Ciudad de México, 9 de junio (SinEmbargo).– La magna muestra de la pintora mexicana Frida Kahlo en Roma está causando un verdadero furor. Ya son 175 mil las personas que han visitado la exposición compuesta por 160 piezas de la autoría de una artista tan discutida como perenne.
Se trata de la mayor retrospectiva de la pintora mexicana en la capital italiana, con obras como “Autorretrato con vestido de terciopelo” y tiene lugar en La Scuderie del Quirinale en Roma, donde se inauguró el pasado 18 de marzo.
La “fiebre Frida” en Europa ha hecho nido también en Berlín donde Gisèle Freund expone una serie especialmente dedicada a Kahlo y su marido Diego Rivera, de quienes la fotógrafa alemana fue muy amiga.
La exposición "Gisèle Freund: escenas y retratos fotográficos" (23 de mayo al 10 de agosto en la Academia de las Artes de Berlín) recoge por primera vez 280 fotos de Freund procesadas digitalmente y con su color original restaurado.
Freund (1908-2000) retrató a color y casi siempre en la intimidad de sus casas a escritores, artistas y filósofos como James Joyce, Virginia Woolf y Simone de Beauvoir, además de a Kahlo y Rivera, con los que mantuvo una estrecha amistad, informó la agencia dpa.
NO SOLO SUFRIMIENTO
Sin quererlo, ambas muestras conforman un perfil diferente al habitual de Frida Kahlo en el Viejo Continente, quitándola del cliché de mujer presa del sufrimiento permanente y protagonista de una vida aciaga y llena de obstáculos, para darla a conocer en todo su esplendor, tanto artístico como personal.
Una tendencia que según el historiador Víctor García Díaz Arciniega fue cobrando forma en los últimos años.
“Las cualidades plásticas de su obra se han impuesto y reconocido como ejemplares por la sinceridad de la búsqueda estética y la vitalidad expresiva de sus temas, sin que en ello se obvie una biografía signada por el dolor y el ansia de vivir”, escribió en su texto “Frida Kahlo, morir para vivir” leído durante las Jornadas Fridianas en 2007.
Es precisamente lo que destacan los medios italianos al referirse a la exposición de la mexicana en Quirinale, donde la curadora Helga Prignitz Poda se ufana de poner a la vista del público la obra de arte proveniente de las colecciones más importantes públicas y privadas de México, Europa y Estados Unidos que dan cuenta de una artista vital y dedicada.
Hay más de 40 retratos y autorretratos, como el famoso “Autorretrato con collar de espinas”, pintado en los ’40 y prestada por la Universidad de Texas.
“Autorretrato con monos”, “Diego en mi pensamiento”, “Cama”, “Paisaje”, “La copa”, “Dos autorretratos”, “Pancho Villa” y “La Adelita”, entre muchos otros, no sólo son un espejo de sus vivencias marcadas por el terrible accidente que sufrió a los 17 años, sino que también reflejan la transformación social y cultural que trajo consigo la Revolución Mexicana.
“Cercano a su muerte, el énfasis de su valoración se concentraba casi exclusivamente en los rasgos heroicos, morales e ideológicos de Frida; su biografía toda y su matrimonio con Diego Rivera tenían rasgos de mito.
Con el tiempo y pese al lastre de las múltiples adherencias –como exclaman ciertos puristas–, la obra pictórica de nuestra artista ha venido mostrando la esencial vitalidad de la autentica búsqueda estética que la origina y caracteriza”, escribió Víctor García Díaz Arciniega.
En Roma, una ciudad llena de museos con obras de artistas famosos, Frida Kahlo hace historia al convertirse en la única artista latinoamericana capaz de causar tanto interés entre el público italiano.
LOS NIÑOS SE ACERCAN A FRIDA KAHLO
En el marco de la exposición que concluirá el 31 de agosto próximo, el área del Servicio Educativo del museo lleva a cabo el Proyecto de Laboratorio de Arte en el que los menores participan en la recreación del mundo cotidiano con el que la pintora tenía contacto.
Los talleres se llevan a cabo en la Azienda Speciale Palexpo del Palazzo delle Esposizioni del Museo de la Scuderie de La Quirinale, a cargo de la profesora de arte Chiara Bandi.
“Se alienta a los niños más pequeños para crear el huipil. Como pequeños sastres armados con jices, los niños y los niños recalcan sobre las texturas y tejen prendas portadoras de significados antiguos y actuales”, dijo la mujer en una entrevista realizada por el departamento de prensa de CONACULTA.
“Los niños mayores trabajan con las telas más grandes de colores, cintas, encajes y largas faldas susurrantes. A raíz de las imágenes de Frida, se reinterpretan las “prendas sorprendentes” llevadas por la artista. Vestidos, accesorios, joyas y peinados que no tienen un objetivo de autocomplacencia para ella, pero representan un profundo vínculo del artista con la tradición y la cultura mexicana”, remarcó.