Martín Moreno-Durán
09/05/2018 - 12:00 am
Televisa: los guiños a AMLO
¿Cómo generó Peña ese cambio desastroso para él y para su partido? Haciendo un gobierno que si bien despertó entusiasmo con las reformas logradas al inicio del sexenio – y que con el paso del tiempo se desinflaron junto con la economía, a tal grado que hoy ya alcanzamos “la locura de los 20 pesos”, tanto del litro de gasolina Premium con del dólar estadounidense-, también fueron eclipsadas por los escándalos de corrupción que acompañan, hasta ahora, a Peña Nieto, familia y amigos.
+ Cambio de estrategia en Chapultepec 18
+ ¿Y los soldados del Presidente?
Cuando a principios de los ochentas Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre”, bautizó como “soldados del Presidente de la República” a Televisa y a su absoluta influencia en los medios de comunicación y, por supuesto, en la política nacional, jamás imaginó que esa lealtad diera un vuelco dramático con su hijo en el año 2018.
Sí, Televisa ha decidido cambiar de estrategia ante la debacle del Presidente Peña Nieto quien, en tan solo cinco años, logró lo que en 2012 parecía inimaginable: entregar seguramente el poder presidencial al líder opositor más importante, férreo y odiado del PRI salinista-peñista: Andrés Manuel López Obrador, quien hoy ya alcanza picos de 50 por ciento de intención del voto, a tan sólo 54 días de la elección.
¿Cómo generó Peña ese cambio desastroso para él y para su partido? Haciendo un gobierno que si bien despertó entusiasmo con las reformas logradas al inicio del sexenio – y que con el paso del tiempo se desinflaron junto con la economía, a tal grado que hoy ya alcanzamos “la locura de los 20 pesos”, tanto del litro de gasolina Premium con del dólar estadounidense-, también fueron eclipsadas por los escándalos de corrupción que acompañan, hasta ahora, a Peña Nieto, familia y amigos.
En tiempo récord, Peña Nieto nos recordó que el retorno del PRI en 2012 fue una tragedia para México, sobre todo, de la mano del priismo mexiquense, por mucho, el más corrupto, antidemocrático e impune en la historia política del país. Demasiado pronto nos dimos cuenta que haberle abierto las puertas de Los Pinos a los hijos políticos de Hank González, fue un retroceso democrático.
Peña Nieto se derrumbó. Sin duda.
Y ese derrumbe fue advertido por todos, incluida, por supuesto, Televisa, que ahora decide dar un golpe de timón para intentar enderezar el barco hacia vientos y aguas lopezobradoristas que parecen resultarán triunfadores el próximo uno de julio.
¿Por qué ese golpe de timón obligado ante las circunstancias políticas que vivimos?
Porque tradicionalmente, la Televisa diseñada por la generación Azcárraga – Vidaurreta, Milmo y Jean-, estaba enfocada a servirle al Presidente, al PRI y al sistema en turno, incluyendo los gobiernos emanados del PAN que se montaron en ese mismo sistema, para poder mantener así los privilegios de la otrora poderosa televisora, y que ahora, ve amenazada su supervivencia ante la llegada de AMLO al poder presidencial.
Porque en los últimos años, Televisa ha sido centro de ataques y críticas constantes hacia López Obrador, con evidentes sesgos en sus enfoques informativos con la intención de minar su imagen y, de paso, favorecer a los candidatos del PRI. El mejor ejemplo es que en 2012, ¿quién dudaría que Peña Nieto fue engendrado, impulsado y consolidado por Televisa para llegar a Los Pinos y que, en ese lance, parte de la estrategia fue denostar a AMLO para evitar que le hiciera sombra al mexiquense? A muchos operadores del tabasqueño no se les olvidan los misiles enviados contra López Obrador para dañarlo políticamente. Y en política, tarde o temprano, las facturas se cobran
Porque, hoy por hoy, Televisa enfrenta no solamente la crisis financiera más grave de su historia, incluido un desplome en sus ingresos y el consecuente despido masivo de empleados, lo que obligó, en octubre de 2017, a que Emilio Azcárraga Jean dejara de ser CEO de la empresa para dar paso a la dupla de Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez para intentar evitar el naufragio de la nave. No sólo eso. También sufre una profunda crisis de credibilidad periodística en sus noticieros que no han podido enderezar. Y por eso, necesita aliados a partir del próximo gobierno. O, al menos, la garantía de que permanezcan los mismos privilegios financieros y fiscales que le permitieron navegar tranquilamente durante la época dorada del priato y con los gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto.
Hoy, esa estabilidad se ve amenazada.
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Dos momentos marcan el viraje de Televisa para con su conducta hacia López Obrador:
Primero: la benevolencia con la que se le trató la semana pasada en el programa Tercer Grado. Si bien al equipo tradicional de ésta emisión se le sumo la presencia de dos periodistas de prestigio: René Delgado – certero – y Raymundo Riva Palacio – mordaz-, también fue evidente que se eliminó la presencia de un feroz adversario periodístico de AMLO: Carlos Marín, quién se mostró desquiciado frente al tabasqueño durante la entrevista con Milenio televisión. Si bien hubo cuestionamientos al candidato de Morena, lo cierto es que salió bien librado de esa entrevista en Televisa, ya que se esperaba una serie de ataques en su contra para descarrilarlo. No fue así. Quién lo diría: fue en Televisa donde AMLO ha dado su mejor cara. Y eso lo vimos todos.
Segundo: sin tentarse el corazón, de manera inmediata y hasta cierto punto sorpresiva, Televisa despidió, fulminante, a Ricardo Alemán de su programa en Foro TV, debido a lo que ya todos sabemos: difundir un tuit mediante el cual se incita a asesinar a Andrés Manuel López Obrador. El programa de Alemán – crítico virulento de AMLO desde hace años y que cayó, inclusive, en el insulto personal al tabasqueño y hacia sus seguidores a quienes de forma ofensiva califica de “jauría” (conjunto de perros, según el diccionario)-, era fuente permanente de críticas, cuestionamientos y ataques hacia AMLO, debido a la innegable fobia personal del periodista. Su salida del aire por sus excesos, podemos interpretarla como un gesto amistoso hacia AMLO por parte de Televisa, al decir: nosotros no avalamos el llamado a la violencia de Alemán. Llevemos la fiesta en paz. Alemán, en realidad, fue una ficha de cambio.
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Ambos momentos: salir bien librado de “Tercer Grado” y el despido de Alemán, apuntalados por la tradicional forma de conducirse de Televisa: ser afables ante el poder en turno, nos lleva a la conclusión irremediable de que Televisa le hace guiños a AMLO, a quien ya visualiza como el próximo Presidente de México.
Más de tres décadas después, aquellos “soldados del Presidente” priista en turno proclamados por Azcárraga Milmo se diluyen, y dan paso a otra estrategia inesperada: abrirle las puertas, de manera astuta, al líder opositor que durante los últimos años estuvo bajo el fuego mediático de los televisos: López Obrador.
Ver para creer: Televisa apapachando a AMLO.
“No juera siendo”, diría María Isabel, clásico telenovelero.+
TW: @_martinmoreno
FB / Martin Moreno
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