John Kelly, nominado por el Presidente electo Donald Trump para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, sostuvo que gran parte de quienes cruzan la frontera desde el sur lo hacen "escapando de la violencia" y que es importante "reducir la demanda" de estupefacientes desde Estados Unidos para frenar ese comercio ilegal. Además, señaló que parte de la solución debe incluir "trabajar más estrechamente con nuestros países aliados", entre ellos México y los de Centroamérica.
Washington, 10 ene (EFE).- El General retirado John Kelly, nominado por el Presidente electo Donald Trump para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, reconoció hoy que un muro "físico" con México no detendrá "los problemas fronterizos" derivados del flujo migratorio y entrada de drogas.
"Una barrera de defensa física no hará el trabajo por sí sola. Debería ser completado con otros métodos y tecnología", afirmó Kelly en la audiencia de confirmación ante el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.
De este modo, el general retirado marcaba distancia con la propuesta electoral más polémica de Trump, quien ha insistido en construir un muro en la frontera con México para detener el flujo migratorio y la entrada de estupefacientes.
Kelly, además, señaló que parte de la solución debe incluir "trabajar más estrechamente con nuestros países aliados", entre ellos México y los de Centroamérica.
Asimismo, sostuvo que gran parte de quienes cruzan la frontera desde el sur lo hacen "escapando de la violencia" y que es importante "reducir la demanda" de estupefacientes desde Estados Unidos para frenar ese comercio ilegal.
El DHS, creado tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos. y con una plantilla de un cuarto de millón de personas encargada de evitar atentados, controla las fronteras y hacer cumplir las leyes migratorias
Trump no solo ha reiterado en las últimas semanas su intención de erigir el muro con México, sino que ha asegurado que será el Gobierno del vecino del sur quien se encargará de pagarlo.
Precisamente hoy, el Canciller mexicano, Luis Videgaray, subrayó que "no hay manera" de que su país pague por ello, puesto que "no es un tema de cuánto cuesta, de dónde sale", sino "un tema de dignidad y de soberanía nacional".
Estados Unidos y México comparten un frontera de 3 mil kilómetros de longitud.
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Kelly, un general retirado que se familiarizó con Latinoamérica durante sus tres años al frente de Comando Sur (2012-2016), expresó su apoyo al Plan para la Alianza de Prosperidad para el Triángulo Norte de Centroamérica, implementado desde 2014 por Honduras, Guatemala y El Salvador y respaldado por fondos de Estados Unidos.
"Los tres países del norte han diseñado un plan, la Alianza de Prosperidad; nosotros les ayudamos a desarrollarlo y ellos han puesto su propio dinero. Lo que verdaderamente quieren es inversión extranjera. Si hiciéramos eso por ellos, sería mucho mejor", sostuvo Kelly.
El nominado por Trump para dirigir el DHS, la agencia responsable de la protección de la frontera con México y el control de inmigración, abogó porque Estados Unidos "ayude" a esos países centroamericanos mediante "la reducción de la demanda de drogas" que genera inseguridad en esa región.
También defendió la inversión de fondos en el Triángulo Norte para "ayudarles a mejorar su Policía", al considerar que si se estabiliza la situación de seguridad en esos países, "llegarán las inversiones y las oportunidades económicas".
Esa postura encaja con la política adoptada por el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para el que Kelly trabajó en distintas capacidades durante los últimos ocho años.
No obstante, el General nominado por Trump no llegó a precisar si respalda el actual nivel de inversión de Estados Unidos en Centroamérica, que durante los últimos dos años ha sido de 750 millones de dólares.
Kelly también alabó los avances de seguridad en Colombia, a cuyo Gobierno definió como "nuestros mejores amigos en Latinoamérica", y dijo que le habría gustado que el plan de Alianza para la Prosperidad se hubiera llamado "Plan Centroamérica" en honor al Plan Colombia lanzado en 2001 para canalizar la ayuda de Estados Unidos. a ese país.
"Siempre que alguien me dice que es imposible ayudar a las repúblicas de Centroamérica, les digo que miren a Colombia, que estaba en el mismo lugar hace 20 años, y hoy son exportadores de seguridad, ayudan a otros países de la región", apuntó Kelly.