de Exportaciones” realizado entre la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) y el organismo estatal promotor de exportaciones ProMéxico.
El mercado mexicano de fármacos, vacunas, anti sueros, vitaminas para la prevención o tratamiento de enfermedades de humanos y mascotas es el segundo más importante en América Latina. Entre los principales consumidores de medicamentos se encuentra Estados Unidos, que junto con Suiza, es el principal destino de los productos fabricados aquí.
El Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas tiene el registro en México de 770 establecimientos de fabricación de productos farmacéuticos, perteneciente a la industria química del sector manufacturero. Del total, 278 se concentran en la Ciudad de México.
De acuerdo con ProMéxico, en el país se encuentran ubicadas 20 de las 25 empresas más importantes de esta industria a nivel internacional, entre ellas, Merck, Boehringer Ingelheim, Schering Plough, Bayer, Astrazeneca, Pfizer, Glaxosmithkline, Baxter y Novartis.
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Dichas empresas tienen en su mayoría capital europeo, pero Pzifer, Jhonson y Jhonson y Baxter son estadounidenses.
Pfizer, fundada por inmigrantes alemanes en Nueva York, es la biofarmacéutica más diversificada del mundo con productos para la salud humana y de consumo. Tiene presencia en 180 países y tiene una trayectoria de más de 160 años. En México lleva 65 años y emplea a mil 500 personas.
Cada día, presume en su página, 40 millones de personas alrededor del mundo son tratadas con sus medicamentos.
Jhonson y Jhonson México llegó desde 1936 y da empleo a más de mil 300 personas.
Baxter, por su parte, tiene oficinas corporativas en la Ciudad de México y cuenta con dos plantas de manufactura en Cuernavaca, Morelos y Atlacomulco, Estado de México.
El 80 por ciento de sus productos manufacturados en México son para consumo nacional y tiene comercio hacia países de Asia Pacífico, Europa, Centro y Sudamérica.
En América Latina emplea a más de 6 mil personas entre México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Costa Rica.
A nivel global, Asia controla el mercado de producción de medicamentos con 40 por ciento, seguido de Europa con 27 por ciento y Norteamérica con 20 por ciento, de acuerdo con Global Insight.
China, Estados Unidos y Suiza son los mayores productores de medicamentos en el mundo.
“El progreso de la industria farmacéutica es mayor en los países desarrollados, que son los que cuentan con una industria química sólida de base (situación que caracteriza principalmente a Estados Unidos, Gran Bretaña, Suiza, Francia y Alemania)”, destacó el estudio “Situación del Sector Farmacéutico en México” del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública.
PRODUCCIÓN, VENTAS E INVERSIÓN
La industria farmacéutica participa directamente en la interacción entre la economía y la salud.
En los aspectos del sector económico, produce empleos directos de alta calidad; realiza inversiones importantes en la planta productiva para su modernización y produce artículos de alto valor agregado y desarrollo en general, por generar un círculo virtuoso de capital humano, productividad, crecimiento y bienestar, aseguró Jorge Lanzagorta Darder, economista de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, citado por el estudio del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública.
La Encuesta Anual de la Industria Manufacturera del Inegi reportó 116 millones 243 mil 804 pesos en producción farmacéutica y 102 millones 325 mil 207 pesos en ventas durante 2015. Respecto a inversión, representó 4 millones 846 mil 114 pesos.
En ese año, registró 42 mil 176 puestos de trabajo.
Respecto a distribución, el gremio de farmacias en México es de aproximadamente de 20 mil establecimientos, de ellos 80 por ciento corresponde a pequeñas y medianas empresas, las cuales son el mayor empleador que hay en la cadena farmacéutica.
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Otro 20 por ciento forma parte de las cadenas y los autoservicios, que manejan 40 por ciento de la venta nacional, destacó Antonio Pascual Feria, Presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México.
Global trade Atlas documenta que México produce principalmente medicamentos para usos terapéuticos o profilácticos.
Sin embargo, el aumento de las importaciones se ha visto favorecido por la innovación internacional en los productos farmacéuticos en donde México no puede competir, ya que la mayoría de la inversión en tecnología está enfocada al mejoramiento en los procesos de producción, más que en la investigación, destacó el estudio “Situación del Sector Farmacéutico en México” del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública.
De enero a septiembre de 2016, reportó la Secretaría de Economía, México recibió 19 mil 772.6 millones de dólares por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED), de los cuales 2 mil 11 millones de dólares se derivaron de la adquisición de la empresa mexicana RIMSA por parte de la farmacéutica israelí TEVA, durante el primer trimestre de 2016.
Además del costo manufacturero barato, ProMéxico destacó dos fortalezas más de la industria farmacéutica en México: la regulación sanitaria y la ubicación geográfica que permite ahorros considerables en materia de logística y supervisión cercana del proceso manufacturero; además, facilita la inspección de las plantas por parte de las autoridades sanitarias y permite responder rápidamente a cambios repentinos en las tendencias de la demanda.
CONSUMO DE MEDICAMENTOS EN MÉXICO
Los factores demográficos y epidemiológicos que generan altos requerimientos de medicamentos en México son el aumento en el número de habitantes, vida prolongada, envejecimiento de la población, alto número de enfermos, individuos con varias enfermedades concomitantes, cronicidad de las enfermedades, frecuentes complicaciones de enfermedades crónicas y resistencia de los agentes terapéuticos, documentó el estudio “Situación del Sector Farmacéutico en México”.
En el país existe una amplia diferencia entre el mercado del sector público y el privado.
Se estima que los precios a los que compra el sector público son, en promedio, aproximadamente de un cuarto a un tercio más bajos que en el mercado privado.
Los precios de compra en el IMSS son 83 por ciento más bajos que los precios de menudeo en el sector privado, de acuerdo al estudio.
Un nuevo mercado que emerge cada vez con más fuerza en la industria farmacéutica es el de los medicamentos genéricos. Su demanda radica en su calidad, así como la accesibilidad que presentan para el consumidor.