La usurpación de cargos directivos, la manipulación de asambleas y aun la creación de federaciones parece ser el deporte favorito de Antonio Lozano Pineda. Apenas llegado a la presidencia de la Federación Mexicana de Atletismo para el trienio 2009-2012, denunció las tropelías de su antecesor y en una asamblea fantasma realizada a finales del año pasado creó una nueva federación que encabezará hasta 2014. No sólo eso: incluso les pide a sus afiliados cuotas para el pago de los adeudos que tenía la federación que él mismo disolvió.
Por Beatriz Pereyra
Representantes de las asociaciones de atletismo de Nuevo León, Jalisco, Nayarit, Veracruz, Distrito Federal, Morelos, Estado de México y Yucatán denuncian que para evadir el pago de un adeudo fiscal por alrededor de 7 millones de pesos, Antonio Lozano Pineda desapareció de forma ilegal la Federación Mexicana de Atletismo (FMA) y creó la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA) a través de una asamblea fantasma.
El 25 de junio de 2009 Lozano fue nombrado presidente de la FMA por un periodo de tres años después de un jaloneo de casi dos años con Eduardo Jiménez tras la vergonzosa renuncia de Mariano Lara Tijerina por los malos manejos administrativos y prácticas de corrupción en las que incurrió.
Los inconformes alegan que esa elección fue irregular, toda vez que Lozano ni siquiera cumplía con los requisitos para postularse al cargo, y citan en artículo 32 del estatuto de la FMA, según el cual los aspirantes “deberán pertenecer o haber pertenecido al Consejo Directivo de una asociación afiliada a la federación o haber sido deportistas destacados de esa especialidad…”
De acuerdo con la información proporcionada a la reportera, el 16 de octubre de 2010 en Dolores Hidalgo, Guanajuato, se realizó un congreso técnico de la FMA en el cual Lozano informó a los presidentes de cada asociación sobre un adeudo de 800 mil pesos a la Secretaría de Hacienda ocasionado por los malos manejos de Antonio Villanueva, Mariano Lara y Eduardo Jiménez. Les dijo que para esa fecha, por los recargos, multas y requerimientos, el monto había subido hasta alrededor de 7 millones de pesos.
Las autoridades fiscales ya habían congelado las cuentas bancarias Banamex No. 09476630255, Scotiabank No. 00105881102 y Santander No. 92001625220 que manejaba la FMA. Cada que se congelaba una cuenta, el presidente de la federación abría otra para poder seguir captando recursos.
Lozano aseguró que no estaba dispuesto a atender las notificaciones de Hacienda en las que solicitaba que la FMA regularizara su situación fiscal para pagar los adeudos porque él no se haría cargo de los problemas provocados por administraciones anteriores.
De acuerdo con un documento entregado por los inconformes a este semanario, “para burlar las responsabilidades fiscales, Lozano comenzó los trámites para crear otra federación sin el consentimiento del Consejo Directivo ni de sus asociados. Con engaños, y echando mano de una lista de asistencia, creó y protocolizó ante notario público una supuesta asamblea para crear de forma ilegal la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo”.
Y se puso al frente por el periodo 2010-2014 con el supuesto apoyo de 18 asociaciones del país. En realidad, según el documento, “lo único que hizo fue pasar intacto el Consejo Directivo de la FMA a la FMAA, sin que estuvieran presentes todos los integrantes del Consejo Directivo”.
Y aun cuando ese 16 de octubre no asistieron Chrystyan Armando Martínez Pedraza (secretario), José Alpizar Loredo (tesorero), Francisco Javier Blanco Alonso (vocal directivo), José Estuardo Tienda Martínez (vocal medallista hombre) y Ana Laura Gray Araujo (vocal medallista mujer), el 19 de noviembre siguiente el notario público número 3 de la Ciudad de México, José Felipe Carrasco Zanini Rincón, protocolizó el Acta de la Asamblea Constitutiva de la FMAA.
Los denunciantes consideran que debe ser anulada toda vez que nunca se convocó ni se realizó una asamblea para tal fin. Y exponen que las firmas de varios presidentes de asociaciones que aparecen en el acta apócrifa de la “asamblea fantasma” fueron falsificadas.
Los primeros meses de 2011, Lozano convocó a asambleas ordinarias, extraordinarias y organizó congresos técnicos como titular de la FMA. A partir de mayo de ese año, sin previo aviso a los afiliados, cambió el logotipo y la página electrónica de la FMA y colocó el de la FMAA.
Fue en ese momento cuando los presidentes de asociación se enteraron de que había dejado de existir la FMA y que ya formaban parte de una persona moral llamada Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, A.C. con Antonio Lozano como presidente, encargo que terminará en 2014.
Además, a los afiliados se les informó que tenían que depositar los pagos que requería la FMAA en la cuenta de Scotiabank No. 5881501 con Clabe interbancaria 044180001058815012.
