MÉXICO, D.F. (apro).- Pablo Zárate Juárez, quien actualmente forma parte del equipo de campaña de Enrique Peña Nieto, es investigado por el gobierno estadunidense por presuntamente formar parte de una red de lavado de dinero del exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, revela hoy el diarioReforma.
Las autoridades del vecino país acusan al organizador de eventos priistas de ser pieza clave en la operación de la compañía Premier International Holdings creada en San Antonio, Texas, por Fernando Alejandro Cano Martínez, prófugo de la justicia de Estados Unidos, acusado de lavar dinero, proveniente del crimen organizado, para Yarrington.
“A través de una investigación el banco descubrió que Zárate tenía lazos con corrupción gubernamental y actividades del Cártel (del Golfo) y le negó la extensión”, se indica en el documento que publica el diario Reforma este sábado.
Las investigaciones abiertas en Estados Unidos finalmente terminaron involucrando a miembros de la campaña de Peña Nieto.
Desde la época de su precampaña, medios de comunicación de Tamaulipas hicieron una amplia promoción de la presencia de Zárate. Por ejemplo, El Noticiero de Victoria a través de la columna “Una tras otra” señaló: “El amigo, Pablo Zárate de los más cercanos operadores de Enrique Peña Nieto, su trabajo se notó cuando el precandidato del PRI al Gobierno de la República visitó la capital del Estado”.
La presencia de Zárate se debe a su muy estrecha relación con el ex Alcalde de Atizapán, Luis Felipe Puente, quien es un hombre muy cercano a Peña Nieto.
Apenas el 19 de mayo pasado, el periódico El Bravo publicó en la columna Al día: “Pablo Zárate es uno de los mejores operadores políticos que tiene el PRI nacional. De ahí que le hayan dado la responsabilidad de sacar adelante al Estado de Guanajuato, que tiene muchos años bajo el mando del PAN. Y en verdad, el CEN del PRI no se ha equivocado. Zárate ha realizado un trabajo admirable que le valió la felicitación del licenciado Enrique Peña Nieto”.
De acuerdo con personas cercanas a Zárate, discretamente ha logrado que recomendados suyos entren a la campaña de Peña Nieto en posiciones de bajo perfil, agrega Reforma.
Además, implican a Zárate en el pago del avión Pilatus LTD por más de 2 millones de dólares, realizado en diciembre de 2005, recién terminó la gestión de Yarrington como Gobernador.
Según el documento relacionado con el caso criminal B-12-cr- 435, del cual se tiene copia, el Gobierno de Estados Unidos identifica a Zárate como representante legal de la empresa “Premier International Holdings” y responsable de la liquidación del costo total de la aeronave realizada en febrero de 2012 con dinero presuntamente de procedencia ilícita.
Zárate es uno de los hombres más cercanos a Luis Felipe Puente, ex Alcalde de Atizapán, Estado de México (1994-1996) y Secretario de Transporte durante el Gobierno de Peña Nieto en el Estado de México.
Desde marzo pasado, Puente es coordinador de la campaña del candidato presidencial priista en la Segunda Circunscripción que abarca los Estados de Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.
En tanto, Zárate ha coordinado eventos de campaña de Peña Nieto en Guanajuato y Tamaulipas, según lo ha registrado la prensa de este último estado. Por ejemplo, el 15 de abril organizó y acompañó al candidato presidencial en la ciudad de Guanajuato durante la toma de protesta de Juan Ignacio Torres Landa como aspirante del PRI a la gubernatura, señala Reforma.
Previamente, Zárate fue director de la Policía Preventiva de Matamoros cuando Yarrington era el Alcalde, y ocupó el cargo de director del Instituto Tamaulipeco para la Vivienda durante la Gubernatura de quien hoy es investigado por autoridades estadounidenses por lavado de dinero.
Pablo Zárate es hoy un boyante empresario de la construcción y del transporte, originario de Matamoros, Tamaulipas. Quienes lo conocen lo ubican como uno de los cinco hombres más cercanos al exgobernador Tomás Yarrington, cuya presunta red de lavado de recursos provenientes de sobornos del cártel del Golfo y Los Zetas es investigada en Estados Unidos por el Departamento de Seguridad Nacional, la Agencia Antidrogas y la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Yarrington se defiende: “Todo este mitote tiene fines electorales; es otro Michoacanazo, pero Made in USA”
El día de ayer en una entrevista concedida a la reportera Carmen Aristegui, el ex gobernador se defendió de los señalamientos en su contra aseverando que son parte de la propaganda política justo antes de las elecciones. “Han armado todo este mitote antes de la elección para que tenga efecto electoral”, dijo.
“Todo esto es propaganda política, esta situación es lo mismo que el Michoacanazo, pero con el ingrediente Made in USA para ver si así les creemos”, añadió Yarrigton en su defensa.
El tamaulipeco refirió que existe un linchamiento político en su contra por lo que pidió a la opinión pública no dejarse engañar con las versiones que circulan en medios de comunicación acusándolo de vínculos con el crimen organizado, porque en su caso no se busca la justicia.
“El Gobierno de la República iba buscar incidir en el resultado electoral en la campaña presidencial tratando de estigmatizar y señalar al PRI como un partido de delincuentes, en mi persecución no se busca la justicia, en mi persecución hay engaño”, mencionó.
El ex mandatario estatal también refirió que el gobierno federal está haciendo de todo para apoyar a la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, y que gane las elecciones.
“Estoy denunciando a un régimen que ha demostrado que hace todo lo posible para que su partido gane las elecciones”.
Asimismo acusó a la Procuraduría General de la República de servir a los intereses electorales de la Presidencia y del PAN, ya que la panista lanzó un spot justamente cuando la PGR le indicó que iniciarían las diligencias, señaló Yarrington.
El ex gobernador tamaulipeco rechazó que lo estén investigando tanto en México como en Estados Unidos.
“No he sido citado ni en México ni en EU y hasta el día de hoy he sido un hombre libre”, dijo.
E insistió en su inocencia, dijo no haber recibido nunca sobornos y señaló que los bienes en Texas no son de él.
“Yo no tengo relación con el crimen organizado, no he recibido sobornos, ni he brindado protección a ningún delincuente, no he realizado actividades de lavado de dinero, ni tengo negocios inmobiliarios en Texas”, mencionó el ex gobernador.