La iniciativa respondió a una campaña de la ONG española CitizenGo, que también ha llevado a cabo acciones similares en Estados Unidos, México y Colombia, y que contó en esta ocasión con el apoyo de grupos ultrarreligiosos chilenos.
Santiago de Chile, 10 julio (EFE).- Incidentes y agresiones entre partidarios y detractores marcaron hoy el recorrido por las calles de Santiago del "Bus de la Libertad", fletado por diversas organizaciones ultracatólicas en Chile que cuestionan los derechos de las personas transgénero y homosexuales.
Con una fuerte vigilancia policial, un autobús de color naranja identificado con el lema "¡Dejen a los niños en paz! #Conmishijosnosemetan" circuló durante la mañana de este lunes por las principales avenidas de la capital chilena.
La iniciativa respondió a una campaña de la ONG española CitizenGo, que también ha llevado a cabo acciones similares en Estados Unidos, México y Colombia, y que contó en esta ocasión con el apoyo de grupos ultrarreligiosos chilenos.
La acción provocó el rechazo de organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGTBI (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales) en el país, que habían convocado una contramanifestación pacífica para expresar su condena.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), que promueve los derechos de la diversidad sexual, llegó a poner en circulación el llamado "Bus de la Diversidad", con el que según el portavoz de la organización, Rolando Jiménez, repudiaron "la horrorosa campaña del 'Bus del Odio'", como denominaron al vehículo de CitizenGo que a esa misma hora circulaba por Santiago.
Activistas del Movilh denunciaron agresiones físicas e insultos por parte de manifestantes a favor del "Bus de la Libertad". Además, se quejaron de que fueron "inesperadamente reprimido por las fuerzas policiales".
"Hoy hemos sido víctimas y testigos de crueles e inhumanos ataques por parte de los representantes del 'Bus del Odio', quienes a viva voz nos gritaron frente al palacio de La Moneda que éramos pedófilos y terroristas", aseguró el Movilh.
Según esta organización, la más importantes de las que defienden los derechos de las minorías sexuales en Chile, los carabineros fueron "simples testigos de estos hechos y delitos de odio" y en ningún momento les protegieron.
Por ello, emplazaron al Gobierno "a dar explicaciones a todo el país por estos abusos".
"Jamás esperamos que un Estado que se dice democrático y un Gobierno que dice apoyar a las personas LGBTI tuviera una reacción tan deleznable como esta", criticaron.
La propuesta de la organización no gubernamental CitizenGo, que incluye la plataforma ultracatólica Hazte Oír, sostiene que "es perverso decirle a los niños a los diez años que pueden tener sexo con adultos y abortar sin el conocimiento de los padres".
En la educación debe primar la "biología y no la ideología de género", sostiene CitizenGo, que en Chile ha contado con el respaldo de algunos grupos católicos, como el Observatorio Legislativo Cristiano.
La portavoz de este movimiento, Marcela Aranda, entregó 25 mil firmas en el palacio de la Moneda, sede del Ejecutivo, dirigidas a la presidenta, Michelle Bachelet, a quien demandan que adopte medidas para garantizar una educación "sin ideología de género".
Carabineros ha informado de la detención de siete personas "por desórdenes" y un agente herido cuando intentaba normalizar el tránsito en el centro de Santiago, donde hoy, además, tuvo lugar la protesta de 3.000 taxistas que pararon en protesta por los servicios que prestan las empresas Uber y Cabify.
La Fundación Iguales, que también defiende los derechos de las personas LGBTI, recopiló la semana pasada más de 38.000 firmas en rechazo a la llegada del "Bus de la Libertad".
El Movilh hizo lo propio reuniendo otras 35 mil firmas contra la iniciativa de CitizenGo, además de exigir a las autoridades un pronunciamiento contundente contra la campaña de la ONG española.