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Darío Ramírez

09/02/2017 - 12:00 am

Vibrar a México contra Trump

Este domingo se marcha. Este domingo se toma el espacio público para alzar la voz en contra de los agravios de Trump. Vibra México es la conjunción de más de 73 instituciones de diversa índole que están convocando a una marcha contra Trump para el próximo 12 de febrero a las 12:00 partiendo del Auditorio […]

No es una marcha a favor de Peña. Tampoco es una marcha contra Peña. Foto: Cuartoscuro

Este domingo se marcha. Este domingo se toma el espacio público para alzar la voz en contra de los agravios de Trump. Vibra México es la conjunción de más de 73 instituciones de diversa índole que están convocando a una marcha contra Trump para el próximo 12 de febrero a las 12:00 partiendo del Auditorio Nacional rumbo al Ángel de la Independencia.

La marcha salió –porque me consta- de la preocupación genuina de miembros de organizaciones de la sociedad civil quienes aseveraban que era imposible quedarnos impávidos ante los agravios directos del Presidente Trump. Después de ver la marcha de las mujeres en Washington DC y otras ciudades del mundo, y al ver que Trump no parará de agredir a México, la idea que dio vida a Vibra México era muy clara: exigirle respeto a la administración de Trump. La otra opción hasta ahora era quedarse callados o colocar dichos en las redes sociales. O bien hablar entre nosotros sobre lo inesperado que es el fenómeno Trump. Al final se optó por salir a la calle.

El momento es el indicado. A dos semanas de asumir su presidencia, el nuevo Presidente pasó de los dichos fáciles de campaña a las acciones –las cuales algunas de ellas ya están bajo el escrutinio legal de las cortes- que ponen en riesgo la estabilidad del mundo y las relaciones bilaterales, en este caso con México.

Durante los días de preparación de la marcha, que no ha sido fácil. Voces críticas han salido. Qué bien. Qué bueno. Vengan. Algunos mencionan: Es una marcha a favor de Enrique Peña Nieto. La respuesta es inequívoca. No es una marcha a favor de Peña. Tampoco es una marcha contra Peña. En el documento que unión a decenas de convocantes sí hay un señalamiento al gobierno de Peña señalando que nuestras vulnerabilidades son producto de las malas acciones de este gobierno y de todos los anteriores. De ninguna manera se intenta trasladar la responsabilidad a Trump. Se reconoce la enorme agenda pendiente que tenemos internamente. También se señala livianamente que es una marcha de Televisa. La respuesta también es clara. No es una marcha de Televisa, es una marcha ciudadana y apartidista.

La composición de la marcha será inédita. ¿Cuándo se ha visto a la UNAM, UVM, CIDE, Ibero, Tecnológico de Monterrey, UdeG, Universidad Panamericana juntas marchando por Reforma? Nunca. Organizaciones de diferente lugar en el espectro ideológico que tal vez tienen serias diferencias en sus tareas y trabajos cotidianos pero que reconocen la necesidad de unión para mandar un mensaje claro al Presidente. La diversidad es la fuerza de la marcha. Es un fiel reflejo de todo lo que hay y somos en México.

El concepto de unión ha sido desgastado por la clase política. También pasó con el concepto de Solidaridad en la época de Salinas. Peña ha convocado a la “unidad nacional” y ha generado exactamente lo contrario. Es comprensible que el llamado de unidad se malinterprete en estos momentos. Pero seamos claros. El mensaje de unidad está dirigido a la ciudadanía en relación con las acciones discriminatorias y xenófobas que afectarán seriamente nuestra relación bilateral en todos los ámbitos.

La unión no pasa por abrazar la bandera y gritar ¡viva México! La unión por defender la nación ante acciones que no se sostienen bajo el derecho internacional y la paz entre naciones es un principio ciudadano. La unión ciudadana no pasa por alinear todas las ideologías para arropar a Peña. A él es imposible arroparlo. La unión parte de la necesidad de recurrir a esos símbolos de la política que en estos momentos son necesarios. Al final el agravio de Trump no es contra Peña, sino más bien contra toda la nación. A nosotros nos tocará salir a marchar en contra de Trump.

Producto de un debate e intercambio en la invitación a la marcha se señalaba que sería “respetuosa”. El bloque crítico asumió –de acuerdo a sus conveniencias- que dicho adjetivo implicaba censura a su libertad de expresión. Es decir que no se permitían las mentadas de madre. No hay ninguna intención de censurar a nadie. Vayan y griten lo que gusten. Saquen pancartas de lo que gusten. Al final el objetivo es compartido.

La política en democracia está hecha de símbolos y señales. Nadie asume que se cambiará a Trump con la marcha. Pero si la señal enviada es la correcta entonces la marcha puede ser un factor más dentro del multifactorial contexto. Si Vibra México logra colarse en la prensa norteamericana y llegar hasta los oídos de Trump y su gabinete, podría ser un elemento relevante y podría provocar que México llegue mejor armado y fortalecido.

Es importante comenzar un movimiento interno contra Trump y sus políticas ilegales. La macha no basta, necesitamos pensar en más acciones ciudadanas. Pero el 12 a las 12 es un buen comienzo.

Darío Ramírez
Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana y Maestría en Derecho Internacional Público Internacional por la Universidad de Ámsterdam; es autor de numerosos artículos en materia de libertad de expresión, acceso a la información, medios de comunicación y derechos humanos. Ha publicado en El Universal, Emeequis y Gatopardo, entre otros lugares. Es profesor de periodismo. Trabajó en la Oficina del Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), en El Salvador, Honduras, Cuba, Belice, República Democrática del Congo y Angola dónde realizó trabajo humanitario, y fue el director de la organización Artículo 19.

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