En función del grado de proximidad, los vórtices ciclónicos pueden colisionar y convertirse en uno enorme, pero la interacción también puede cambiar el rumbo de los ciclones.
Ciudad de México, 10 de septiembre (RT/SinEmbargo).- El demoledor huracán Irma, que ya ha devastado varios países caribeños y ha alcanzado la costa estadounidense, podría cambiar de rumbo en caso de colisionar con el recién formado huracán José, de categoría 4.
José también va avanzando y ya ha dejado atrás las islas de Barlovento en el Caribe. Según uno de los posibles escenarios de esta situación, descritos en The Washington Post, existe una posibilidad de interacción entre ambos huracanes este domingo o el próximo lunes.
El fenómeno que se produce cuando dos huracanes interactúan y emprenden una especie de baile ciclónico se conoce como efecto Fujiwhara, denominado así en honor al meteorólogo japonés Sakuhei Fujiwhara, quien describió este tipo de comportamiento en 1921.
Si dos ciclones tropicales se acercan entre sí, pueden empezar a 'orbitar' uno en torno al otro. Si un ciclón es mucho más potente que el otro, el de menor potencia suele girar alrededor de él. En el caso de que la intensidad de ambos sea equivalente, 'orbitan' en torno a un punto común entre los dos.
En función del grado de proximidad, los vórtices ciclónicos pueden colisionar y convertirse en uno enorme, pero la interacción también puede cambiar el rumbo de los ciclones.
La interacción, así como la colisión de los huracanes, no es un fenómeno común. La última vez que sucedió fue a finales de julio de este año con los huracanes "Hilary" e "Irma", que se formaron en aguas del Pacífico de México. "Hilary" cambió el rumbo de "Irwin", que se dirigía al oeste, y continuó su camino hacia el norte.