Un estudio realizado en noviembre por una comisión internacional mostró que el número de vaquitas disminuyó 90 por ciento en los últimos cinco años, y calculó que probablemente hay menos de 30 ahora.
Ciudad de México, 9 de marzo (AP).- Decenas de pescadores volcaron, quemaron o destruyeron 15 vehículos de inspectores y embarcaciones de patrullaje, y golpearon a tres inspectores de la oficina de protección del medio ambiente en un poblado del Golfo de Santa Clara, en Sonora.
Los pescadores estaban enojados porque los esfuerzos para proteger a la vaquita marina contemplan la prohibición de algunos tipos de pesca con red en el golfo, también conocido como Mar de Cortez, donde se cree que sobreviven sólo alrededor de 30 ejemplares de este elusivo mamífero marino.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales dijo el jueves que los inspectores lograron escapar después del ataque registrado el miércoles, pero que se presentaran cargos penales. Los ataques fueron dirigidos contra personal y la propiedad de la agencia de protección ambiental, del consejo de pesca del país y de la comisión de protección de áreas naturales.
Los pescadores, tentados por la demanda en China de la vejiga natatoria del pez totoaba, el cual habita en las mismas aguas que la vaquita, han diezmado la población de la pequeña marsopa.
Las vaquitas marinas quedan atrapadas en el mismo tipo de redes que usan los pescadores en la captura ilegal de totoaba. Los precios de un kilogramo de vejiga natatoria de totoaba pueden ser de miles de dólares ya que es considerada una delicia culinaria en China.
Los pescadores del Golfo de Santa Clara, en el estado de Sonora, estaban al parecer enojados por la demora en la aprobación para la pesca de corvina, otro pez cuya temporada legal de pesca comenzaría normal en estas fechas.
Pero a los expertos les preocupa que las embarcaciones de pesca de corvina pudieran llevar ilegalmente redes para pesca de totoaba.
México anunció que los pescadores de corvina se requerirían permisos especiales, y los inspectores dijeron que los pescadores solicitaron tarde esos permisos.
En el pasado, los pescadores de totoaba normalmente desaparecían rápidamente cuando eran confrontados por patrullas de la Marina mexicana, pero activistas y ambientalistas han advertido que al parecer bandas criminales están involucradas en el lucrativo comercio ilegal y esas amenazas han estado creciendo.
Expertos y el gobierno mexicano habían anunciado previamente un plan para capturar y encerrar a las vaquitas en corrales para su protección y posible reproducción.
Las autoridades mexicanas prohibieron el uso de redes de pesca en el hábitat de la vaquita, pero ha sido difícil hacer cumplir el mandato.
Un estudio realizado en noviembre por una comisión internacional mostró que el número de vaquitas disminuyó 90 por ciento en los últimos cinco años, y calculó que probablemente hay menos de 30 ahora.