Luego de un mes, resultó que Julie Shann iba a vivir bastante más de lo que le habían vaticinado: los expertos del hospital le dijeron que nunca había padeció la mortífera enfermedad y que su médico no estaba capacitado para brindarle semejante diagnóstico.
Ciudad de México, 9 de julio (RT/SinEmbargo).- Julie Shann, de 55 años, tenía los días contados y "muy poco" tiempo para vivir después de que su médico de cabecera le comunicara en enero de 2015 que tenía un cáncer de pulmón en fase terminal.
Tras enterarse del devastador diagnóstico, la mujer empezó a prepararse para su inminente muerte y vendió todos sus artículos de valor y las reliquias familiares más preciadas para poder pagar su funeral y que este gasto no recayera en sus seres queridos.
Al cabo de un mes, resultó que Shann iba a vivir bastante más de lo que le habían vaticinado: los expertos del hospital Hull Royal Infirmary de la ciudad inglesa de Kingston upon Hull le dijeron que nunca había padecido aquella mortífera enfermedad y que su médico no estaba capacitado para brindarle semejante diagnóstico.
"Durante un mes, me hicieron pensar que me estaba muriendo y que tenía que planificar mi propio funeral, fue absolutamente desgarrador", ha comentado Shann al diario The Daily Mail. Tres años después, la mujer sigue sin saber a qué se debió tal error.
La mujer fue a ver a su médico para preguntarle por qué había cometido un error así, pero este no quiso ni hablar con ella y llamó a la policía para que la expulsaran del centro hospitalario, relató Shann, quien dice que solo quiere recibir una explicación acerca de lo que ocurrió.
"Merezco respuestas por lo que me hizo pasar", señaló la británica, que ya no puede recuperar los preciados objetos familiares que vendió.