Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).– Coca-Cola es sin duda uno de los refrescos de consumo más extendido en México y el mundo, pero la discusión sobre uno de sus componentes llamado Caramelo IV aún no ha provocado revuelo como en otros países, pese a que, de acuerdo con varias organizaciones, es cancerígeno.
Los refrescos de cola se valen de este colorante para lograr su característico color negro, sin embargo, al calentarse genera subproductos conocidos como 2-metilimidazol y 4-metilimidazol (2-MI y 4-MI, por sus siglas respectivas), este último sería el principal sospechoso de desarrollar algún tipo de cáncer.
“Sí, el Centro Científico para el Interés Público de la Ciencia (CSPI), lo tiene catalogado como uno de los aditivos que produce daño a la salud y que por ende debería estar prohibido por los gobiernos”, dijo en entrevista Fiorella Espinosa De Candido, investigadora de salud alimentaria de la organización El Poder del Consumidor.
La Agencia de Protección Ambiental de California (OEHHA) añadió desde octubre del 2011 al 4-MI en la lista de sustancias que pueden causar cáncer y que necesitan ser reguladas. Así obligó a las empresas a que incluyeran un etiquetado especial que advierta a los consumidores sobre las presuntas consecuencias de beber sus productos.
La OEHHA también estableció un consumo que no genere daños a la salud, fijado en 29 microgramos por día. El cual grandes empresas que utilizan este colorante como Coca-Cola y Pepsico acataron en ese estado.
A raíz de la inconformidad mostrada por las autoridades de California, Coca-Cola anunció en 2012 que reduciría los niveles de 4-metilimidazol en sus productos, sin cambiar la fórmula secreta que le caracteriza. No obstante, no informó en cuánto reduciría estos niveles, ni si lo haría afuera de los Estados Unidos.
De acuerdo con un estudio elaborado por el CSPI, el consumo en México es de 147 microgramos por cada 355 mililitros. Cinco veces más que lo permitido en California, donde un año después de implementarse las medidas estatales, los niveles de consumo bajaron a cuatro microgramos por día.
VER ADEMÁS: Estudio de la CSPI sobre niveles de Caramelo IV en México
Al respecto Coca-Cola se limitó a contestar: “El CSPI realizó una declaración en la que insinúa de forma irresponsable que el ingrediente que utilizamos en nuestras bebidas que da el color caramelo a Coca-Cola es inseguro”.
Por su parte, la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer, que pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS), colocó a este colorante en la lista de productos que causan cáncer en animales. Y agregó en un reporte que el “4-Methylimidazole es posiblemente cancerígeno a los humanos”.
A pesar de las diferentes organizaciones internacionales que apuntan a esta sustancia, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), que rige a nivel federal los temas de salud alimentaria, aún no ha marcado este componente como nocivo.
“Los estudios del Programa Nacional de Toxicología fueron conducidos en roedores en niveles en los que el 4-MI está lejos de exceder las actuales exposiciones al 4-MI mediante el consumo del colorante caramelo clase III y IV en productos como las colas”, advierte la FDA en su portal.
De acuerdo con la organización EPC, es complicado que las autoridades de salud mexicanas lleguen a pronunciarse respecto a este tema debido al apego que tienen con lo que dice la FDA. “Un caso parecido fue lo que pasó con el ciclamato que utilizaba la Coca-Cola Zero, que tardó mucho más en prohibirse en México que en Estados Unidos”, dijo Fiorella Espinosa.
Y es que en mayo del 2007, dicho producto fue fuertemente criticado debido a que utilizaba ciclamato de sodio para endulzar, el cual según otra serie de investigaciones podría ocasionar cáncer.
No toda la comunidad científica concuerda con el punto de vista de la FDA sobre el 4-metilimidazol . Un estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, concluyó que este riesgo debe ser reconsiderado por la FDA.
“Parece que las exposiciones de 4-MI asociados con tasas promedio de consumo de refrescos plantean riesgos de cáncer que exceden a un caso por cada millón de individuos expuestos, lo cual es una medida de riesgo comúnmente aceptada por algunas agencias de regulación federal de los Estados Unidos”, citó el trabajo.
A la fecha, Coca-Cola en México sigue defendiendo el uso de esta sustancia en su portal, y niega sus posibles efectos negativos.
“El color caramelo de nuestras bebidas es completamente seguro. Garantizar la seguridad de nuestros productos y mantener la confianza de los consumidores son las prioridades más importantes para Coca-Cola”, citó la empresa, en respuesta a lo que ha sido una pregunta frecuente de los consumidores.
De acuerdo con la organización estadounidense Consumer Reports, los niveles de cáncer dentro de la población serían realmente bajos, sin embargo, siendo este caramelo nada más un colorante que hace a varios productos tornarse de tono obscuro, su inclusión debe ser redimensionada por las empresas.
“Sería muy complejo meternos a una aseveración sobre la magnitud en la salud de estos aditivos, lo cierto es que en su conjunto en un producto como lo puede ser la Coca- Cola o un refresco similar, ya no es solamente el colorante, sino son los ácidos, el sodio, el azúcar, que estén en una composición líquida, y que permiten un ingreso muy acelerado al organismo”, consideró Julieta Ponce Sánchez, directora del Centro de Orientación Alimentaria.
La coordinadora de salud del EPC, que se especializa en el abordaje del contenido de refrescos, sostuvo que cuando hay alguna duda debe privilegiarse un “principio de precaución”, el cual no se ha ejercido en función de la protección de los usuarios.
“Sino es seguro o actúa para la salud, pues no utilizas el ingrediente. Pero muchas veces por interés de la industria se actúa al revés, hasta que no haga daño no lo voy a dejar de usar. Sin embargo, para nosotros hay ya un principio de evidencia”, refirió Espinosa.
SinEmbargo se comunicó con Luis Fuentes, de comunicación corporativa de Coca-Cola, con el fin de ahondar sobre los niveles de caramelo IV que tiene la fórmula de este refresco en México.
“Se trata de niveles sumamente bajos y permitidos por los reguladores de todo el mundo”, fue la respuesta, que agregó que el producto se encuentra también en una serie de alimentos avalados por las autoridades nacionales y otros organismos internacionales, además de la FDA, como la a Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la FAO/OMS (siglas para Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura; y la OMS, ya detallada anteriormente).
El Centro de Orientación Alimentaria considera que las empresas han aprovechado varios vacíos de certeza a la salud alimentaria que deja la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para promover sus productos.
“Somos reactivos regulatoriamente hablando, no hay un departamento de investigación a la vanguardia en un organismo como Cofepris, que estuviera adelantándose a este tipo de evidencias”, expuso Ponce, quien agregó que “si bien, no se ha demostrado que hace daño [el caramelo de Coca-Cola en términos generales], tampoco se ha demostrado que no”.