Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).-Para el cantante y multiinstrumentista oaxaqueño Juan Casaos, el paisaje, la tierra en donde nació y se crió, fueron fundamentales para su carrera musical.
Cada niño en Oaxaca se corresponde con una tradición antigua e imperecedera expresada a través de un instrumento que llega a sus manos a edad muy temprana y que lo convierte en forma irreversible en un artista en potencia.
Así también ha sido para el vocalista del grupo La Apuesta, quien el próximo 16 de julio concretará uno de los proyectos más exigentes de su vida, al presentar su espectáculo Juan Casaos Le Canta a Oaxaca, en compañía de la Banda Filarmónica Infantil y Juvenil de Santiago Xiacuí, en el Lunario del Auditorio Nacional.
Se trata de llevar hasta una frontera desconocida la música popular de la tierra oaxaqueña, renovando composiciones tradicionales y muy conocidas como “La Sandunga”, “Dios nunca muere”, “La Llorona” y “Canción Mixteca”, entre otros, según explica Juan Casaos a SinEmbargo.
“De pronto las nuevas generaciones de músicos oaxaqueños son un poco reacios a tocar canciones tradicionales, de nuestra tierra y por eso las traemos al Lunario”, dice Casaos.
“Para mí, la música regional oaxaqueña es especial para las orquestas filarmónicas y por eso se distingue tanto de lo que se conoce como música regional mexicana en general. Estamos incluso cambiando la armonía de las piezas tradicionales”, agrega.
Para su proyecto, Juan se vale del gran aporte de la Filarmónica Santiago Xicuaí, integrada por 45 jóvenes músicos, todos ellos convocados por el propio Casaos, quien de este modo le ha dado una raíz filantrópica a su incansable trabajo como cantante popular.
Parte de los recursos que obtiene en los conciertos en solitario o con su grupo La Apuesta, Casaos –originario de Santiago Xiacuí, Ixtlán- los destina al desarrollo de las capacidades musicales y artísticas de los niños locales, así como a la compra de los instrumentos, para inspirarles amor al arte y motivándolos a crecer más allá de la Sierra Juárez Oaxaca. El resultado ha sido beneficioso ya que hoy en 2015 la Filarmónica cuenta ya con 45 elementos.
Con la intención de llevar la interpretación de la música regional oaxaqueña a un nuevo nivel, Juan Casaos ha desarrollado éste proyecto multidisciplinario apoyado por artes como la pintura, la danza, la literatura y recursos como “el cine a mano” (una disciplina muy poco difundida) y sutiles actos de magia.
La serie de pinturas que ilustra cada una de las canciones estuvo a cargo de artistas emergentes oaxaqueños Gustavo Vilchis y Raúl Cano. Los trajes de los músicos fueron diseñados por Ruth Villanueva, proveniente también de la Sierra Juárez.
“Es impresionante la cantidad de gente que está involucrada en este proyectos. Somos aproximadamente 130 personas y el proyecto ha cobrado unas dimensiones gigantescas, pero estoy de todos modos feliz por poder abrir nuevos foros a esta música que me interesa tanto difundir”, dice Casaos, quien toca el saxo y el piano y ha estudiado composición en la Escuela Nacional de Música.
