Ciudad de México/Bruselas, 10 de junio (SinEmbargo/EFE).– Activistas de la organización Belgicanos protestaron hoy contra la presencia del Presidente Enrique Peña Nieto en Bruselas, con denuncias sobre la vulneración de los derechos humanos en el país latinoamericano y el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre pasado en Guerrero.
Los manifestantes también arremetieron en contra de la Presidenta de Chile Michel Bachelet. Ambos mandatarios latinoamericanos participan en la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
No obstante, el principal blanco de la ira de los manifestantes fue Peña Nieto, frente a cuyo hotel decenas de integrantes de la organización Belgicanos mostraron pancartas y profirieron consignas contra su Gobierno, centradas sobre todo en la cuestión de los derechos humanos.
La portavoz de Belgicanos, Silvia Ábalos, dijo a la agencia EFE que su agrupación representa a los “miles de indignados” por los “25 mil desaparecidos que hay en el país” y la “masacre constante” que sufren “estudiantes, campesinos, mujeres y niños” mexicanos.
“México está viviendo una crisis humanitaria y nadie se quiere dar cuenta”, advirtió Ábalos, para quien “la gota que colmó el vaso” de la paciencia de sus compatriotas fue la desaparición de los 43 estudiantes del estado de Guerrero en septiembre pasado a manos de policías corruptos y el crimen organizado.
La activista, que criticó el supuesto “enriquecimiento ilícito” de Peña Nieto desde que llegó al poder, dijo representar a “un grupo de 30, 40 y 50 personas”, al que hoy se sumaron otros mexicanos llegados de países cercanos como Alemania o Luxemburgo hasta llegar al centenar.
Belgicanos junto a la Asociación de Mexicanos en Bélgica pidieron al Consejo de la Unión Europea (UE), mediante un posicionamiento público, que tome en cuenta “la escalada industrial” de violaciones a los derechos humanos en México.
Las organizaciones expusieron al presidente de dicho Consejo, Donald Franciszek Tusk, los atropellos que sufre el país en distintos ámbitos durante esta administración de Gobierno:
“La respuesta europea a la crisis de derechos humanos en México se ha quedado corta en comparación con los niveles de sufrimiento humano y los niveles de compromisos políticos establecidos en el denominado ‘Global Agreement” entre Europa y México, en los que ambas partes se comprometan a respetar plenamente los principios democráticos y fundamentales los derechos humanos establecidos en la Declaración universal de los Derechos humanos”, dice la misiva difundida el día de ayer.
La carta recuerda que Peña Nieto ha realizado medidas “cosméticas” para salvar esta crisis, como lo enfatizó Amnistía Internacional el 28 de noviembre del año pasado.
“Una respuesta débil y complaciente de parte de las instituciones de la UE y sus Estados miembros, sólo agrava la crisis de derechos humanos en México y demuestra la falta de voluntad para apuntar una de las peores crisis de Latinoamérica en décadas”, resaltó la carta.
En el ámbito de las desapariciones forzadas enfatizaron que el Comité de Desapariciones Forzadas (CED) de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas visitó México y concluyó que el país “ilustra un contexto de desapariciones generalizadas entre las cuales muchas son desapariciones forzadas”.
Un ejemplo de lo anterior fueron los hechos del 26 y 27 de septiembre del 2014, cuando 43 normalistas fueron desaparecidos en la entidad de Guerrero.
“Guerrero expone serios retos para el Estado en materia de prevención, investigación y castigo de esta clase de crímenes. Hay 25 mil 821 personas desaparecidas en México”, cita la carta con base a datos recolectados por el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas.
Además, el mensaje hace hincapié en la conclusión de la visita del Relator Especial de Naciones Unidas sobre Tortura, Juan Méndez, en su reporte de marzo: “la tortura y los malos tratos son generalizados en México y ocurren en un contexto de impunidad”.
Dicho reporte subrayó que hay “evidencia de participación activa” en tortura de agentes de la Policía, Policía Ministerial y las fuerzas armadas; así como “indiferencia y complicidad” por parte de defensores públicos, fiscales y jueces.
La correspondencia también fue dirigida a Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y a Teresa Jiménez-Becerril Barrio, presidente de la Comisión Parlamentaria Mixta de Relaciones entre la Unión Europea, Japón y México, también toca el tema de la libertad de prensa.
Los periodistas en México sufren represalias, amenazas o ataques físicos o digitales por publicar “investigaciones críticas a líderes del Gobierno y retar las versiones oficiales”, retomaron las organizaciones civiles citando a Freedom House, en un reporte hecho público el 28 de abril.
Asimismo, desde que Peña Nieto tomó la presidencia el 1 de diciembre del 2012 son 30 los periodistas que han sido muertos o desaparecidos.
Por ello, este día las organización colocaron algunos de los mensajes contra Peña Nieto a su arribo a Bélgica. Escritas en inglés las pancartas decían: “Presidente mexicano deje de endeudar a México” y “Unión Europea no alimente al dinosaurio político mexicano”.
México. Así reciben a Peña Nieto en Bruselas Bélgica. pic.twitter.com/GfKr5rGuHW
— Compa JuamX (@JuamXMex) junio 10, 2015
Posteriormente la manifestación se desplazó a una explanada frente al Parlamento Europeo, donde se adhirieron una treintena de chilenos, según afirmó a Efe en el lugar Rigo Guzmán, representante de la Asociación de Refugiados de América Latina y El Caribe (Arlac).
Guzmán, de nacionalidad chilena, denunció que la cumbre de Bruselas es una muestra de “la relación de la UE con gobiernos criminales, mafiosos y antidemocráticos” de América Latina, con el objetivo de “sacar usufructo político y económico”.
La pancarta mayor de la manifestación, de carácter pacífico, mostraba además la siguiente leyenda: “Bachelet miente, roba y asesina a su pueblo”. Además, el grupo de activistas criticó también al Presidente de Perú, Ollanta Humala, por permitir la minería a cielo abierto en su país.