Ciudad de México, 10 de febrero (SinEmbargo).– Alfredo Castillo Cervantes, Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, aseguró que los grupos de autodefensas no son delincuentes y dijo que su camino será convertirse en guardias rurales, una figura desaparecida hace años en México pero que el gobierno federal está rescatando.
En entrevista con el diario madrileño El País, Castillo afirma que tiene confianza en los líderes de las autodefensas, y explica:
“Mira, en las reuniones nos piden rellenos sanitarios, computadoras, procesadoras de limón, una escuela secundaria, cuatro doctores… No creo que sean demandas de una organización que representa peligro. Si fueran un grupo delincuencial no firmarían un acuerdo, no lo habrían hecho tan rápido [ocurrió el 27 de enero], tendrían demandas inviables y no estarían sentándose a discutir temas de desarrollo integral, de agenda social. En cuanto a las armas, hay que distinguir zonas urbanas de zonas rurales, en estas la gente desde hace mucho ha estado armada, para proteger sus fincas, para proteger su ganado, para protegerse de animales. No es que anden con esas armas en centros comerciales, como algunos creen. Para ellos es cosa de su cotidianidad”.
Castillo está encargado de lograr la paz en Michoacán desde el pasado 15 de enero. Apoyado por fuerzas del Ejército y de la Policía Federal, trabaja en conjunto con los grupos de autodefensa que se levantaron en armas hace poco menos de un año.
VER ADEMÁS: TEMPLARIOS HUYEN A COLIMA Y JALISCO | Integrantes del grupo criminal Los Caballeros Templarios estarían huyendo a poblaciones de la periferia de Michoacán para alcanzar los estados de Colima y Jalisco, luego de que este fin de semana grupos de autodefensa en compañía de fuerzas federales entraran a la cabecera municipal de Apatzingán, el bastión del cártel, advirtió el llamado “Comandante Cinco”, quien coordinó la toma de esa población.
“Lo más importante que ellos [las autodefensas] tienen no es un arma; su mejor arma es la información”, dice Castillo al periodista Salvador Camarena. “El esfuerzo que estamos realizando es para que nos platiquen, para que nos den información. Es información a cambio de seguridad para ellos”.
La entrevista se realizó el viernes pasado, un día antes que Reforma revelara que Castillo se reunió con líderes de autodefensas y con Juan José Farías, “El Abuelo”, identificado por el Ejército y la Procuraduría General de la República (PGR) como lugarteniente del Cártel de los Valencia o del Milenio.
Hoy mismo, el diario citadino informó que Castillo aceptó que sí tuvo dicha reunión pero que desconocía los antecedentes criminales de “El Abuelo”. Aseguró que al llegar a la bodega en Tepalcatepec, Juan José Farías lo estaba esperando y fue el primero en abordarlo para pedirle ayuda. Se acercó para pedirle que su caso fuera investigado por las autoridades con apego a derecho y sin la participación de testigos protegidos, como ocurrió en el sexenio anterior.
El enviado por el Presidente Enrique Peña Nieto dijo a El País que la gente de Tierra Caliente no está “maleada” y que ellos fueron los que pidieron la llegada del gobierno. “Y el gobierno durante mucho tiempo no acudió al llamado”.
El periodista pregunta a Castillo si no está durmiendo con el enemigo. Castillo responde: “Por supuesto que no. Los últimos 10 años he estado relacionado con el trato con delincuentes, aprendes a distinguir quién es un delincuente y quién actuó en una circunstancia”.
El ex titular de la Procuraduría Federal del Consumidor también habló sobre la manera para atacar a los Caballeros Templarios. El comisionado insistió en que es “necesario asfixiarlos económicamente”.
Aseguró que debe haber una ley de extinción de dominio, que hace a los delincuentes perder las propiedades que tenga. Además, dijo a El País que se deben “revisar todas las concesiones de las minas” en el estado para cerciorarse de que no están en manos de los Templarios; y que no estén controlando las exportaciones desde el puerto de Lázaro Cárdenas.
También dijo que lograrán que “los presidentes municipales y las empresas no paguen” extorsiones. “Que si alguien recibe un intento de extorsión puedan decir ‘no pago’, porque saben que dada nuestra presencia los criminales tendrían muy difícil” las represalias, dijo.