Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).- A lo largo del tiempo se ha popularizado que el desayuno es la comida más importante del día, así como otras frases que resaltan esta misma relevancia como la de «Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”, debido a que según dicen los expertos, estos alimentos deben de aportar una cuarta parte del total de energía necesaria para afrontar la jornada.
Es importante ingerir los primeros alimentos del día a menos de dos horas de haber despertado para así poner a trabajar al organismo, además de que el cuerpo lleva varias horas sin recibir ningún nutriente, por ello se recomienda tener un desayuno variado, equilibrado y saludable que mejore el estado nutricional y el rendimiento físico e intelectual de las personas.
Además, el no desayunar puede provocar nerviosismo, cansancio, dificultades en la memoria, desatención, disminución del rendimiento y estrés.
Mediante una investigación realizada por la agencia AC se encontraron los cinco elementos que podrían hacer un desayuno ideal: Cereales, lácteos, embutidos bajos en grasas, frutas y grasas sanas de complemento.
Cereales
De acuerdo con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, apunta que el pan o los cereales aportan carbohidratos complejos que no engordan como los vacíos pero sí dan energía, fibra, vitamina B, ácido fólico. Es importante que se trate de granos enteros o integrales.
Lácteos
Son ricos en calcio, vitaminas A y D y riboflavina. La leche, los quesos y los yogures son algunos de los productos ideales para el desayuno, mientras no tengan azúcares añadidos.
De acuerdo con el Huffington Post, proporcionan hidratos de carbono, proteínas, calcio de fácil asimilación, vitaminas y minerales.
Embutidos bajos en grasa
Aunque generalmente no se recomienda la ingestión de este tipo de alimentos, el desayuno es un buen momento del día para incluirlos.
El jamón cocido, el pavo, el jamón serrano o el embutido de pollo son algunos de los productos que puede incluir un buen desayuno.
Frutas
Las frutas, así como las verduras, enriquecen el organismo con vitaminas, minerales y azúcares. Una pieza de fruta fresca o su zumo natural son alimentos ideales para dotar al cuerpo de energía inmediata con la que afrontar el resto del día.
Grasa de complemento
El aceite de oliva es uno de los productos clave sobre los que se sustenta la dieta mediterránea, y es considerado un aliado saludable en la cocina por su alto contenido en ácido oleico y en antioxidantes naturales. Es preferible su consumo al de la mantequilla durante el desayuno.
Aquí también pueden intervenir los frutos secos o nueces, como las almendras, que poseen grasas saludables que aportan energía, proteínas, fibra, ácidos grasos no saturados, minerales y vitaminas, además de ayudar a reducir el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.