El gran temor es que al hacer la televisión por streaming demasiado agradable para los espectadores éstos reduzcan o cancelen su servicio de cable.
Por Anick Jesdanun
NUEVA YORK, 8 DE FEBRERO, AP.- La época de oro de la Televisión Online podría estar en peligro. La televisión por streaming se ha vuelto popular gracias a servicios como Netflix que ponen a disposición del público temporadas anteriores de programas para ver cuánto quieran y cuando quieran, mientras que Hulu ofrece episodios de la temporada actual. Ahora algunas empresas de televisión están dando marcha atrás y no les darán acceso inmediato a los programas.
El gran temor es que al hacer la televisión por streaming demasiado agradable para los espectadores éstos reduzcan o cancelen su servicio de cable. Las empresas de cable y satélite les pagan a los canales miles de millones de dólares al año para tenerlos. A su vez, las empresas de producción ganan mucho dinero por las cuotas de licencia que les pagan los canales.
Cancelar servicios podría poner en riesgo todos esos acuerdos, mientras que el público y las ganancias de Internet quizá no sean suficientes para compensar la pérdida de ganancias de la televisión tradicional.
Time Warner Inc., que tiene canales y empresas de producción, ha explorado la posibilidad de retener algunos de sus programas de superhéroes de DC Comics como The Flash y Supergirl. Si lo hacen, los espectadores tendrían que esperar años para ver los episodios más recientes en línea, mientras que ahora suelen estar disponibles a menos de un año de su transmisión por televisión.
Hulu podría ser el siguiente. El Wall Street Journal recientemente reportó que Time Warner está en negociaciones para invertir en Hulu y ha dicho a los propietarios que quiere restringir los episodios de la temporada actual, que Hulu pone a disposición incluso al día siguiente de su estreno.
No está claro cómo serán estas restricciones. Time Warner y Hulu no respondieron a las solicitudes de comentarios. Time Warner podría revelar más de su estrategia digital el miércoles, cuando reporte sus ganancias del trimestre.
El temblor que emana de Time Warner es el más reciente ejemplo de medios establecidos que tratan de proteger a sus socios y acuerdos, le guste a los espectadores o no.
Hulu ha bajado la velocidad en años recientes. Cuando se lanzó hace casi una década el servicio ofrecía la mayoría de los programas de sus cadenas matrices al día después de que se transmitían. Ahora muchos de los programas de Fox y ABC requieren una suscripción a Hulu o un servicio de cable para verlos al día siguiente. De no ser así, los espectadores tienen que esperar ocho días, o un mes en el caso de "So You Think You Can Dance" de Fox. En el caso de Fox, Hulu tiene ahora solo los últimos cuatro episodios, no cinco, gratis.
Mientras tanto, los servicios online se han aventurado a crear sus propias producciones. Netflix ha ganado premios por series originales como House of Cards, mientras que Hulu encargó una cuarta temporada de The Mindy Project cuando Fox la canceló. Los programas originales ayudan a los servicios a diferenciarse y podrían reducir el impacto de cualquier retiro de los programas tradicionales de televisión.
Pero por ahora estos servicios se han enfocado en darle a los espectadores la oportunidad de ver lo que aparece en la televisión tradicional y una razón menos para sintonizarla.
"En cierta medida no se puede regresar el genio a la botella", dijo Anthony DiClemente, analista de Nomura Securities. "Una vez que la gente se acostumbra, esa será la expectativa".
Los servicios tradicionales de televisión por cable y satélite han vivido un lento declive por años, en parte porque el público más joven no los ve, prefiere las opciones de internet. El declive no es suficientemente grande como para poner en un riesgo inmediato a la televisión por cable y las empresas de televisión, pero están tomando nota. Y las cifras ocultan el hecho de que muchos suscriptores prefieren paquetes más baratos con menos canales.
"Lo que vemos es un juego constante de tirar la soga", dijo John Buffone, analista de NPD Group.
En el boom de los servicios como Netflix y Hulu, dijo Buffone, las empresas de televisión revisan cómo pueden obtener más ganancias por streaming.
Los cambios se pueden notar especialmente en Hulu, que es propiedad de las grandes cadenas estadounidenses (Fox, ABC y NBC) amenazadas por la forma en la que la gente ve televisión. Hulu se ha diferenciado al ofrecer episodios más rápido que sus rivales, por lo que hacer que la espera sea más larga limitaría su atractivo.
"El ADN de Hulu han sido los episodios recientes de programas de televisión", dijo Glenn Hower, analista de la firma de investigación Parks Associates.
La evidente ansiedad en las empresas de televisión es común en cualquier industria que ha enfrentado lo que el profesor de Harvard Clayton Christensen denomina como "el dilema del innovador", que ocurre cuando las empresas establecidas ven que sus negocios lucrativos son afectados por rivales innovadores con alternativas más baratas y, por lo menos al principio, menos rentables. Las grandes empresas no pueden acoger esas innovaciones sin canibalizar sus propias fuentes confiables de ingreso.
Visto de este modo, Hulu ha sido una medida parcial muy efectiva. Su mayor logro podría ser el haber acostumbrado a la gente a pagar por televisión en internet. Además se estableció cuando la piratería era rampante, por lo que no es un logro cualquiera.
Aunque Hulu todavía ofrece programas con comerciales que se pueden verse gratis, cada vez más usuarios pagan 8 dólares al mes para ver en aparatos móviles y de televisión por streaming temporadas actuales completas. Para finales de abril, la última vez que Hulu presentó sus cifras, tenía 9 millones de suscriptores de paga, un aumento de 50 por ciento con respecto al año previo. Netflix tenía 45 millones en Estados Unidos para finales de 2015, un aumento del 14 por ciento.
Pero el negocio tradicional sigue siendo considerable y seguirá así por años. Incluso tras una caída del 1 por ciento el año pasado, 98.3 millones de hogares estadounidenses están suscritos a algún servicio de cable o satélite, según cifras de la firma de investigación MoffettNathanson.
Como resultado, los acuerdos mayores de streaming quizá no compensarán lo que las empresas de televisión podrían perder si ese gran negocio sigue reduciéndose. Las cuotas que las empresas de televisión por cable y satélite pagan a las cadenas y estaciones para presentar sus canales están estimadas en 60 mil millones de dólares este año, un aumento de 6 por ciento con respecto a 2015, según la firma de investigación SNL Kagan.
De acuerdo a ese punto de vista, tiene sentido aferrarse a los socios viejos y bien establecidos: las compañías de cable.