El equipo de la UNAM es el único en México afiliado a la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate, asociada profesionalmente a la ONU, bajo el nombre de International Search and Rescue Advisory Group.
Ciudad de México, 9 de enero (SinEmbargo).- En el mundo no se habla bien de México en lo que a Protección Civil se refiere, “se nos conoce como gente improvisada en el ambiente de rescate”, lamenta Julio Alejandro Vázquez Rodríguez, Jefe del Departamento de Atención de Emergencias y Coordinador del Programa de Manejadores de Perros de Búsqueda y Rescate.
Por esta razón, el experto hace hincapié en la necesidad de actuar de manera organizada, formalizada y homologada.
En 1987, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se convirtió en la primera institución mexicana en establecer las bases para la formación de un equipo de búsqueda y rescate mediante la utilización de perros especializados.
Los primeros en dar capacitación a los manejadores mexicanos fueron grupos europeos. Tras el sismo que azotó al Distrito Federal el 19 de septiembre de 1985, la universidad notó que había una “enorme carencia en el ámbito, no existían los equipos caninos de búsqueda y rescate, por lo que México dependió del apoyo de equipos extranjeros.
En aquel entonces, hubo muchas personas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnía de la máxima casa de estudios a quienes les inquietó el tema y comenzaron a actuar para hacer algo al respecto, “todo arrancó de manera intuitiva”, reconoce Vázquez: “se buscó capacitación de italianos, suizos, franceses y fue creciendo”.
Asimismo asegura que de 14 años a la fecha se ha logrado que el grupo tenga “mayor consistencia”. El equipo de la UNAM es el único en México afiliado a la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate, asociada profesionalmente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), bajo el nombre de International Search and Rescue Advisory Group (INSARAG).
La INSARAG se encarga de temas relacionados con búsqueda y rescate urbano (USAR) para establecer normas internacionales mínimas para los equipos y lineamientos para la atención de desastres.
PERROS AL RESCATE
El programa está integrado por Binomios (perro y amo) capacitados para la búsqueda y localización de personas atrapadas bajo escombros o que se encuentran extraviadas en campo abierto.
El equipo tuvo participación en la catástrofe que provocó la explosión del Sector Reforma en Guadalajara, Jalisco, el 22 de abril de 1992, la cual dejó un saldo de aproximadamente 700 víctimas mortales, casi 800 heridos y 15 mil personas sin hogar, al destruir 15 kilómetros de calles.
Otro de los desastres en los que participó la UNAM fue en el ocasionado por el huracán “Paulina” que dejó el 9 de octubre de 1997 un Acapulco devastado.
El 26 de septiembre de 1999, una explosión en la Central de Abasto en Celaya, Guanajuato, dejó como saldo 73 muertos y 350 heridos, en aquella ocasión, los rescatistas también tendieron su mano.
De igual manera durante el rompimiento de la Presa “El Capulín” en Villa García, Zacateca, provocado por las intensas lluvias que azotaron a la región, se requirió la presencia de los expertos en búsqueda y rescate. Alrededor de 15 personas fallecieron y hubo al menos siete mil damnificados.
A nivel internacional, la máxima casa de estudios destaca su participación durante el desastre que causó el terremoto de Japón, pues el experto señaló: “yo no creo que haya una nación que tenga más conocimiento sobre temas de prevención de desastres y manejo de crisis de este tipo y cuestiones científicas que tienen que ver con los terremotos, que Japón”.
Para muestra basta un botón: el Centro Nacional de Prevención de Desastres ubicado en la Ciudad de México fue equipado y donado por los japoneses, subraya.
“La mejor experiencia que nos pudo dejar esa misión fue ir representando a nuestro país, ser solidarios con el pueblo japonés, ya que ellos siempre se han solidarizado con México cercanamente en el tema de la Protección Civil”, apunta.
Generalmente la UNAM asume los gastos del equipo de rescate, no obstante, para atender en Japón, fue el Gobierno Federal el encargado de proporcionar los recursos para que se lograra cumplir con la tarea.
¿QUÉ NECESITA MI PERRO PARA CONVERTIRSE EN RESCATISTA?
El Programa de Manejadores de Perros de Búsqueda y Rescate se nutre principalmente de la comunidad universitaria: los estudiantes, académicos, trabajadores y exalumnos llevan a sus mascotas para que sean entrenados, sin embargo, el público en general también puede acercarse para participar.
El voluntariado hace un diagnóstico a las personas con perros que desean ser parte del grupo y a partir de eso se hace una selección. El tiempo que tarda el animal y su dueño en obtener una adecuada preparación es de aproximadamente dos años.
Del año 2010 al 2015 sólo cinco perros han logrado certificarse ante la internacional del rescate y son los únicos que acuden a desastres mayores.
