En pocos años, Guerrero se ha convertido en una trampa mortal para las mujeres. Las estadísticas no mienten: en sólo 10 años, el estado de Ángel Aguirre Rivero triplicó la tasa de feminicidios hasta colocarse por encima de los índices del peor país del mundo para ser mujer.
Ayotzinapa es la muestra más cruda de la descomposición política en el estado sureño, pero, a fuego nada lento, se ha cocinado un odio que acaba con las vidas de ellas al grado que Acapulco, el paraíso perdido, es ya el municipio mexicano con más proclividad para arrebatar la vida de sus niñas, mujeres y ancianas.
Ciudad de México, 9 de octubre (SinEmbargo).– Sería difícil encontrar una campaña turística promovida por el gobierno mexicano en el extranjero para visitar Ciudad Juárez, Chihuahua.
Si se le preguntara a Jane Fonda o a Salma Hayek cómo sería su plan de vacaciones en el desierto chihuahuense, seguro harían una mueca para luego pronunciarse, como lo hicieron hace algunos años y en plena campaña, contra el feminicidio.
Es posible que su opinión de Acapulco sea otra. A final de cuentas, Elizabeth Taylor, Judy Garland, Brigitte Bardot, Jackie Kennedy y María Félix amaron y fueron amadas en el puerto más famoso de México.
De 1993 a 2005 se pronunciaron los y las titulares de la Relatoría Especial sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias de la Organización para las Naciones Unidas (ONU); la Relatoría Especial sobre la Independencia de Jueces y Magistrados, también de Naciones Unidas; la Relatoría sobre Derechos de las Mujeres de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Las actrices Jane Fonda y Salma Hayek aprovecharon su coincidencia en la Ciudad de México en 2006 para participar en una de las presentaciones de la obra teatral Los monólogos de la vagina y pronunciarse contra el horror vivido por las mujeres de Juárez.
De Acapulco poco se dice.
Con el apoyo metodológico de demógrafos, SinEmbargo obtuvo las tasas de feminicidios en los 116 municipios y delegaciones más poblados del país, casi todas ciudades con más de 100 mil habitantes.
El dato mostrado y que permite la comparación entre los distintos órdenes de división geográfica y política –municipio, estado y país– relaciona el número de asesinatos dolosos de mujeres por cada 100 mil mujeres residentes en el sitio de referencia.
En 2012, último año estadísticamente disponible en las bases de datos de funciones del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi) y la Secretaría de Salud federal, Acapulco fue el municipio con la mayor tasa de asesinatos de mujeres, por encima de Ciudad Juárez.
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En febrero de 2012, Small Arms Survey publicó el informe Feminicidio: Un Problema Global revelando que entre 2004 y 2009 alrededor de 66 mil mujeres murieron cada año como consecuencia de los maltratos de hombres.
El proyecto Small Arms Survey –Estudio de las Armas Ligeras– es una iniciativa independiente del Instituto de Graduados de Estudios Internacionales y de Desarrollo con sede en Ginebra, Suiza. Es un monitor de primera importancia sobre armas ligeras –pistolas, fusiles de asalto, metralletas y lanzamisiles a hombro– y las consecuencias sociales de su uso.
En informe analizó la situación en 25 países de todas las regiones con base en una tasa hecha a partir del número de asesinatos intencionales de mujeres por cada 100 mil mujeres habitantes en el sitio y en que ocurrió el evento dentro del periodo de estudio.
Ese modelo de tasa es el mismo empleado por los demógrafos que apoyaron a SinEmbargo en la elaboración de la medición presentada en los reportajes de esta serie, así que permite la comparación entre municipios con estados y de estos con países.
De los 25 países con tasas altas o muy altas de feminicidios, 14 están en América Latina.
Small Arms Survey y otros organismos internacionales consideran que las tasas altas de asesinatos de mujeres se sitúan en números de entre 3 y 6. Delante de 6, se presume un “muy alto” grado de violencia contra las mujeres.
La investigación analizó los datos de homicidios de mujeres a nivel mundial del 2004 al 2009 y coloca en el primer puesto de la lista de los países misóginos a El Salvador, donde se registraron 12 homicidios por cada 100 mil mujeres en promedio anual, es decir, el doble del valor considerado como “muy alto”.
A la vez que los 10 municipios mexicanos por SinEmbargo seleccionados muestran tasas superiores a las de El Salvador, en el caso de Acapulco la cifra se observa quintuplicada. Juárez ofrece la peor tasa en los últimos 10 años, cuando en 2010 el número ascendió a 54.9, y, desde entonces, el dato ha ido en declive.
Caso contrario es el del puerto guerrerense, que desde 2008 se ha mantenido en línea ascendente: durante 2012 ocurrieron casi siete veces más feminicidios que en 2008 y no es que este año el dato hubiera sido moderado. En realidad, durante los últimos 10 años presentes en el registro estadístico, Acapulco nunca ha visto una tasa feminicida por debajo del parámetro de “alta”.
Las autoridades acapulqueñas destinan recursos económicos para hermanarse, con sus puestos fines de promoción turística, con ciudades de todo el mundo. Pero en cuanto a la violencia sufrida por las mujeres acapulqueñas queda a años luz de distancia que la vivida por sus “hermanas” de Sendai, Japón, o de Quebec, Canadá, donde las tasas feminicidas son históricamente cercanas a cero.
