México no está listo para recibir la ola de connacionales que podrían decidir volver al país tras la victoria electoral de Donald Trump que lo convertirá en el próximo Presidente de Estados Unidos. Tan sólo en el año fiscal 2015, un total de 146 mil 132 mexicanos fueron repatriados por las autoridades estadounidenses. Así, los mexicanos encabezaron la lista de deportaciones por nacionalidad. ¿Cómo enfrentará el país las consecuencias de las medidas antimigratorias de Trump?
Ciudad de México, 9 de noviembre (SinEmbargo).- México no cuenta con la capacidad para recibir una oleada de migrantes. Así lo advirtieron legisladores preocupados porque el futuro presidente de Estados Unidos arrecie las medidas contra los mexicanos en el vecino país.
“No tenemos la capacidad de emplear a los jóvenes. Por supuesto que es muy complicado hablar de que en este momento se pueda ofrecer la reinserción laboral a los connacionales, porque no se cuenta con una política económica que permita generar oportunidades”, dijo Jorge López Martín, Diputado del Partido Acción Nacional (PAN), integrante de la comisión de Asuntos Migratorios.
Se calcula que de todos los mexicanos que viven en Estados Unidos unos cuatro millones trabajan y son indocumentados. Todos ellos, si fueran deportados a México, y no encontraran trabajo se sumarían a los dos millones de mexicanos que ya se encuentran en el desempleo , de acuerdo con las cifras oficiales. Si eso ocurriera, la cifra del paro en el país alcanzaría los seis millones de desempleados.
Hasta el año 2014 había 11.1 millones de personas indocumentadas en los Estados Unidos, de los cuales 5.8 millones eran mexicanas, de acuerdo con datos del Pew Research Center, mostrados en un reporte en septiembre pasado. De los 8.1 millones que trabajaban en la construcción y los servicios, 4 millones 14 mil 80 eran mexicanos.
México, con una economía ya en desaceleración, no es capaz de generar más empleos con seguridad social, por lo que el arribo de tres o cuatro millones de personas sin trabajo sería imposible de enfrentar. De hecho, esa es una de las causas por las que se van a Estados Unidos: en busca de un trabajo.
La expansión promedio de México durante 2011-2015 ha sido sólo de un 1.7 por ciento, “lento para una economía emergente”, de acuerdo con la calificadora Standard and Poor’s. El año pasado se llegó a un 2.5 por ciento, pero para este 2016 los analistas estiman no más de un 2 por ciento.
Con ese ritmo de crecimiento, el gobierno tampoco podría ofrecerles el derecho a servicios de salud pública, a la alimentación ni a la vivienda. Actualmente no lo hace para el total de la población.
Barack Obama, Presidente de Estados Unidos, ha roto las marcas de deportación establecidas por sus antecesores en la Casa Blanca. En el año fiscal 2015 un total de 146 mil 132 mexicanos fueron deportados. Ellos representaron el 62 por ciento de todas las deportaciones realizadas por Estados Unidos.
López apuntó que el gobierno federal se ha olvidado de los 5.6 millones de mexicanos indocumentados en el vecino país.
"Hay un agravio real por el olvido de la política pública encabezada por Peña Nieto y tiene que ver con asuntos muy concretos, porque los fondos para migrantes se han visto muy disminuidos", dijo López.
Donald Trump inició una campaña de odio y aseguró que construiría un muro en la frontera con México. En su plan de migración detalló que cualquier indocumentado que sea detenido será expulsado de Estados Unidos. Para cumplir esa promesa, dijo, triplicaría el número de agentes fronterizos de llegar a la Casa Blanca.
Cada vez hay menos mexicanos indocumentados en los Estados Unidos a diferencia de los migrantes de otras nacionalidades, mostraron los datos del Pew Research Center en septiembre.
En el 2007 el número de mexicanos indocumentados ascendía a 6.9 millones. Mientras que, por ejemplo, migrantes indios pasaron de ser 130 mil en el 2009 a 500 mil en el 2014.
El Diputado del Partido de la Revolución Democrática Rafael Hernández Soriano desestimó que Trump mantenga la agresividad contra los migrantes que mostró durante su campaña.
“Desde luego que no es lo mismo andar en campaña que tomar decisiones, y sobre todo, de política pública. Así que habría que esperar. Nosotros lo que esperamos del gobierno federal es una postura firme ante esto”, dijo Hernández.
En Estados Unidos residen 11.7 millones de mexicanos. Lo que representa el 29 por ciento de los inmigrantes.
Grandes ciudades, como Los Ángeles, cuentan con un 15 por ciento de la población de origen mexicano, de acuerdo con datos de la Oficina del Censo de EU.
El coordinador del Partido Movimiento Ciudadano Clemente Castañeda Hoeflich apuntó que con la llegada de Trump al poder el Presidente Enrique Peña Nieto tiene la responsabilidad de dialogar con el presidente electo e informar qué sucederá con la promesa del magnate de expulsar a los migrantes indocumentados.
“México nunca había estado tan expuesto al exterior como hoy, ni su clase política tan poco preparada para enfrentar esta circunstancia”, dijo Castañeda, en una circular del partido este día.
EL COSTO DEL MURO
El 31 de agosto Donald Trump visitó México con el fin de atender una invitación hecha por Peña Nieto. El entonces candidato dijo en conferencia de prensa que durante su encuentro se habló de su propuesta de construir un muro, pero no sobre quién pagaría por él.
El silencio del mandatario mexicano y no mostrar una posición clara respecto al muro en ese momento hizo que se viera obligado más tarde a anunciar en Twitter: “Al inicio de la conversación dejé claro que México no pagará por el muro”.
Avasallado por las críticas, Peña Nieto reconoció más tarde que se equivocó al invitar a Trump. Un día después de las elecciones en Estados Unidos volvió a usar la red social pero, esta vez, con el fin de felicitar al nuevo gobernante.
“Felicito a EUA [sic] por su proceso electoral y le reitero a @realDonaldTrump la disposición de trabajar juntos a favor de la relación bilateral”, expresó en Twitter.
Después de ser cuestionado innumerables veces sobre cómo lograría que México pagara el muro, como prometió hasta el cansancio en campaña, Trump explicó que ordenaría a las instituciones financieras requerir documentos de identificación todo aquel que deseara realizar una transacción de EU a México.
De esta cuenta, el candidato expuso que si el Gobierno de México no pagase por el muro, los dineros podrían ser debitados mediante tarifas mayores a los envíos de las remesas, cancelación de visas, o inclusa impuestos a las visas.
“El Gobierno mexicano sería muy tonto en dejarse presionar. Esto fue un discurso para ganar frente a Hillary, pero Trump, en caso de endurecer demasiado las medidas migratorias, va tener que enfrentar la propia resistencia de los empresario que contratan mano de obra indocumentada. Ellos van a presionar más que el propio Gobierno [mexicano]”, dijo Araceli Damián González, Diputada federal del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).