Los inconformes insisten: 1) nunca hubo una convocatoria para realizar la asamblea legal en la que se creó la FMAA; por lo tanto los acuerdos no se ciñeron a los estatuto y al reglamento de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme); 2) tampoco hubo una asamblea para la elección de presidente y el Consejo Directivo de la FMAA; 3) la disolución de la FMA no se apegó a los estatutos ni se explicó a los asistentes el estado financiero de la federación, por lo que, insisten, ésta sigue existiendo en las leyes mexicanas; 4) nunca hubo una desafiliación de las asociaciones nacionales de la FMA y mucho menos existió una afiliación a la FMAA de acuerdo a los estatutos de la nueva federación, y 5) hasta ahora Lozano no ha entregado a los asociados las cuentas sobre el estado presupuestal y financiero de la FMA ni de la FMAA.
IMPUNIDAD
“Durante su gestión en la FMA y FMAA nunca ha presentado un estado de cuenta o manejos por conceptos de los apoyos internacionales que le otorga la IAAF, ni los nacionales a través de Conade y menos entradas de recurso por conceptos de avales nacionales (para competencias), patrocinios y los cursos de tres días de certificación de entrenadores que hace con una empresa privada sólo para sacar recursos ilegalmente de los asociados, condicionándolos a que si no lo hacen no serán tomados en cuenta para los eventos nacionales e internacionales; además de que (Lozano) cobra los cursos en efectivo para no dar cuentas a los asociados del ingreso de esos recursos”, sostienen.
Para los denunciantes, “la FMAA se encuentra usurpando y usando información de la FMA, como récords nacionales, récords mexicanos, campeonatos nacionales oficiales de campo traviesa, de pista y campo, así como la historia de la FMA, ya que, si se supone que la FMAA es un organismo nuevo, no tiene por qué utilizar información de otra asociación diferente”.
Ejemplo de ello es que la FMAA convocó al 92 Campeonato Nacional de Atletismo, que se realizó en mayo pasado, en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.
De acuerdo al artículo 24 del estatuto de la FMA, la Asamblea General de Asociados es la única instancia que decide acerca de la disolución de esta asociación civil. Si fuera el caso, el presidente tendría que convocar a la asamblea extraordinaria con un mínimo de 10 días de anticipación.
El pasado 20 de febrero, Lozano convocó a sus afiliados a la asamblea general ordinaria que se realizó el 31 de marzo siguiente en las instalaciones de la Codeme. La convocatoria fue emitida en papel membretado de la FMAA, sin embargo fue firmada por el presidente (Lozano) y el secretario (Chrystyan Martínez) de la FMA. Aun así fue avalada por el titular de la Codeme, Alonso Pérez.
En esa asamblea, el presidente de la Asociación Veracruzana de Atletismo, Israel Francisco Benítez, interpeló a Lozano acerca de esa incongruencia y sobre la manera en que fue creada la FMAA.
En un audio obtenido por Proceso, se escucha que Lozano intentó rehuir el diálogo. Benítez defendió su derecho a recibir la información de acuerdo a los estatutos de la federación y de la Codeme y volvió a preguntar al federativo cuándo convocó a los agremiados a la supuesta asamblea del 16 de octubre de 2010. Después de muchas evasivas, Lozano respondió: “Se convocó ahí mismo”, es decir, después de las deliberaciones de congreso técnico.
Los representantes de las asociaciones inconformes aseguran a esta reportera que Lozano enseñó la carta en la que la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) le autorizó el cambio de nombre. No obstante los inconformes apuntan: “Una cosa es sólo cambiar el nombre y otra crear una nueva asociación civil”.
Señalan que hasta hoy Lozano no les ha entregado el documento para saber con qué argumentos solicitó a la IAAF el cambio de nombre, pues aseguran que no informó al máximo órgano del atletismo mundial sobre el dinero que la FMA debe al fisco mexicano.
Dicen que en virtud de que Lozano “se autoproclamó” presidente de la FMAA para el periodo 2010-2014 también rompió con el mandato del organismo internacional que requiere que los consejos directivos de las asociaciones de atletismo de cada país inicien y terminen funciones de manera paralela al ciclo olímpico. De ahí, precisan, que en 2009 Lozano haya sido electo sólo un periodo de tres años para empatar el final de su gestión con los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
En los próximos días, los inconformes presentarán una demanda por la vía civil contra la FMAA y su Consejo Directivo para reclamar: la nulidad del Acta de la Asamblea Constitutiva de la FMAA, la nulidad del Consejo Directivo “por vicios de forma y fondo en la supuesta elección del mismo”, y solicitarán la elección de un nuevo Consejo Directivo de la FMAA.
En la demanda, exponen, requerirán al juez que el notario público José Felipe Carrasco Zanini Rincón anule el instrumento público número 110,508 del que dio su fe el 19 de noviembre de 2010 para la protocolización del Acta de la Asamblea citada; también pedirán que el responsable del Registro Público de la Propiedad y Comercio cancele la inscripción de la escritura pública 110,508 bajo el folio electrónico No. 94925.
Como medida precautoria, y a fin de evitar se dilapiden los bienes de la FMAA, pedirá al juez que se congelen sus cuentas y recursos, que gire un oficio a la IAAF, a Codeme, Conade y al Comité Olímpico Mexicano para que se abstengan de otorgar dinero a la nueva federación y que dé vista de ello a la Secretaría de Hacienda y Crédito y Público, así como al Ministerio Público federal.
–Apro