La guerra contra el narcotráfico del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa y el incremento de la corrupción y la violencia durante la administración de Enrique Peña Nieto dejan claro que el peor enemigo para el país es su clase política, afirmó el padre Alejandro Solalinde. El enemigo, dijo, está en casa y no en la frontera norte con Donald Trump: los miles de mexicanos muertos y desaparecidos ya los pusieron las últimas dos administraciones.
Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).– Los últimos gobiernos de México, el de Felipe Calderón Hinojosa y el de Enrique Peña Nieto, han demostrado que la clase política es el enemigo que desde casa masacra, desaparece y arrasa con los mexicanos, dijo en entrevista con SinEmbargo el sacerdote y activista Alejandro Solalinde Guerra.
Luego de 10 años de la llamada “guerra contra el narcotráfico” y de los cientos de miles de muertos y desaparecidos, está demostrado, afirmó Solalinde Guerra, que los políticos del Partido Revolucionario Internacional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) son una amenaza para el bienestar del país.
Calderón inició con algo peor que la amenaza que representa hoy el Presidente electo de Estados Unidos Donald Trump: el panista propició una década de muerte y devastación en todo el territorio mexicano, que no concluyó con su administración, pues se extendió a la del priista Peña Nieto, consideró.
“Yo diría que el pueblo de México está asqueado de tres partidos que lo han traicionado: el PRI; el PAN, que ha sido cómplice del PRI, comparsa y ha ido con todo lo que conviene a sus intereses pero no a los intereses de México, y el tercero el PRD, que es un partido traidor”, dijo el sacerdote.
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La guerra de Calderon, un “Presidente espurio”, destacó Solalinde, cambió la vida de México para mal. El ex mandatario sacó a los militares a las calles, firmó el Plan Mérida para contener el trasiego de drogas en la frontera sur y perdió el control de las policías que en poco tiempo fueron infiltradas por el crimen organizado.
La suerte de todos los mexicanos se transformó y con ese cambió inició la matanza de migrantes y la desaparición de miles de personas en todo el país.
“El desastre que Calderón dejó es evidente. Hay decenas de miles de muertos, violencia por donde quiera. Se decapitó a lo tonto a las cabezas del crimen organizado que antes se controlaban, y vemos niveles de acciones sanguinarias que jamás habíamos visito. El caldenorismo es un fracaso absoluto. El flagelo más grande son las desapariciones y se dispararon en ese Gobierno. La técnica para desaparecer cuerpos en forma masiva fue acuñada con Calderón, por eso después de haber visto el fracaso da miedo cuando el caldenorismo piensa reaparecer con la complicidad del PRI para un nuevo periodo presidencial, da miedo que el caldenorismo vuelva”, argumentó el sacerdote.
Solalinde se refirió a las aspiraciones presidenciales de la esposa de Felipe Calderón, la ex Primera Dama Margarita Zavala Gómez del Campo, quien ha mostrado abiertamente que quiere ocupar la silla presidencial en 2018.
EL ENEMIGO DE MÉXICO ES EL PRI Y EPN
Solalinde criticó que con Peña Nieto el legado de sangre de su antecesor del PAN empeoró:
“[Peña Nieto] No logró nada a pesar de que dijo que iba a ser el parteaguas y la diferencia; no es cierto, al contrario se empeoraron las cosas: aumentó la violencia, aumentaron las desapariciones, los secuestros, los feminicidios, todos los índices se dispararon en este Gobierno de Peña Nieto, no porque lo haya heredado sino porque la corrupción ha crecido, la impunidad está a la orden del día y su Gobierno no tiene autoridad moral para poder frenar esto”, dijo Solalinde.
De acuerdo con el Secretario de Defensa de los Estados Unidos Leon Edward Panetta, sólo durante el sexenio de Calderón fueron asesinadas 150 mil personas, pero datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que entre diciembre de 2006 y diciembre de 2015 fueron asesinadas 186 mil 297 mexicanos. Las cifras oficiales indican que durante el sexenio de Calderón se dieron 122 mil 462 asesinatos y durante los primeros tres años de la actual administración 63 mil 835.
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El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) por su parte indica que 28 mil 937 personas del fuero común, más 966 del federal, están desaparecidas del 2007 a octubre de 2016.
“Todos los enemigos los tenemos en México; el principal enemigo es el PRI, es el más entreguista”, dijo Solalinde y recordó la visita del entonces candidato republicano al país: “Peña Nieto dejó entrar al Caballo de Troya, él lo recibió, y realmente en momentos en que iba para abajo Donald Trump le dio la mano y le dio el levantón al hombre que no quiere a México, ni a los mexicanos”.
El sacerdote llamó criminales a los funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) que se dedican a perseguir y criminalizar a los migrantes centroamericanos.
Y recordó que “los Gobernadores que Peña Nieto presentaba como el nuevo PRI, salieron unos ladrones”.
El 23 de mayo de 2012, en el extinto programa "Tercer Grado" de Televisa, cuando Enrique Peña Nieto, entonces candidato a la Presidencia de la República por el PRI, puso como ejemplo de la renovación de los liderazgos de ese nuevo priismo que se estaba gestando a nivel nacional a tres gobernadores con nombre y apellido.
Un Peña Nieto más joven, vigoroso y menos delgado, le sostuvo a la periodista Denise Maerker Salmón, ante la petición de “ponga nombres”, que el nuevo PRI, que en ese entonces gobernaba 20 entidades, tenía nuevos cuadros y se había renovado.
“Pongo nombres. Los gobernadores de la gran mayoría de las entidades son jóvenes, actores de la nueva generación política: el Gobernador de Quintana Roo Beto [Roberto] Borge; el Gobernador de Veracruz Javier Duarte [de Ochoa]; César Duarte, Gobernador de Chihuahua. El Gobernador de Campeche[Fernando Ortega Bernés]. Todos son parte de una generación nueva, que han sido parte de la renovación del partido”, le contestó un orgulloso Peña Nieto a Mearker.
Cuatro años después, tres de los gobernadores que enumeró, como si se hubieran puesto de acuerdo, le mostraron al país que el Presidente Enrique Peña Nieto erró al apuntalarlos, pues uno de ellos está prófugo de la justicia y los otros dos enfrentan acusaciones de corrupción, peculado e enriquecimiento ilícito.
“El Presidente Enrique Peña Nieto es un peligro para México, porque está entregando al país, y porque no nos cuida, no nos defiende”, afirmó el padre Alejandro Solalinde.