Es necesario decir que 2012, el peor entre todas las ciudades seleccionadas en 2012, ha sido gobernado parcialmente también por Luis Walton, del Partido Movimiento Ciudadano, al que antes ha dirigido y representado como parte de las alianzas en que ha partido en la izquierda mexicana.
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Iguala, donde está en curso la tragedia de los normalistas de Ayotzinapa, también está dentro de las 10 peores demarcaciones mexicanas, en el quinto lugar, una posición por encima de Ciudad de Juárez.
De bajo perfil, en Iguala ha pasado desapercibido el hecho de que ahí se asesinan más mujeres que en Monterrey, Nuevo León; Reynosa, Tamaulipas, o Culiacán, Sinaloa. En Iguala, la tasa feminicida e 2012 cerró en 17.7, casi 50 por ciento por encima de la de El Salvador y casi tres veces por encima de lo que ya se considera una situación verdaderamente grave.
EL ÁNGEL EXTERMINADOR
Priista y perredista converso, Aguirre siempre ha estado incrustado en la vida pública de Guerrero. Es un político descendiente de la familia Figueroa, la misma que combatió junto con la Brigada Blanca la guerrilla comunista durante los años de la Guerra Sucia.
En 1981 el Gobernador Alejandro Cervantes Delgado lo nombró como su secretario particular hasta 1984, de ese año a 1987 fue coordinador General de Fortalecimiento Municipal y, entre 1985 a 1987, fungió como Secretario General de Gobierno del estado.
El Gobernador José Francisco Ruiz Massieu lo designó Secretario de Desarrollo Económico de 1987 a 1990 y, de ese año a 1991, se desempeñó como Coordinador del Programa Nacional de Solidaridad en la Costa Chica.
Entonces fue electo Diputado Federal por el Sexto Distrito Electoral Federal de Guerrero de 1991 a 1994. Entre 1993 y 1996 fue además presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El 12 de marzo de 1996, el entonces Gobernador Rubén Figueroa Alcocer solicitó licencia al cargo como consecuencia a la Matanza de Aguas Blancas, donde campesinos fueron asesinados por agentes de la policía estatal en el municipio de Coyuca de Benítez.
Ese mismo día el Congreso de Guerrero lo designó como Gobernador sustituto, cargo que ejerció hasta marzo de 1999.
En 2003 fue electo por segunda ocasión diputado federal, esta vez en representación del VIII Distrito Electoral Federal de Guerrero. En 2006 fue postulado como candidato a Senador por el PRI en la primera fórmula de las candidaturas, quedando en segundo lugar en la elección y ocupando por tanto la curul de primera minoría.
En 2010 levantó la mano para contender por el PRI a la gubernatura de Guerrero, pero su partido de la vida optó por Manuel Añorve Baños.
Así que renunció al PRI y se postuló una alianza compuesta por el PRD, el PT y Convergencia. Tuvo como principal promotor en el perredismo nacional a Marcelo Ebrard, en ese momento Jefe de Gobierno del DF y quien sostiene que ha sostenido que la seguridad de las mujeres está relacionada directamente con la seguridad general.
Quizá debió echar una mirada a los números de Guerrero.
Desde 1994, mientras Aguirre era Diputado federal y presidente estatal del PRI, y hasta ahora que es Gobernador, la tasa feminicida guerrerense nunca ha dejado de ser alta. Y hoy, con un gobierno surgido del PRD, partido que presume tener como prioridad a las mujeres, la situación es peor incluso que en El Salvador.
NIÑAS, MUJERES, ANCIANAS
Una peculiaridad del Feminicidio en Guerrero, a diferencia del observado en Chihuahua, Tamaulipas o Sinaloa, por ejemplo es que las altas tasas feminicidas estás distribuidas en todos los grupos de edad, excepto en los dos primeros, de 0 a 9 años de edad.
El dato guarda relevancia porque las autoridades suelen descansar su responsabilidad en el supuesto involucramiento de las mujeres en actividades delictivas lo que, a su decir, deriva en su muerte violenta. Una acotación al respecto: las mujeres asesinadas en relación al crimen organizado y que antes fueron capturadas suelen ser violadas y esto es feminicidio.
En el caso de Guerrero, las muertes de niñas se disparan a partir de los 10 años de edad y, entre los 15 y los 64 años, todas las tasas observadas durante 2012 son “muy altas” frecuentemente por encima de la medida en El Salvador.
Entre los 15 y los 19 años de edad, se observa la peor de las situaciones, lo que de acuerdo con criterios de grupos dedicados a la erradicación de la trata, sugiere un problema de prostitución forzada y abuso sexual infantil.
En ese grupo de edad la tasa duplica y más la de El Salvador. La situación es también mala en las mujeres de la tercera edad. La de Guerrero es una sociedad cuyas ancianas de 85 años y más están en riesgo de morir asesinadas.
A fines de abril el Gobernador Ángel Aguirre Rivero habló de las mujeres de su estado y bajo su gobierno:
“Guerrero cumple con la población y grupos vulnerables
“Fomentar la igualdad de oportunidades para los grupos sociales vulnerables como son los niños, mujeres, adultos mayores y personas con capacidades diferentes, significa una labor ineludible del Gobierno Estatal, reafirmando el compromiso de mejorar la calidad de vida individual y comunitaria, con base en los principios de equidad y justicia (sic)”. *