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Greenpeace

10/09/2018 - 12:03 am

Industria del plástico, arriesgarse a innovar

Desde que se crearon los plásticos por allá de 1950 estos comenzaron a revolucionar el mercado.

Por Miguel Rivas***

Desde que se crearon los plásticos por allá de 1950 estos comenzaron a revolucionar el mercado, la industria nos promete que el plástico es una opción verde, que gracias a este material se ha contribuido a disminuir la deforestación para producir empaques de papel o cartón y al ser más livianos sus transportación genera menos emisiones de carbono, entre otros beneficios. Y no esto no deja de ser cierto. El plástico tiene sus virtudes, pero también grandes defectos.

Las mismas características que lo hacen un empaque ideal: flexibilidad y resistencia, son las que lo vuelven un gran problema y es así como está volviéndose un habitante común de los océanos donde estos residuos intoxican millones de animales que lo consumen, obstruyen sus vías respiratorias y digestivas, actúan como disruptores hormonales y hasta emiten gases de efecto invernadero mientras están varado en la playa. Lo cierto es que en los tiempos actuales descubrimos que más que un uso, hemos hecho un abuso de este material.

La industria del plástico, que este fin de semana acaba de llevar a cabo su convención número 51 con el tema de la sostenibilidad de los plásticos, debe actuar pronto y ser uno de los principales promotores de la soluciones y reconvertir su negocio. Esto porque nos hemos dado cuenta del daño que causan estos materiales en el medio ambiente y ya no los queremos tanto como antes, si no pregúntele a las tabacaleras. Más y más prohibiciones están apareciendo por diferentes países del mundo y México no es la excepción. Algunos municipios como Tijuana o Querétaro ya prohibieron artículos plásticos como bolsas y popotes, al igual que el estado de Veracruz. Mientras que Baja California Sur sumó a estos el poliestireno expandido o más conocido como UNICEL. Y se vienen más regulaciones de este tipo.

Defender el negocio a partir de aferrarse a sus bondades y reciclabilidad podría ser contraproducente para la industria. Una industria que en México produce alrededor de 8 millones de toneladas y que apenas el 32% de ellas son realmente recicladas. Apostar por el reciclaje es tener esperanza en que la tecnología va a mejorar en el futuro, pero no solucionan el problema de raíz porque cada vez es más la cantidad de plástico que se produce y que va a parar a nuestros océanos, la solución real es dejar de fabricar tanto plástico, más si son artículos como las bolsas cuya vida media es de aproximadamente 12 minutos de vida. La invitación está hecha.

La industria del plástico hoy tiene en sus manos el futuro de su negocio y es por ello que queremos invitarla a fabricar materiales que sean amigables con el medio ambiente. Es la mejor opción para un negocio que en México ha crecido constantemente durante los últimos 10 años a tasa del 4.8%, pero que podría ver sus cifras de crecimiento negativa si no es capaz de reinventarse a sí misma.
Y esto no sólo afectará a los grandes empresarios del plástico también a sus más de 260,000 empleos directos que generan los asociados de la asociación de la industria nacional del plástico ANIPAC podrían verse afectados si no repiensan el negocio. El futuro de su industria está en sus manos y no pensar en el medio ambiente sería un grave error.

En México esta industria dedica el 48% de su producción a empaques y embalajes y son estos los que se vuelven un gran problema para la biodiversidad por su mala disposición final. Nuevas formas de entregar los productos son necesarias sin que esto signifique que cada vez que adquirimos un producto para satisfacer una necesidad tengamos que llevarnos basura a casa.

Eso debe cambiar y lo consumidores lo saben. Es hora de saber si la industria plástica lo ha considerado y comenzará a producir empaques y embalajes que no solo sean biodegradables al 100% en el corto plazo, sino que puedan compostarse de manera real para volver a formar parte de los ciclos de la naturaleza sin tener que dejar su estela de contaminación. El futuro de esta industria está en su visión de futuro, con o sin el planeta de por medio.

*** Miguel Rivas es coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México

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